Esfuerzo en la búsqueda de un futuro mejor para la niñez

Autor: Redacción
23 mayo de 2019 - 01:23 PM

Con la participación de más de 200 personas, entre ellos 27 niños, niñas y adolescentes, docentes y funcionarios públicos de Chocó y Putumayo, se dio el cierre oficial al programa Con Paz Aprendemos Más.

Medellín, Antioquia

Hace 17 años, Bojayá apareció por primera vez en las noticias nacionales. Y el país lloró su tragedia. “Yo estaba embarazada y tuve que salir con mi familia en una panga, río abajo; dos meses después nació mi hijo desplazado: un niño tímido y con muchos miedos, esa es la herencia de la guerra”, con estas palabras Luz Amparo empezó a contar su historia en el montaje teatral con el que finalizó el programa Con Paz Aprendemos Más.

Luz Amparo y su hijo fueron algunos de los sobrevivientes del cruento ataque de las Farc contra la iglesia de esa humilde población chococana, donde la gente se refugiaba por los combates entre guerrilleros y paramilitares. La explosión de un cilindro bomba lanzado contra el templo dejó más de un centenar de muertos y miles de heridos y damnificados, muchos de ellos obligados a abandonar lo poco que tenían para salvar sus vidas y empezar un nuevo camino.

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Y Freider, el hijo de Luz Amparo, fue uno de los jóvenes que hicieron parte de las estrategias diseñadas por el programa para fortalecer la educación y la protección en Chocó y Putumayo, otra región golpeada por las crueldades del conflicto.

“Nuestro reto fue transformar la vida de dos de los territorios colombianos más afectados por el conflicto armado, a través del mejoramiento en la calidad educativa y la protección de la niñez”, dijo Marcel Lebleu, embajador de Canadá en Colombia, durante el evento de cierre realizado el pasado 30 de abril en la capital colombiana.

Fueron cinco años de trabajo. El programa Con Paz Aprendemos Más se implementó entre 2014 y 2019 en 16 municipios de Chocó y Putumayo, gracias al apoyo financiero del Gobierno de Canadá y fue desarrollado por Mercy Corps, War Child, Corporación Infancia y Desarrollo y la Corporación Opción Legal con el liderazgo de las secretarías de Educación de los dos departamentos.

Este programa fue una respuesta a la necesidad de atender las demandas y las preocupaciones de las comunidades ubicadas en la ruralidad dispersa de esos departamentos, golpeados por los altos índices de reclutamiento de menores, altos índices de deserción escolar, bajo rendimiento escolar y la presencia de la ilegalidad, pandillas, violencias y grupos armados.

Por ello se hicieron grupos focales y previamente muchas visitas a los territorios junto con el Ministerio de Educación y el Icbf para identificar las necesidades prioritarias y así diseñar la propuesta que se puso en marcha.

Y al igual que otros 15.000 jóvenes de esos dos departamentos, Freider participó en una de las estrategias del programa llamada PaZatardes, encaminada a fortalecer las competencias matemáticas y de lenguaje, mediante el uso de metodologías creativas para la inversión del tiempo libre, basadas en las tradiciones locales de las culturas afrocolombianas e indígenas.

 

Nuevos proyectos de vida

En el evento de cierre del programa Con Paz Aprendemos Más, que consistió en un montaje teatral dirigido por el actor y director Nicolás Montero, se presentaron 27 historias de niños, niñas, docentes, familias, rectores, y representantes de los gobiernos locales que hoy sueñan con un futuro diferente.

“Fue un reto enorme donde nos propusimos mostrarle al país que sí es posible trabajar y lograr transformaciones positivas en estos departamentos. Todas estas personas hicieron un viaje fantástico a través del cual sus vidas cambiaron rotundamente y hoy pueden contarnos que pese a los riesgos por el conflicto armado y las condiciones socio económicas tanto en el Chocó como en el Putumayo, están en la búsqueda permanente de un mejor futuro para la niñez y para todos”, afirmó el actor y director Nicolás Montero.

Otra de las historias que se narraron en el evento fue la de los internados de Putumayo. “Eran lugares de miedo: no había ni reglas de convivencia, ni personas que nos cuidaran, así que algunos vivíamos con temor”, relató Kandi Reales, de la Institución Educativa Santa Juliana en Villagarzón, Putumayo.

Por eso, uno de los logros del programa fue el diseño y aprobación del Manual Operativo de Internados, que fue acogido por la Secretaría de Educación Departamental y es ahora un lineamiento para todas las instituciones de este tipo en ese departamento al sur de Colombia.

Como parte de la estrategia de internados, también el programa capacitó a los cuidadores. “Yo me di cuenta de que las personas tenían un muy mal concepto sobre los niños de los internados y comencé a trabajar con ellos estrategias para mejorar su autoestima y las condiciones en las que vivían. Nuestro trabajo es generarles confianza y seguridad, ser cuidador es emplear estrategias académicas, de disciplina y afecto para que su estadía en el internado los ayude a formular proyectos de vida más allá de los riesgos que hay en el territorio”, narró Amalia Cortez, cuidadora del internado de la Institución Educativa Rural Puerto Bello, Putumayo.

El programa también fortaleció las prácticas de aula de 1.950 docentes de 95 establecimientos educativos y trabajó con 19.780 madres y padres de familia para acercarlos a sus hijos y fortalecer los lazos familiares. Formó a 320 líderes comunitarios como agentes de protección y cambio, quienes a través de la estrategia PaZatardes acompañaron la creación de más de 15.400 proyectos de vida de niñas y niños lejos de la violencia.

 

Transformación educativa

En otro momento de la puesta en escena, docentes, rectores y directivos de las instituciones de Chocó representaron las transformaciones del departamento a partir de la inclusión de estrategias etnoeducativas en las prácticas de aula impulsadas a través del programa Con Paz Aprendemos Más.

En ese sentido, la profesora Mercedes Mena, de la Institución Educativa Héctor Abad Hinestroza, realizó una clase en vivo explicando cómo se enseñan las operaciones matemáticas a partir del oficio de las familias. “Se trata de que los jóvenes aprendan de acuerdo a sus contextos, lo cual implica que no sólo se forman académicamente sino que también aprenden para la vida, para el emprendimiento, que es muy importante en contextos como el nuestro, donde el comercio informal es una de las fuentes de sostenimiento familiar”, dijo la docente.

Por su parte, la profesora Ruth Jordán, de Condoto, cantó una serie de alabaos -cánticos- a través de los cuales enseña sobre convivencia, valores y tradiciones. “Se trata de composiciones colectivas entre docentes y estudiantes con mensajes que les permitan a nuestra niñez aprender simultáneamente sobre las tradiciones locales y, al mismo tiempo, reducir la violencia, que es uno de los principales problemas del Chocó”.

En el evento participaron más de 250 personas delegadas de embajadas, organizaciones de cooperación internacional, gobierno nacional, ONG y medios de comunicación, además de los representantes de todas las instituciones de ambos territorios. “Queremos agradecer a las 27 personas que vinieron a Bogotá a contar sus historias de transformación, a decir que en los territorios sí se puede hacer paz y sí se pueden hacer cambios”, aseguró Gustavo Romero, Gerente del programa Con Paz Aprendemos Más, que permitió atender a 62.356 niños por medio de Planes de Gestión de Riesgo y Manuales de Convivencia, así como a 15.475 niños que participaron durante todo el año escolar en actividades de contra jornada escolar, 19.780 padres y madres que disminuyeron sus prácticas de crianza violentas, 1.950 docentes que participaron de formaciones, capacitaciones y acompañamiento en aula y 590 niñas empoderadas. Un logro que fortalece la esperanza de una reconciliación que le permita al país superar sus más difíciles momentos para apuntarle a un futuro mejor.

 

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