Las autoridades chinas ya habían advertido de los riesgos de que el buque, que transportaba petróleo condensado equivalente a casi 1 millón de barriles, explotara o se hundiera.
Una explosión sacudió este miércoles el petrolero iraní que está ardiendo en el Mar de China Oriental desde el pasado sábado, cuando colisionó con un carguero hongkonés, informó el Ministerio chino de Transportes, que no precisó el alcance de la deflagración.
El estallido obligó a suspender las labores de los equipos que tratan de apagar el fuego y que tuvieron que evacuar la zona por seguridad, indicó el Ministerio, que no dijo si también se ha paralizado la búsqueda de las 31 personas desaparecidas tras el accidente.
Las autoridades chinas ya habían advertido de los riesgos de que el buque, que transportaba petróleo condensado equivalente a casi 1 millón de barriles, explotara o se hundiera. El Ministerio, sin embargo, no dio más detalles sobre el alcance de la explosión en su comunicado oficial, por lo que se desconoce el impacto causado o si ha habido vertidos al mar.
Posteriormente, la Administración Estatal del Océano informó que una avioneta de vigilancia marina había detectado una pequeña mancha de petróleo cerca del lugar del accidente que podría proceder de la embarcación.
Un experto del organismo, Zhou Qing, citado por la agencia estatal de noticias Xinhua, reconoció que estos residuos suponen una amenaza para el medio marino, aunque aseguró que, teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas, es poco probable que afecte de momento la zona costera.
El Sanchi, un buque iraní registrado en Panamá, transportaba 136.000 toneladas de petróleo condensado formado por una mezcla de hidrocarburos recuperados durante el procesamiento del gas natural.
Según explicó este miércoles la ONG ecologista Greenpeace, el condensado es "muy volátil" por lo que "gran parte del petróleo se habrá consumido en el incendio" y la mayoría "se evaporará en el aire".
Por esta razón, no se verá "el tipo de mancha espesa y negra asociada con los derrames de petróleo crudo", aunque "esto no significa que esté libre de riesgos ambientales", agregó en un comunicado.
Hasta ahora, las autoridades chinas han asegurado que no se han registrado grandes derrames, pero señaló que las tareas de búsqueda de los 31 desaparecidos son extremadamente delicadas debido a que el gas tóxico del incendio podría perjudicar la salud de quienes están en la zona.
La Guardia Costera japonesa también ha enviado efectivos al lugar del accidente para apoyar las labores de rescate y extinción del incendio, añadió el Ministerio chino de Transportes.
El choque entre el petrolero iraní y un carguero hongkonés tuvo lugar en el Mar de China Oriental el pasado sábado a las 20.00 hora local, a 160 millas (295 kilómetros) al este del estuario del río Yangtsé, enmarcado por la ciudad china de Shanghái y las provincias de Jiangsu (al sur) y Zhejiang (al norte).
Aunque todavía es pronto para hablar de los daños ambientales, Greenpeace apuntó que un gran volumen de derrame de condensado podría suponer un riesgo de toxificación de especies de gran consumo en China como la corvina amarilla o la caballa. "Los riesgos para la vida y el medio ambiente son enormes y las lecciones deben aprenderse", advirtió.