Autoridades israelíes mostraron su preocupación por la proliferación de ataques por parte de grupos de extremistas judíos y expertos denunciaron que los actos de estos grupos no tienen mayores consecuencias.
En las últimas semanas aumentaron los ataques de grupos violentos judíos contra fuerzas de seguridad israelíes y ciudadanos palestinos, y la Agencia de Seguridad de Israel (Shin Bet), advirtió de "las nefastas consecuencias de este resurgir" de lo que considera "terrorismo judío".
La colaboración entre grupos extremistas judíos de la colonia de Yitzar, al sur de la ciudad cisjordana de Nablus, conocida por su radicalismo, y jóvenes de la región de asentamientos de Binyamin, en la región central, está preocupando a las autoridades israelíes, que avisan del peligro de repetición de ataques violentos como el que terminó con una familia palestina en el pueblo de Duma.
A finales de julio de 2015, extremistas judíos incendiaron una casa en este pueblo cisjordano acabando con la vida de tres miembros de la familia Dawabshe, incluido un bebé.
"Estos terroristas, por ahora, hacen pintadas, queman coches y árboles, es una intensidad diferente de terrorismo, pero cuando hay intención política y organización, que en este caso las hay, cae bajo el nombre de terrorismo", explicó Barak Ben Zur, coronel en la reserva y experto en análisis de riesgos y amenazas en Oriente Medio.
El movimiento de estos radicales se conoce como "Price Tag" (Precio a pagar), en referencia a los ataques violentos del grupo contra intereses y personas palestinas durante sus primeros tiempos, en 2008, que son interpretadas como un "ojo por ojo".
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Pero los objetivos principales del movimiento también se han extendido a las fuerzas de seguridad israelíes.
El caso más reciente fue el pasado domingo, cuando tres colonos de Yitzar fueron detenidos por el Ejército israelí tras arremeter contra uniformados porque estaban desmantelando una de las estructuras del asentamiento construidas ilegalmente, confirmó una portavoz castrense.
La Policía israelí y la agencia Shin Bet destacan el incremento de arrestos y alertan de un brote de judíos violentos que tuvo su máximo exponente en la historia del país en el asesinato del primer ministro, Isaac Rabin, en 1995 por un extremista contrario a los Acuerdos de paz de Oslo que había firmado con los palestinos.
"El terrorismo judío en su origen no estaba teñido de mesianismo, pero ahora sí, y con sus agresiones a palestinos primero, y últimamente a fuerzas de seguridad israelíes, pretenden crear el caos para terminar destruyendo el Estado", señaló Ben Zur, "y a través de la anarquía acelerar el advenimiento de la salvación".
El coronel en la reserva expresó que muchos se preguntan cómo es posible que con un Ejecutivo tan claramente de derechas como el actual estos grupos violentos estén tan activos, y responde: "Es que a ellos no les importa el Gobierno, ellos quieren un cambio de régimen, de democracia a reino (del Mesías)".
Los servicios de seguridad amonestaron a los líderes religiosos de los asentamientos y a los partidos políticos, y les urgieron a tomar cartas en el asunto para contener estas agresiones antes de una escalada imparable.
"Y es que la situación es muy preocupante", señala Jaim Witzman, profesor en el departamento de Gobierno del Centro Interdiscinplinario de Herzlyia.
"Siempre lo ha sido y no siempre se ha tratado con la seriedad que merece; ahora se meten con las fuerzas de seguridad, como con los palestinos. La única diferencia es que cuando un árabe tira una piedra le pegan un tiro, pero cuando es un judío apenas lo arrestan y sin muchas consecuencias", concluyó Witzman.