Así lo reveló el informe Cómo va la primera infancia en Medellín, que evaluó la situación de los menores de edad desde diferentes derechos.
59% de la primera infancia de Medellín está en situación de vulnerabilidad, unos 102.966 niños y niñas, siendo San Javier y Villa Hermosa las comunas que presentan la mayor cantidad de casos. La cifra fue revelada en el informe de seguimiento a la primera infancia 2009-2016, que permitió conocer cómo han evolucionado los aspectos más importantes que afectan el bienestar de los menores de edad.
Aspectos como la vulnerabilidad, salud, cobertura, nutrición, mortalidad en madres y bebés, educación, los ambientes seguros y protegidos, las condiciones de habitabilidad; fueron evaluados en este informe desarrollado por Medellín cómo vamos, Fundación éxito, Fundación Sofía Pérez de soto y proantioquia.
No obstante y de acuerdo a quienes elaboraron el informe, en Medellín como en el país, los puntos álgidos en la atención a la niñez y la protección de sus derechos, está en la salud, nutrición y educación; una triada que necesita mayor atención en los territorios. Por ello, este documento se basa en la Política Pública de desarrollo integral de la Primera Infancia del país, promulgada en la Ley 1801 de 2016.
Piedad Patricia Restrepo, directora del programa privado Medellín Cómo Vamos, explicó a EL MUNDO que dicha política pública “traduce los derechos de los niños en realizaciones, ocho atenciones priorizadas. Dos de ellas es muy difícil obtener la información, una de ellas es la identidad, en el informe tenemos el indicador del registro civil de nacimiento y hay una cobertura casi universal, con lo que no van a enfrentar la primera barrera para acceder a servicios sociales estatales”.
Por el contrario, hay otras barreras que afectan más a la primera infancia de la ciudad, ya que según el informe 15.8% de los hogares que tienen niños en dicha edad tienen privación por barreras de acceso, siendo la que más se da la del componente de alimentación. En general, 54.2% de los colombianos se encuentra en inseguridad alimentaria, lo que termina afectando en mayor medida a la niñez.
Los índices demostrados en este documento subrayan, desde diversos tópicos, las diferentes formas de vulnerabilidad que pueden tener los menores de edad. “Medellín frente a otras ciudades como Bogotá y Cali tiene una mayor población en primera infancia en situación de vulnerabilidad. Ha venido reduciéndose lo cual es muy positivo, pero frente a las otras ciudades seguimos teniendo mayores niveles. Eso significa que nuestra ciudad tiene que destinar mayores recursos físicos, financieros, de política pública para tratar de reducir esas condiciones que pueden frenar el desarrollo integral”, detalló Restrepo.
Para Constanza Gómez, coordinadora de la Comisión Intersectorial de Primera Infancia, que presentó los aprendizajes y retos de la Política Pública “De cero a Siempre”, una de las ventajas de esta es “lograr que todas las entidades te vayan dando la información, porque no es solamente que tenemos un sistema de seguimiento niño a niño, con 1.250.000 niños atendidos, sino que hay tres instituciones que dan información: el Icbf, el Ministerio de Salud y el Ministerio de Educación”.
En cuanto a los tópicos en los que más retos se presentan, tanto en el ámbito regional como nacional, Gómez argumentó que “la atención integral no son solamente temas de educación o salud, sino que hay más temas; recreación, participación y ejercicio de la ciudadanía”.
Salud y nutrición, focos cruciales
En 2016, 102% de los niños de Medellín nacieron con bajo peso, seis de cada diez niños con bajo peso al nacer fueron pretérmino, y cuatro de cada diez fueron a término, reveló el informe. Así las cosas, las estadísticas demuestran que las condiciones óptimas de nutrición deben ser trabajadas desde la gestación.
Hay unos desafíos que hemos encontrado en los últimos años, relacionados con las condiciones nutricionales, así reportadas por los propios hogares. Ahí hay que poner mucho énfasis porque cuando miramos un enfoque multidimensional de la pobreza nosotros vemos aparejados ahí esa información de esa mayor vulnerabilidad por condiciones nutricionales con indicadores de desnutrición”, recalcó la directora de Medellín Cómo Vamos.
Tomando como referencia el dato de que 24.6% de los menores de dos años en 2016 estaban en riesgo de talla baja para la edad, ahondó en este aspecto fundamental que es la nutrición. “Lo que preocupa es la desnutrición crónica, que aunque ha venido descendiendo es la más alta frente a las otras desnutriciones (2.8% se registró en 2016) y tiene una particularidad porque es la que da cuenta de una nutrición deficiente en periodos prolongados de tiempo”, recalcó.
Por su parte Camila Gaviria, directora técnica de Buen Comienzo, dijo en el acto de presentación de este informe que los índices de nutrición de los menores de seis años incluidos en este programa son más positivos que los generales de la ciudad. “El 70.9% de los niños del programa presentan adecuado peso para la talla, por encima de los datos del perfil alimentario”, apuntó.
Ambientes seguros
Cinco niños menores de seis años fueron asesinados en 2016, la cifra más alta en los últimos cinco años, hecho que perjudica el indicador de los entornos protectores y los ambientes seguros, aspecto que ha sido tratado desde diversas estrategias por parte del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (en todo el país), la Alcaldía de Medellín y otros entes territoriales.
Al respecto, Restrepo fue enfática en afirmar que “eso no es aceptable desde ningún punto de vista, ningún niño debería ser asesinado. El respeto a la vida y más a esa primera infancia, observamos crecimiento que hace que la tasa de mortalidad por factores externos, que incluyen el homicidio, en 2016 fue la más alta. Hay que poner un énfasis muy sentido en esos entornos protectores, donde la familia es fundamental pero también los mecanismos institucionales de protección a esos menores”.
De acuerdo con la información recopilada en este informe, los ciudadanos no saben a dónde acudir para temas de denuncia por violencia intrafamiliar u otros hechos de vulneración, desde el ámbito civil, por lo que la institución que menos identifican es la Comisaría de Familia, por lo que otra falencia que se evidenció en ese sentido es el desconocimiento del sistema de protección de los menores de edad.
A lo anterior se suma que en 2016 se reportaron 270 procesos de restablecimiento de derechos, casos por 100.000 menores de seis años, presentando 66 casos más que en 2015. Entretanto, la tasa de victimización en menores de esa edad fue 156.9 casos por cada 100.000 niños, disminuyendo en más de la tercera parte.
Educación inicial, ¿qué falta?
El programa bandera de la Administración local para la primera infancia es Buen Comienzo, que en la actualidad establece parámetros desde la gestación hasta la edad preescolar. Según el informe, 71.228 niños fueron atendidos con este programa en 2016, representando el 69.2% de la atención. En este año se presentó la cobertura del programa Buen Comienzo más baja desde el 2011 (76.6%).
Por otra parte, el 72% de los niños entre 3 y 4 años de Medellín estaban matriculados en una institución educativa durante 2016, cifra 1.8 puntos porcentuales, inferior a 2015.
La educación inicial contaba en 2016 con una cobertura bruta de 78.1, aspecto al que se refirió Gómez, en cuanto a la posible solución. “Otro reto estructural que tiene el país es poder llegar a que la educación inicial sea el primer nivel formativo, lo que implica cambiar la Ley general de educación y el sistema general de participación (distribución de recursos a los municipios para educación y salud)”, explicó la coordinadora.