Con el fin de proteger la investigación de la Fiscalía y en el marco de la gravedad del denominado ‘cartel de la toga’, justicia colombiana considera que la medida de detención carcelaria es necesaria.
Por los cargos de concierto para delinquir, cohecho, tráfico de influencias y uso abusivo de información privilegiada, la juez 40 de control de garantías de Bogotá tomó la decisión de poner tras las rejas a Francisco Ricaurte, expresidente de la Corte Suprema de Justicia.
“Este despacho decide imponer medida de aseguramiento de detención preventiva en establecimiento carcelario en contra del ciudadano Francisco Ricaurte, con boleta de detención con destino a la cárcel Picota, patio de servidores públicos“, declaró la togada.
Por su parte, la Fiscalía General de la Nación aseveró que "los exmagistrados Francisco Ricaurte y José Leonidas Bustos dirigieron y promovieron una organización criminal, de la que también hacían parte Gustavo Moreno, Leonardo Pinilla y Gustavo Malo”.
De acuerdo al ente investigador, se trata de una organización dedicada a cometer delitos indeterminados que afectaron la seguridad en la administración pública y la recta impartición de justicia.
Jaime Camacho, fiscal que lleva el caso, aseguró que Ricaurte era el encargado de explicarle a Gustavo Moreno, exfiscal anticorrupción, cómo era que funcionaba la organización y cómo debían manejar los procesos.
“La manera de manejar los procesos incluía estrategias como manipular información privilegiada. Manipulaban testigos para cambiar versiones, instrumentalizaban a los medios de comunicación para restar credibilidad a los testigos que mantenían sus versiones, desaparecían evidencias y obtenían decisiones con apariencia de legalidad que favorecieran a sus clientes con la intervención de funcionarios del más alto nivel”, declaró Camacho tajantemente.
Finalmente, la Fiscalía señaló que tanto Ricaurte como Bustos son los “cerebros de la red criminal que hoy investiga”.