Los dos mandatarios de Antioquia y Medellín siguen hablando un idioma muy distinto sobre lo ocurrido en Hidroituango.
El alcalde Federico Gutiérrez defendiendo a EPM y al patrimonio público.
Como se esperaba, la contingencia en Hidroituango copó y captó toda y nuevamente la atención este lunes en las sesiones de instalación tanto de la Asamblea de Antioquia como en el Concejo de Medellín y durante sus intervenciones el gobernador y el alcalde volvieron, a sus estilos, a fijar su posición sobre este delicado asunto que distancia a ambos gobernantes.
Mientras que el mandatario seccional Luis Pérez Gutiérrez concentró su alocución ante la diputación en señalar ocho errores en la construcción en el proyecto hidroeléctrico, el titular del ejecutivo municipal de la capital de Antioquia, Federico Gutiérrez fue categórico en afirmar que no es cierto que en EPM se hayan elaborado listas negras que incluyan al propio gobernador, a concejales, al contralor departamental y a periodistas críticos con lo que ha pasado en la construcción de esa obra.
El gobernador disertó sobre el tema en el recinto de la Asamblea Departamental desde las 9 de la mañana, mientras que el alcalde lo hizo ante los cabildantes una hora y media después en el salón de plenarias del Concejo.
Como antesala al señalamiento de los ocho errores constructivos, Pérez Gutiérrez dijo que debe quedar muy en claro que EPM es un constructor contratado por el Departamento para construir a Hidroituango y como tal no puede ser una empresa intocable, a pesar que “todos la amamos y la defendamos”.
“Hay una relación contractual y lo cierto de este asunto es que el 28 de noviembre no se prenderá o funcionará la hidroeléctrica, en la cual está puesto el futuro de Antioquia”.
Aprovechó para fustigar que a él mismo, según se pudo enterar, lo estaban espiando y estaba incluido en una lista negra de EPM, o sea, a los propios socios del proyecto, en torno a lo cual, dijo, no lo acepta.
También volvió a recordar que EPM no es solo de Medellín, pues utiliza recursos de Antioquia como su agua y sus montañas, por lo cual está obligada a trabajar por el desarrollo de la región.
Informó que hace un mes, en su calidad de ingeniero y gobernante, comenzó a estudiar en detalle los problemas surgidos en Hidroituango, lo que lo llevó a concluir que inicialmente existen ocho errores en su construcción, que detectó gracias a la asesoría de la Universidad Nacional y que explicó de la siguiente forma:
Primer error: El contrato para la construcción de los dos túneles de desviación nunca se terminó por parte del Consorcio TIFS. A pesar de que se firmó un contrato por 162.000 millones de pesos, para construir dos túneles, con un plazo de 610 días.
Aunque la empresa nunca terminó la obra, EPM utilizó la figura de sesión de contrato a los 823 días de la firma del contrato, para poder continuar con la construcción; por lo que se le entregó otros 43.000 millones de pesos.
A este contrato, según reveló el gobernador, el interventor alertó a los días de firmar el contrato que el contratistas no tenía los equipos suficientes para atender la construcción del mismo.
El gobernante criticó que el grupo EPM no sea severo con los contratistas, como en el caso del Consorcio CCC Hidroituango, conformado por Coninsa Ramón H, Conconcreto y Camargo Correa; porque según documento revelados por el gobernador, esta empresa es aliada del EPM.
Segundo error: EPM decidió construir un tercer túnel de desviación que estaba fuera de los diseños, debido a los retrasos en apertura de los dos proyectados. Este túnel fue el que finalmente colapsó y según el gobernador, fue advertido antes de su construcción de los problemas que podría causar.
"EPM construyó un tercer túnel porque venía el invierno, había que desviar el río, el túnel se taponó y la decisión de construir el tercer túnel fue autónoma de EPM como contratista. El tercer túnel fracasado fue advertido por la comisión técnica asesora que no se construyera, pero EPM hizo caso omiso por el gran atraso, lo que es la ingeniería del desespero", señaló Pérez G.
Inclusive en el año 2014, la Sociedad Hidroituango había emitido una alerta temprana por sobrecostos, daños y atraso en la entrada de operación de la central por la construcción del tercer túnel de desviación.
Tercer error: Según la Gobernación de Antioquia, el tercer túnel se construyó sin licencia ambiental, que tan solo se otorgó catorce meses después del inicio de construcción del mismo. A pesar de esto, manifestó el gobernador, los funcionarios de la Anla nunca observaron las irregularidades.
Cuarto error: El gobernador detalló que según la Universidad Nacional, no hubo revestimiento en el tercer túnel de desviación, lo que provocó que fuera más frágil la estructura que colapsó.
“Este revestimiento no era el adecuado para las condiciones hidrodinámicas que se presentaron en la Galería Auxiliar de Desviación debido a los altos niveles del embalse que ocurrieron en el mes de abril de 2018. Las velocidades que alcanzó el flujo en el túnel GAD son superiores a las velocidades de diseño que resiste el concreto lanzado”, según la Universidad Nacional de Colombia.
Según este informe, el túnel estaba construido solo para soportar un caudal de 1.400 metros por segundo, aunque en este sector, durante épocas de lluvias podía alcanzar 3.500 metros cúbicos. Este flujo tuvo que ser soportado por 15 días, debido al cierre de los dos tunes originales, que fueron sellados en abril del 2018 para poder entregar la obra en diciembre del 2018.
“En los caudales de entrada al proyecto, medidos en la estación Olaya, (…) entre el 05 de abril hasta el 19 de abril de 2018, se presentaron velocidades en la entrada de la GAD (v > 12 m/s), que sobrepasaron el máximo límite de velocidad permisible (8 m/s) para el revestimiento del túnel (shotcrete). Con base en lo anterior, se puede concluir que con estos rangos de velocidad el túnel fue susceptible a desprendimientos del recubrimiento, y con ello, a dejar expuesta la roca”, dijo la Universidad Nacional de Colombia en septiembre 2018.
Quinto Error: El grupo EPM decidió cerrar los dos túneles originales de desviación sin que se cumplieran las dos condiciones recomendadas por los expertos, que era que la altura de la presa hubiese llegado a 390.2 mts. y la descarga intermedia estuviera lista.
“No obstante, la decisión de cerrar túneles de desviación se dio cuando la presa se encontraba en la cota 379,20, es decir, 3,80 m por debajo de la recomendación del Board y Asesoría. Además, no se habían terminado obras de ruta crítica como la descarga intermedia, compuertas de captación y conducciones en general”, señala un documento.
Error Sexto: La Universidad Nacional asegura que no se ejecutó correctamente la voladura de los tapones de concreto de los dos túneles de desviación, que se sellaron días antes de la contingencia y que se intentaron abrir para poder evacuar el agua que se estaba acumulando.
La Universidad Nacional de Colombia en septiembre de 2018 en el informe bajo el régimen de Calamidad Pública dijo en el informe “Voladura del tapón del túnel de desviación izquierdo”, lo siguiente:
1. No hubo un plan para volar el tapón completo.
2. No había personal con experiencia en la voladura de concreto con refuerzo.
3. La Prisa por actuar hizo tomar decisiones equivocadas.
4. Los avances por voladuras no corresponden a los que se logran con voladuras bien diseñadas.
5. Se “soplaron” 3 voladuras.
6. Cuando una voladura se sopla es porque la energía del explosivo no se usó para fragmentar y sacar del bloque los fragmentos del concreto. Normalmente el efecto es fragmentar creando problemas para la perforación subsiguiente. El personal de voladuras era inexperto. Cometía errores permanentes en la elección y colocación de retardos de fondos de barrenos.
Error Siete: Hubo errores frecuentes en la calidad de la perforación. Además, debido a las voladuras, el macizo de la montaña se vio afectada por la explosión de dinamita, durante el intento de abrir los dos túneles.
“El macizo ha recibido una afectación significativa por la energía de las voladuras que se realizaron en el tapón número 9 del túnel de desviación izquierdo y por las pulsaciones que generaron en su momento el complejo subterráneo de generación, por esto se sugiere cuantificar este daño recibido. Con el fin de tenerlo presente al momento de evaluar la competencia del macizo rocoso ante un eventual cierre de compuertas 1 y 2, ya que dicho cierre demandará altas cantidades de aire que de no ser suministradas podrían generar concentración de esfuerzos en el macizo rocoso e incluso falla del mismo”. Dijo la Universidad Nacional de Colombia, en agosto de 2018.
Error ocho: Concluyó el gobernador que el grupo EPM no tenía control sobre el proyecto durante la contingencia del mes de mayo, además no se previó el destaponamiento del túnel, que provocó los daños en el corregimiento de Puerto Valdivia.
"El 12 de mayo el Gobernador visitó a Hidroituango con el ministro de Medio Ambiente y la directora del Anla. El informe de EPM es que todo estaba controlado. Al final de la tarde se destaponó súbitamente el túnel derecho emitiendo un caudal mayor a 6.000 m3/s e inundando a Puerto Valdivia con miles de desplazados.
No tenía el constructor el control de los tapones de los túneles que fueron seguramente modificados por la gran cantidad de explosivos usados en las voladuras. Según la Universidad Nacional de Colombia, un caudal de más de 6.000 m3/s solo ocurre cada 500 años.
Federico Gutiérrez instaló este lunes las sesiones del Concejo afirmando que se formó en la vida pública y política en el debate y en la argumentación y bajo esas premisas de vida concurrió como invitado al debate en el Congreso de la República sobre los problemas de Hidroituango.
Y sostuvo que aunque en ese debate se expresaron propuestas serias, también se faltó a la verdad con muchas mentiras.
Ratificó su postura de proteger el patrimonio público que es EPM, sobre la cual dijo que debe decir toda la verdad, pero insistió que por la contingencia no se ha presentado una sola persona muerta y tampoco herida.
“Primero ha sido la vida”, recalcó ante los concejales al señalar que EPM ha asumido su responsabilidad y por ello se han invertido 60.000 millones para atender a la ciudadanía.
El alcalde dijo que es una injuria y calumnia que EPM haya elaborado una lista negra de concejales y menos del gobernador, cuando lo que ha hecho es configurar una lista de necesidades de las gentes en servicios públicos.
Igualmente manifestó que su gobierno no fue el que definió el proyecto, sino que es un asunto de tres administraciones pasadas, pero que por eso no va a eludir el debate, sino que siempre le pondrá el pecho para que EPM salga favorecida.
También consideró una infamia relacionar a Hidroituango con la graves hechos de violencia que han afectado al Norte de Antioquia.
“Hidroituango ha llevado desarrollo y progreso a la región, los que la han dañado ha sido la minería ilegal, la coca y los cultivos ilícitos”.
El alcalde de Medellín ratificó nuevamente que EPM seguirá siendo pública y que en esa calidad seguirá suministrando toda la información de lo que ha pasado.
Y terminó diciendo que contra la infamia y la difamación, actuará con prudencia y sensatez, exigirá respeto y será contundente.
Mediante un comunicado EPM informó que presentó demanda penal contra el gobernador Luis Pérez y la concejal de Medellín, Luz María Múnera, por sus afirmaciones sobre la elaboración de una supuesta lista negra en esa entidad.
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