Además de haber dado suficientes muestras de ser un excelente administrador, también debe reconocérsele la incuestionable dedicación y esmero que ha puesto para defender los intereses del departamento ante otras instancias, cuando se han querido vulnerar los derechos de Antioquia por otras autoridades.
Con su incansable capacidad de servicio y gran espíritu de trabajo social y comunitario, viene adelantándose la terea gubernamental del ingenioso ingeniero industrial y matemático Luis Pérez Gutiérrez. Con las características de todo buen antioqueño, trabajador incansable, madrugador y dedicado de tiempo completo a la ejecución pormenorizada del plan de desarrollo, hoy puede exhibir -con orgullo y satisfacción- buena parte de la labor cumplida frente a la propuesta política y programática que la ciudadanía aprobó con su elección, “Antioquia Piensa en Grande”.
Ha dedicado éstos años no sólo a darle cumplimiento al plan de desarrollo, la carta de navegación territorial que ha venido haciendo realidad en favor del pueblo antioqueño y, en especial, de las provincias o las poblaciones más necesitadas, sino que además, ha querido en esa materia cerrar la honda brecha de inequidad, desigualdad y pobreza que ha existido tradicionalmente entre algunas municipalidades y subregiones en relación con otras y, en especial, con las del centro o Área Metropolitana.
Uno de sus mayores logros es hacer, día a día, cumplida y cabalmente la tarea, acudiendo a su ingeniosa forma de administrar con austeridad, inteligencia y creatividad los recursos y sin necesidad de aumentar las deudas y compromisos adquiridos con anterioridad a su arribo a dicho cargo; pues su mayor aspiración, como en efecto ha venido logrando, es sanear la precaria situación fiscal con que recibió el cargo, recuperando la calificación triple A+ que se había perdido por la anterior Administración en materia fiscal y controlando, con audacia y decoro, el gasto público y, de manera muy significativa, los rubros de funcionamiento, en los que su buen y austero manejo ha arrojado resultados realmente sorprendentes que han fortalecido la inversión en otras significativas áreas.
En realidad, hay que reconocer, que con esta loable actitud y gran esmero por la defensa y mejoramiento de la función pública, la Administración Seccional se constituye en gran ejemplo, para que bajo estas premisas le sigamos apostando a ese gran reto que nos ha generado el Plan Estratégico de nuestro Departamento, PLANEA, para que con arduo e ininterrumpido trabajo interinstitucional y la participación de todas las fuerzas vivas de esta promisoria región, algún día alcancemos la vieja aspiración que ha sido nuestro gran sueño, que Antioquia sea “…la mejor esquina de América, justa, pacífica, educada, pujante y en armonía con la naturaleza”. Ya se piensa inclusive en la Visión para nuestro departamento para el año 2050.
Además de haber dado suficientes muestras de ser un excelente administrador, también debe reconocérsele la incuestionable dedicación y cuidado que ha puesto para defender los intereses del departamento ante otras instancias, cuando se han querido vulnerar los derechos de Antioquia por otras autoridades. Sin mencionar la forma como, digna, juiciosa y valientemente, ha afrontado las ofensas y agravios que otras latitudes nos hacen, queriendo cercenar nuestro territorio, a lo cual se ha opuesto siempre con grandeza, prevalido no sólo del apoyo popular e institucional, sino también y, especialmente, de serios y sensatos conocimientos del tema y con el más profundo sentido de pertenencia y respeto por nuestro territorio e instituciones.
No se puede olvidar la frontal y exitosa lucha desplegada ante el Gobierno Nacional, para que se le entregaran las partidas económicas a las que teníamos derecho por la venta de Isagen, querella sin la cual hubiéramos perdido importantísimas oportunidades de inversión en materia social y de infraestructura, pues gracias a su invaluable y vehemente gestión le fueron girados al fisco departamental alrededor de $307.000 millones, los cuales, con la gran capacidad de gestión, inventiva empresarial y emprendimiento que ha demostrado Luis Pérez, se ha encontrado la fórmula eficaz para multiplicar esos recursos, los cuales se han tornado ya en más de un billón de pesos, vía cofinanciación, que a buena hora han servido para que el departamento siga avanzando, como en efecto lo hace, en materias básicas del desarrollo regional tales como: la asistencia social, dentro de la cual, frente a muchos otros tópicos, se destaca la Educación (y en ella, la Digital, que habrá de ser el gran motor del progreso no sólo de esta región, sino también del país entero) y las obras de infraestructura civil, dobles calzadas, túneles, vías campesinas, por ejemplo, entre otras grandes obras que se adelantan actualmente a lo largo y ancho de todo nuestro territorio; el Túnel de Oriente que hoy, al paso que va, será dentro de muy poco toda una gran realidad, digna de mostrar ante el mundo entero, como fehaciente e irrefutable prueba del gran talento y laboriosidad con que se caracteriza el pueblo de Antioquia y Colombia, que -en honor a la verdad- avanzan en este gobierno regional a pasos realmente ejemplarizantes y dignos de toda admiración y reconocimiento.