El ministro de Agricultura, Andrés Valencia Pinzón, planteó en el Congreso Cafetero que de esta manera se puede aumentar la productividad y se trazó como meta que Colombia produzca 17 millones de sacos anuales a 2024.
Llevar a Colombia a una producción de 17 millones de sacos de café al año planteó a los cafeteros el ministro de Agricultura, Andrés Valencia Pinzón, durante su intervención en el 86 Congreso Nacional de Cafeteros, que se celebra en Bogotá.
La ambiciosa meta, que se debe alcanzar a más tardar en el año 2024, pasa por que la renovación de cafetales empiece a ser de 100.000 hectáreas cada año a partir de 2019, una cifra que supera en casi 20.000 las hectáreas renovadas en 2018, que serán cerca de 81.000, según las cifras entregadas por la Federación Nacional de Cafeteros.
“Nosotros le propusimos al gerente y a los cafeteros que renovemos 100.000 hectáreas por año con la idea de aumentar la productividad, que en este momento está alrededor de los 18,7 sacos por hectárea, y llevarla a 22 sacos por hectárea y que en 2024 podamos llegar a 17 millones de sacos producidos con la misma área”, afirmó el ministro Valencia Pinzón.
El jefe de la carta de Agricultura hizo énfasis en que esa iniciativa “encaja perfectamente con la política agropecuaria que estamos diseñando para el ordenamiento de la producción”, que consiste en “sembrar de una manera más efectiva y eficiente y para el caso de los cultivos permanentes, como es el café, aumentar la productividad”.
La propuesta oficial fue bien recibida por el gremio. Desde la Federación Nacional de Cafeteros, el gerente técnico, Hernando Duque, señaló que esa iniciativa sería “una contribución importante al rejuvenecimiento de la caficultura” y que “tendría impactos muy importantes en productividad en los años siguientes a la renovación”.
“Desde la gerencia técnica tenemos una claridad y un principio que consiste en que para que la caficultura colombiana no se envejezca, debe renovar por lo menos el equivalente al 10% del área cultivada cada año; en la propuesta que el ministro hace, esas 100.000 hectáreas serían más de ese 10%”, explicó Duque, quien añadió que de las 80.700 hectáreas renovadas hasta ahora, alrededor de 10.000 hectáreas son nuevas siembras de café, es decir territorios que no eran cafeteros.
El gerente técnico de la Federación explicó, además, que Colombia renueva muchos tipos de cafetales: “La mayor proporción de renovación es lo que llamamos caficultura tecnificada joven, que es la que tiene características de altas densidades y variedades de corte bajo; este es el motor más importante y el segmento que más se mueve. El segundo es el tecnificado envejecido, que se mueve mucho más lento porque es más difícil, son lotes envejecidos, normalmente en manos de pequeños productores”.
Así pues, si bien difícilmente se llega a renovar todo el café sembrado en el país, hectárea por hectárea, el trabajo realizado permite que los cultivos del país tengan en promedio una edad baja lo que, para Duque, es “una variable importante que define de manera crítica la productividad del país”.
Aunque es difícil cuantificar el valor de la renovación de los cultivos, puesto que existen muchas formas de hacerlo, el ministro Andrés Valencia Pinzón señaló cuáles serían las posibles fuentes de financiación para alcanzar la meta propuesta.
“Podemos utilizar la línea especial de crédito con una tasa de interés subsidiada a través de recursos del ministerio de Agricultura, tenemos que destinar un recurso importante a partir del año entrante con el fin de que logremos cumplir esa meta”, aseguró y añadió que “podríamos complementar eventualmente esa línea de renovación con unos apoyos a la fertilización para el parque cafetero”.
De otro lado, el ministro de Agricultura ratificó ante el Congreso Nacional de Cafeteros su intención de que los recursos que no se usaron para pagar el Incentivo Gubernamental para la Equidad Cafetera (Igec), con motivo de la caída de los precios, se usen como una especie de capital semilla para el Fondo de Estabilización de Precios.
“Nosotros hemos estado hablando con el ministro de Hacienda, lo que hemos visto es que no se ha ejecutado en su totalidad el recurso, nuestros cálculos nos llevan a pensar que más o menos va a sobrar el 97% o un poco más y lo que queremos es guardarlo y que alimente ese Fondo de Estabilización de Precios”, enfatizó.
Sin embargo, la creación o no del Fondo depende de que el Congreso de la República apruebe un proyecto de ley en ese sentido. “Ahí estamos definiendo cómo sería el mecanismo, cuáles serían los instrumentos”, dijo Valencia Pinzón.
“Obviamente el Gobierno estaría poniendo de su parte, aquí es una estrategia de todos ponen, hay que revisar también por parte de la Federación o del Fondo Nacional del Café cómo se podría complementar parte de ese recurso para alimentar ese Fondo, pero lo importante es que contamos con un capital semilla y con un proyecto de ley que tiene todo el apoyo del gobierno”, reiteró.
Otra propuesta del ministerio de Agricultura para los cafeteros fue la de traer al país la variedad Coffea Canephora, conocida como “Robusta” y que es la predominante en Brasil, con el propósito de venderla a nuevos mercados.
A este respecto, Hernando Duque, gerente técnico de la Federación, dejó en claro que el gremio conoce la idea porque “hemos intercambiado opiniones”, pero que la iniciativa “ha partido directamente del ministerio de Agricultura”.
“La responsabilidad en el desarrollo del proyecto es de Agrosavia (antes Corpoica) directamente, que ya ha importado algunas plántulas y materiales genéticos para probarlo en las zonas que el ministerio ha considerado”, explicó Duque, quien relató que el proyecto se encuentra en la fase de cuarentena y luego irá a la fase de adaptación.
“Es una iniciativa del Gobierno y nosotros no podemos intervenir, es un interés natural en el sentido de que, como dice el ministro, hay unos mercados que podrían estar comprando este café”, puntualizó.