Las ideas generan efectos dominó positivos
La semana pasada, los economistas Paul Romer y William Nordhaus ganaron el Premio Nobel de Economía. En particular el premio citó que este se entregaba a Romer “por integrar el conocimiento a la economía”.
Romer es el padre de la teoría del crecimiento endógeno. Esto en palabras sencillas significa que las fuentes de crecimiento no son sólo externas, sino que el crecimiento económico de los países también depende en gran medida de las condiciones internas que se establezcan para que las ideas pasen de la cabeza de los inventores a convertirse en empresas. Colombia por ejemplo, sigue siendo un país donde el crecimiento económico está muy marcado por fuentes externas: el precio del petróleo, del café, y la inversión extranjera directa.
Como siempre, este premio se entrega muchos años después, cuando ya todo nos parece obvio. Lo que quiere decir que la teoría era muy buena y que efectivamente era una explicación valida de la realidad. Algo que debe resaltarse de la teoría de Romer es que las ideas generan efectos domino positivos. Es decir, las buenas ideas, generan mejores ideas. Por esta razón la actitud correcta no es esconder las ideas, sino todo lo contrario, exponerlas para que estas detonen ideas en otras personas.
Para que las ideas puedan convertirse en empresas, se necesitan muchas condiciones. Ya en Colombia existen algunas de ellas, pero necesitan profundizarse. Se necesita buenas universidades, un buen mercado de capitales, más recursos para investigación, mejores escenarios para la transmisión de ideas, aumentar el tamaño de los mercados, entre otros.
Es una buena coincidencia que en la misma semana en que Romer ganaba el nobel, en Colombia se deban dos eventos en la dirección correcta. El primero fue un incremento en el presupuesto para las universidades públicas. El otro fue el evento Héroes Fest en la ciudad de Cali, en donde se reunieron más de 6200 emprendedores para intercambiar ideas en torno a cómo convertir sus ideas en empresas y en crecimiento económico. Hay cosas que siguen cambiando y para bien del país.