Cerca de 323 familias, atendidas por la Alcaldía de Medellín en el hogar de acogida Somos Gente, en Barrio Triste, recuerdan con dolor el pasado 18 de agosto, cuando un incendio consumió más de 100 casas ubicadas en el sector El Oasis, en Moravia. 

Estas personas, junto a las que lograron conseguir albergue con sus familiares, hacen parte del censo que en este momento sigue construyendo la Administración Municipal, con miras a formular el plan integral con el cual atenderán a los afectados por esta conflagración. 

El Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres (Dagrd) y el cuerpo de Bomberos de Medellín investigan las causas de la conflagración. El escenario no es nuevo. En otras dos ocasiones las llamas han consumido casas, sectores completos y dejado lesionadas a decenas de personas. Otros de menor magnitud también han sido frecuentes en ese deprimido sector. 
El alcalde Federico Gutiérrez se hizo presente en el lugar y tras un recorrido aseguró que el incendio afectó principalmente aquellas casas construidas en madera y otros elementos altamente inflamables, ubicadas en su gran mayoría en la parte baja.

Carlos Alberto Gil Valencia, experto en gestión del riesgo y exdirector del Dagrd, afirmó que existen elementos que, inevitablemente, aportaron a que se diera la conflagración en este y en otros territorios de Medellín en la historia reciente. 

“La mayoría de las viviendas eran ranchos hechos de cartón y madera, algunos habitantes son recicladores y guardan estos materiales en sus casas (elementos que avivan las llamas) y también influyen las condiciones atmosféricas como los fuertes vientos. Estas condiciones producen incendios que se propagan rápidamente”, manifestó Gil Valencia.

Diego Moreno, subdirector de manejo de desastres del Dagrd, explicó a EL MUNDO que “lo más común en este territorio es la mala manipulación del fuego y las veladoras, especialmente por los niños, y los materiales de las casas. Hay prácticas irresponsables dentro de la sociedad en general”.

Según expertos consultados por EL MUNDO esta problemática no es nueva ni exclusiva de Moravia, sino que es un reflejo de lo que sucedió en barrios como Villatina, Santa Cruz, Mano de Dios, El Pinal, Olaya Herrera y Vallejuelos. Un patrón de prácticas y unos tipos de construcción que se han vuelto focos de riesgo para la ciudad y de afectación para personas que han llegado a Medellín desplazadas por la violencia. 

Zonas en riesgo

Diversos factores confluyen para que se produzca un incendio. Condiciones geográficas, climáticas, poblacionales y presencia de elementos específicos hacen propicia la combustión.
Para Gil Valencia, aunque no se pueden dar razones específicas de cada caso hasta que haya una investigación, “por lo general, se producen por la mano del hombre, ya sea por acción o por omisión; con dolo o sin el propósito de que suceda”.

“A veces hay malas prácticas en los hogares, están asentados en terrenos donde se concentran gases, se guardan solventes, materiales potencialmente explosivos o pipetas de gas. Hay mala manipulación de materiales; hay una falta de cultura de riesgo y de la autoprotección. También puede sumarse que estos lugares son marginados, son casas hechas de madera”, argumentó Gil Valencia. 

Moreno, quien hace parte del Dagrd, entidad encargada del cuerpo de Bomberos de Medellín, agregó que “la mayoría de los incendios domiciliarios se dan por construcciones de viviendas que no cumplen con las normas mínimas, es decir, son inmuebles subestandar. Por ejemplo, pueden generarse problemas cuando no se usan materiales idóneos para las obras como madera, cartón, plásticos altamente flamables; también pueden presentarse fallas eléctricas por instalaciones fraudulentas y asentamientos en terrenos vulnerables a desastres naturales”.

Prácticas como el uso de pipetas de gas en zonas de alto riesgo de explosión, como ocurrió en Villatina en 2016, combustión de material reciclable como ha sucedido en Moravia en 2007 y 2016 y el mal uso de velas y elementos de fuego, sumadas a las altas temperaturas en zonas periféricas de la ciudad, son el coctel de elementos que han causado los mayores incendios domiciliarios. 

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Sobre esto, Gil Valencia señaló que “dejar a los niños solos, encerrados y con elementos altamente flamables, como las veladoras, es una práctica irresponsable que se ha dado en Medellín. También sucede por dejar las estufas encendidas, con una olla de aceite o de agua, sea para salir a la tienda o, a veces, salen de viaje y olvidan apagar los electrodomésticos. El uso de cigarrillos y su mal destino final genera mucho riesgo de llamas por descuido de las personas”.

“Adicional a esto, no se tiene la cultura ni las herramientas para extinguir un incendio de manera apropiada y oportuna, además de que estos lugares carecen de hidrantes y accesos fáciles para los camiones de bomberos”, manifestó.

El experto en gestión del riesgo argumentó que no ha servido la prohibición de las construcciones con materiales como madera, plástico y otros que no garantizan la resistencia y calidad de la obra, ya que “las normas existen, pero infortunadamente sigue sucediendo lo mismo, porque existen problemas de control urbanístico. Son invasiones, casas que no tienen una matrícula inmobiliaria ni licencias de construcción y muchas están muy mal hechas”.

¿Incendios provocados?

Otra de las hipótesis sobre los repetidos incendios en Moravia es que son provocados.

Sobre esto, Moreno sostuvo que esta presunción debe ser manejada de manera responsable, pero no ser descartada.

“Las investigaciones que hacen los bomberos intentan hallar las causas y el origen. Cuando estas determinan que el incendio fue provocado, el caso es escalado a la Fiscalía, que se encarga de esclarecer los hechos y sus responsables”. 

Por su parte, Gil Valencia explicó que se debe permitir la investigación de las autoridades, pero “no se debe descartar, en ningún momento, una mano criminal en un tipo de incendio como este; sobre todo cuando se ha repetido. Lastimosamente, la gente aprovecha estos desastres para hacerse pasar por víctimas, personas que están esperando una vivienda o una solución por parte de la Administración y ven en estas circunstancias oportunidades para pescar en río revuelto”.

EL MUNDO consultó a la Fiscalía si se adelanta allí alguna investigación por el incendio ocurrido en Moravia, a lo que el ente acusador respondió negativamente.

La solidaridad en Medellín: más fuerte que cualquier tragedia

Tras el incendio en Moravia, el alcalde Federico Gutiérrez invitó a la ciudadanía a ser solidarios con los damnificados.

“El paisa es muy solidario, así que necesitamos la colaboración de todos, hay que ayudarles a estas familias que antes tenían muy poco y ahora no tienen nada”, enunció en su llamado.

La Cruz Roja Colombiana Seccional Antioquia fue la entidad encargada de recibir las ayudas humanitarias. Para Andrés Felipe Ramírez Cifuentes, coordinador de socorro de esta organización, “las expectativas fueron superadas satisfactoriamente. La campaña comenzó un viernes, víspera de puente, en el cual la gente posiblemente estaba de viaje, pero tuvimos una gran acogida y recibimos muchos aportes, entre ellos kit de alimentos, de aseo, de vestuario, de cocina e insumos para bebé”.

Ramírez sostuvo que “los antioqueños nos destacamos en todas partes por ese sentido de acoger a los demás con solidaridad. Así tengamos una librita de arroz y panela, la llevamos donde la requieran con más urgencia”.

“11,4 toneladas fueron ya entregadas a las familias, y el resto de las 18,5 toneladas están aún en etapa de clasificación y cuando se cumpla con este proceso, será entregada a estas familias por parte de la comisión social que está encargada por el Dagrd”, informó. 

Por su parte, Betsy Edith Rentería, coordinadora de la Institución Educativa Fe y Alegría Luis Amigó, uno de los centros de recolección designados por las autoridades para la recepción de las donaciones, afirmó que “hemos recibido donaciones de todos los sectores y estratos de la ciudad; incluso de la misma gente que resultó afectada y tenían cosas que no necesitaban”.

Para Rentería, el apoyo en redes sociales, el Centro de Desarrollo Cultural de Moravia y los mismos jóvenes fueron definitivos. “Desde la educación se ha trabajado por mucho tiempo en una cantidad de valores que llevan a que los jóvenes no solo tengan la mano abierta para recibir, sino para dar”, concluyó.

El día que invita a pensar en los demás

Con el objetivo de generar y afianzar las acciones de altruismo entre las personas y los países, el próximo 31 de agosto se conmemorará en el mundo el Día Internacional de la solidaridad, el cual coincide con el aniversario del movimiento polaco Solidarno?? (solidaridad), fundado por Lech Walesa, quien obtuvo el premio Nobel de la Paz en 1983.

La conmemoración fue proclamada por la ONU el 15 de noviembre de 2000, y cada año invita a que todas las organizaciones y personas trabajen por hacer un mundo donde el bien común sea una prioridad.

Adicionalmente, se le da importancia al contexto actual del mundo, en el cual muchas familias tienen carencias para darle alimentación, educación y bienestar a sus hijos. 

Solidarno??, que se fundó en 1980, fue una federación sindical de Polonia que abogaba por la lucha obrera católica contra el Gobierno comunista de este país, las alzas de los precios de los productos de primera necesidad y la creación de sindicatos independientes.

¿Cómo prevenir los incendios domiciliarios?

Diego Moreno, del Dagrd, recordó que las construcciones y los sistemas eléctricos deben cumplir con las regulaciones existentes, que se debe urbanizar en lugares aptos para los asentamientos y evitar la exposición de elementos flamables a condiciones fuertes del ambiente.

“Evitar la manipulación de candelabros y veladoras, y si van a usarlas, hacerlo en lugares donde no haya nada combustible y en superficies sólidas que no se prendan, como platos de losa. También es indispensable el orden y el aseo; fumar dentro de la casa no es bueno porque hemos tenido incendios que son iniciados por cigarrillos dentro de papeleras y otros lugares combustibles”, manifestó.

El Dagrd recomienda que antes de salir del hogar se revise que las llaves de agua y pipetas de gas domiciliario se encuentren totalmente cerradas; que no haya electrodomésticos conectados o encendidos y que no estén cocinándose alimentos en la estufa.

Además, en caso de observar un incendio en una casa o local comercial, comunicarse  al número Único de Seguridad y Emergencias: 123.