El trasegar de los humanos por el planeta, está lleno de vicisitudes. El camino no es precisamente un sendero de rosas, pero muchas de las veces, los humanos nos las sabemos complicar, pues luego de dar algunos pasos hacia adelante, salimos con las sorpresas de desandar los pasos y perder así el tiempo y la experiencia invertidos y adquiridos, en el entendido que cada cual, ve la realidad y se aproxima a ella, de acuerdo con sus intereses. Por lo tanto, los comentarios y reflexiones que vamos a plantear son obviamente, subjetivos.Después de varios decenios de ser declarada como Museo y además Patrimonio de la Humanidad, y después de haber sido aceptadas estas condiciones por todas las religiones interesadas, el controvertido gobierno turco de Erdogan, declara que Santa Sofía (Aya Sofya) en Estambul, vuelve a ser mezquita después de 86 años, volviendo a alborotar el avispero de los fanáticos de todas las religiones, fanatismo que siempre ha estado ahí y que no requiere sino de una buena excusa para explotar. La buena excusa está servida. ¡Amanecerá y veremos!En lo local, la nueva Constitución Política abrió la posibilidad de la dosis mínima de consumo de marihuana, el actual gobierno la frena a través del nuevo Código de Policía y hoy los altos tribunales vuelven a aceptarla. ¡Qué pérdida de tiempo y qué falta de sindéresis!Se anuncia por parte de EPM que su planta piloto Jepírachi en la Guajira, funcionará hasta el 2023, noticia, que nos deja apesadumbrados, ya que la energía eólica es una de las mejores alternativas para la producción de energía limpia. Razones técnicas y financieras debe tener EPM para tomar esta decisión que esperamos sea compensada con el montaje de un nuevo campo eólico ya no como piloto, si no como planta de producción de energía limpia en propiedad.Como periódicamente sucede, el actual contralor general de la Nación recorre el país “descubriendo” elefantes blancos, es decir, obras inconclusas que están ahí, a los ojos de todo el mundo, sin que hasta el presente se hayan tomado las medidas y las acciones necesarias para culminarlas, que sería lo obvio, o para tumbarlas.Debería existir un punto dentro de un Plan de Desarrollo serio, para destinar los recursos necesarios para que este tema sea resuelto y obviamente los responsables asuman las responsabilidades de todo orden que les competan. No es suficiente la alharaca mediática, si no se toman las decisiones apropiadas y oportunas dentro de la extemporaneidad.Un ir y venir de discursos se pronuncian por kilómetros, alrededor del problema de la deforestación y de los programas de reforestación. Lo cierto es que a la fecha no hay un control efectivo contra la deforestación generada por parte de cualquiera de los varios actores involucrados que la provocan, como tampoco un proyecto serio y continuado para recuperar y ampliar la extensión forestal en el país.Ojalá aprovechemos la nueva producción de nuestro grande Carlos Vives, CUMBIANA, para volver los ojos hacia la Ciénaga Grande de Santa Marta y hacer lo que haya que hacer para intervenir las infraestructuras viales mal diseñadas y volver a permitir mediante obras apropiadas, la circulación de las aguas del mar y del Magdalena para que renazcan los manglares y reviva ese maravilloso ecosistema destruido por imbéciles.Por último, ya aparecen las pilatunas legales para evitar o demorar la demolición del Edificio Aquarela construido cerca al Castillo de San Felipe en Cartagena, el cual no debió haber recibido nunca licencia de construcción, entregada en su momento por otros imbéciles. Ya la UNESCO dio como plazo hasta el 2021 para que la construcción sea demolida, o sino Cartagena y Colombia perderán la calidad de Patrimonio de la Humanidad que hoy posee el Castillo de San Felipe.Excelente el programa que ha emprendido la Alcaldía de Medellín para aprovechar estos nuevos días de cuarentena para intervenir zonas en estado de deterioro y recuperar el espacio público que se había perdido. Las acciones inicialmente emprendidas en los sectores de La Bayadera y el Sagrado Corazón o Barrio Triste, son ejemplarizantes y deben servir de estímulo y de ejemplo para intervenir otras zonas en franco deterioro. ¡BRAVO!Como una cosa es planear y otra planificar, y otra cosa es no planear y no planificar, es prudente que aquellas construcciones de vivienda subsidiada que se entregan en obra negra después de muchos trámites y una alta dosis de paciencia por parte de los beneficiados, -que en la mayoría de los casos se originan por una tragedia previa como un derrumbe, una inundación, un incendio, un temblor u otra calamidad-, sean dotados de los servicios públicos elementales, entre ellos, ya no como cosa marginal, sino estructural, la conexión a INTERNET. Pongo como ejemplo la urbanización La Cabañita en San Cristóbal, una Unidad de 9 bloques de 6 pisos ocupada recientemente por sus nuevos dueños, un poco más de 50 familias cuyos niños no tendrán como acceder a la educación virtual forzada, a la cual nos tiene sometida la bendita pandemia.NOTA 1: Mi completa solidaridad con el Señor Gobernador Aníbal Gaviria Correa y su distinguida familia.NOTA 2: Mis agradecimientos a la casa EL MUNDO por haberme permitido comunicarme con ustedes a través de las 900 columnas que ajustamos hoy y que coinciden con la suspensión de actividades para el Periódico y mil gracias a ustedes por tomarse el tiempo para leer esta Columna de Opinión.Es un golpe duro para el fortalecimiento democrático y para el ejercicio de la pluralidad y la tolerancia, pero esta es la realidad que nos corresponde enfrentar, en un país como el nuestro. Una última invitación, a que vayamos siempre, con prudente optimismo, ¡DE CARA AL PORVENIR!
Puede ser que algunos de los escritorios en los que nos sentábamos quienes trabajamos en el Periódico EL MUNDO hayan estado ahí desde siempre, desde que lo crearon, a finales de la década de 1970. Sí, caminar hoy por su sala de redacción es como si se apreciara una instalación de Doris Salcedo, la melancolía de esos muebles parece decir que se apaga un sueño que comenzó el 20 de abril de 1979, cuando empezó a circular en Antioquia un diario con ideas fundamentales, como la de la libertad. Esa libertad no podía escapar de la cultura. EL MUNDO fue pilar del inicio de proyectos culturales que transformarían la vida de la ciudad, del departamento y del país. Basta con entrar al Archivo, buscar los folios del Pequeño Teatro, el Matacandelas, el Taller de Artes, La Fanfarria y darse cuenta cómo el Periódico de logo rojo, liberal, entrevistó a miles de artistas, entonces emergentes, creyendo en que nuestra realidad podría existir un sector cultural que se hiciera preguntas importantes.Lea también: Un sector que sigue sacando el sombreroAna María Cano, quien después fundaría La Hoja de Medellín, fue la primera periodista cultural de EL MUNDO. Después la reemplazó Ana Piedad Jaramillo, directora de los Eventos del Libro y exdirectora del Museo de Antioquia y el Teatro Colón. Vino entonces el tiempo de Maryluz Vallejo, hoy doctora en Ciencias de la Información, profesora Titular de Tiempo Completo del Departamento de Comunicación y jurado del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar este 2020. Cuenta Carmen Vásquez, periodista de moda, que cuando Darío Arizmendi era el director de EL MUNDO le dio a cada una su “reino”, le dijo a la periodista cultural que ella se encargara de lo artístico, mientras a Vásquez la mandó a los cocteles, a buscar a la “gente linda”, le permitió tener la primera página exclusiva de moda en estas tierras, guiado en lo que hacía la Revista Hola en España, para que así estuviera clarísimo qué era cultura, qué era entretenimiento, qué era moda y qué era sociedad.Desde sus inicios, EL MUNDO dedicó páginas enteras a la agenda cultural, que eran las más difíciles de editar, porque tenían la agenda de cine, la de teatro, los conciertos, los recitales, las presentaciones de libros, todo, independiente de los artículos periodísticos de una y dos páginas que hacía la sección de cultura.Antes de que su experticia fuera el periodismo político y de opinión, Luz María Tobón, directora de EL MUNDO, fue periodista cultural. Todavía tiene en su oficina una foto de su entrevista a un joven Fernando Botero. Ella, de mamá artista, de familia siempre amante de la cultura, defendió el periodismo cultural hasta el cierre, influyendo, de alguna manera, en que siguiera con cada cambio de dirección. Con la llegada de don Guillermo Gaviria Echeverri, quien respetó lo que hacía el Periódico en este campo, se dio vía libre a que ese saber no se apagara.Nombres como el de Pilar Velilla, exdirectora del Jardín Botánico y el Museo de Antioquia; María del Rosario Escobar, exsecretaria de Cultura Ciudadana de Medellín y actual directora del Museo de Antioquia; la maestra Patricia Nieto, quien guía la Editorial Universidad de Antioquia y es docente de la Alma Mater; o el crítico de cine Pedro Adrián Zuluaga, escribieron una historia cada día, por varios años, en la redacción de EL MUNDO, cubriendo cultura.El Mundo Semanal, el Imaginario y Palabra&Obra fueron los tres suplementos culturales que dijeron cosas muy importantes a la ciudad, al país. Óscar Valencia, jefe de diseño de EL MUNDO, contaba que Imaginario fue osado, despertando muchas molestias en algunos “paisas de Medellín”, cuando su editora puso en la portada la foto de dos hombres homosexuales, desnudos, después de una Marcha del Orgullo. Sus contenidos hablaban de la cultura como lo que somos, reflexionaban sobre la ciudadanía cultural. Palabra&Obra, por su parte, buscaba hacer reportajes de largo aliento con personajes que se destacaban en el campo cultural, teniendo en su portada a importantes creadores como Débora Arango, Gilberto Martínez, Víctor Gaviria, Fernando Botero, Félix Ángel, Cristóbal Peláez, Beatriz González, Alberto Sierra, Antonio Caro, Dora Ramírez, Leonardo Padura, René Uribe Ferrer, entre muchos otros. Una vez, el artista Richard McGuire, reconocido por ilustrar publicaciones como The New Yorker, nos hizo el honor de hacernos una edición especial de Palabra&Obra. Publicamos un especial completo sobre la salvaguarda del patrimonio de Frida Kahlo y Diego Rivera, hecho en Ciudad de México, analizamos muchas veces lo que hacían en el Ministerio de Cultura, cubrimos la Bienal de Venecia, la Feria Internacional de Arte de Madrid (España), Artbo, el Salón Nacional de Artistas, el MDE, la Fiesta de las Artes Escénicas, el Festival de Tango, los diez años de la Fiesta del Libro con edición especial, siempre estuvimos ahí, en cada evento, en cada lanzamiento, en cada nacimiento.Y cometimos errores, muchos, porque EL MUNDO siempre fue una escuela de periodismo cultural. Cómo les parece que una vez, matamos a alguien que revivió. Olga Elena Mattei estuvo muerta durante unos minutos, nos llamaron directamente desde la clínica a contarnos tal suceso. Lloramos, planeamos un especial, llamamos a Héctor Abad Faciolince, él nos dio su declaración sobre la importancia de Mattei para la literatura nacional y corrió a publicar en su Twitter que había muerto.Hasta que, de esas cosas que pasan, los médicos la revivieron, la reanimaron y no se murió. Desde entonces, Faciolince ha sido muy lejano. Es que en el Código Caracol, María Lucía Fernández publicó lo que pasó, en la edición de las 7:00 de la noche: “la inmediatez de las redes sociales le jugó una mala pasada al escritor Héctor Abad Faciolince”. Casi nos ahorca, publicó en su cuenta en esa red: “serán imbéciles los de EL MUNDO”...Vale la pena decir que defendimos causas importantes. Hay que agradecerle a Irene Gaviria y Luz María Tobón que nos permitieron ser autónomos en el contenido cultural. Fuimos nosotros quienes cuestionamos el cambio de vestido que les hicieron a los Silleteros, desconociendo que eran un patrimonio, con lo que hubo polémica nacional, cuando Aníbal Gaviria era el alcalde. No nos censuraron.Fuimos nosotros quienes iniciamos a hablar de los “hipster”, cuando todavía esa manifestación cultural era bastante desconocida.Gritamos duro con investigaciones. Nosotros nos dimos cuenta de que las Bibliotecas Públicas de Medellín habían sido cerradas por el gobierno de Federico Gutiérrez, desconociendo su importancia en la transformación social, con la excusa de ahorrar recursos del presupuesto público. Vaya error de visión política, por eso insistimos con varios artículos en que los Parques Bibliotecas eran la opción que tenía un niño de cualquier comuna de no caer en las redes de tráfico, su puerta de escape muchas veces a la violencia física y sexual. Incomodamos a Sergio Fajardo sobre la responsabilidad en las fallas en la fachada de la Biblioteca España, tanto que salió en portada diciendo “voy a hablar de la Biblioteca España, cuando yo quiera”, los memes no se hicieron esperar en las redes sociales.Cuando iban a sacar al maestro Alberto Correa de la Filarmónica, nosotros lo contamos. Insistimos en que el presupuesto para cultura siempre debía subir en el gobierno nacional, el departamental y el local. Y, sobre todo, le dimos voz a un sector que no encontraba en otros medios un espacio que valorara sus obras, que escuchara sus demandas, que necesitaba, en pleno siglo XXI, más que nunca, una presencia en la agenda pública.EL MUNDO insistió en la importancia de la formación artística para la infancia. Con su proyecto Educar Mientras se Informa y su Concurso Personitas de Colores, invitó a que los niños pintaran sus sueños. Otra cosa que hizo fue premiar con el Mundo de Oro a quienes durante decenios trabajaron por el sector, entre los ganadores estuvieron Graciliano Arcila Vélez, la Emisora HJCK de Bogotá, Guillermo Abadía Morales, Fanny Mickey, la Orquesta Sinfónica de Antioquia, la Cámara de Comercio de Medellín, la Biblioteca Pública Pilotoy la Emisora Cultural de la Universidad de Antioquia, Débora Arango, la Biblioteca Central de la Universidad de Antioquia, Carlos Castro Saavedra, el Instituto de Integración Cultural Quirama, Luis Alberto Correa, Rafael Sáenz Moreno, el Museo de Arte Moderno de Medellín, Luis Alberto Álvarez y la maestra Cecilia Espinosa, su última galardonada.En los comités de redacción, muchas veces nos peleamos con quienes nos preguntaban “y ese, ¿a quién le ha ganado?”, poniendo en duda la idoneidad de los artistas emergentes, peleamos por ellos como el futuro del sector y del arte nacional. La cultura también era un tema para abrir el Periódico, nosotros le dimos la portada al Salón Nacional de Artistas, cuando volvió a Medellín, en su edición 43. Juliana Restrepo y Jaime Cerón, sus directores, llegaron con la edición impresa de EL MUNDO a la apertura de aquel certamen, que durante sus tres meses contó con un cubrimiento diario, detallado, sobre lo que intentaban decir los curadores, que propusieron como tema el oxímoron “Saber-desconocer”.Cuando la notoriedad no abarcaba la obra de Pablo Montoya, cuando parecía que a la crítica local y nacional le faltaba creen en tal talento, nosotros reseñamos su Tríptico de la infamia, sin necesitar que el Premio Rómulo Gallegos nos validara lo grande el autor, porque pudimos verlo.Le puede interesar: ¿Seguro les hace falta la crítica?Que sea el momento para decirles gracias a los cientos de artistas, gestores, investigadores, profesores, curadores, comunicadores y colegas que nos buscaron para pedirnos una opinión, para ofrecernos sus contenidos, así como para criticarnos. Aprendimos juntos, crecimos juntos, hicimos historia juntos.EL MUNDO fue y será la casa de la cultura de Medellín, como quedará para la historia en su archivo, porque aquí pasaron hitos como que Gabriel García Márquez quisiera que la redacción del medio que soñó fundar se pareciera a la del diario liberal de Medellín, donde estuvo dando talleres y compartiendo con los periodistas.Gracias, EL MUNDO, gracias porque nos dejaste soñar que esa utopía que adoptamos, la de cambiar el mundo haciendo periodismo cultural, podía ser posible.
Con todo respeto, no comparto el criterio de quienes han venido criticando a la Corte Constitucional por haber declarado la inexequibilidad del Decreto Legislativo 580 de 2020, por el cual se dictaban medidas en materia de los servicios públicos de acueducto, alcantarillado y aseo, por el motivo que condujo a la adopción del fallo y que también expuso la Secretaria Jurídica de la Presidencia de la República: aunque, según el comunicado de la Corte, se dictó y promulgó en desarrollo del Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica, se expidió dentro del término de vigencia del estado de excepción y se encuentra brevemente motivado y lleva la firma del Presidente de la República, no fue suscrito por todos los ministros del despacho. Faltaron las firmas de los ministros de Salud –lo cual llama la atención en cuanto la emergencia fue provocada por la pandemia- y de Ciencia y Tecnología.Lea también: Cumplir la ConstituciónComo señala la providencia,” el mandato constitucional referente a que los ministros suscriban los decretos legislativos que se expiden en virtud del estado de emergencia económica, social y ecológica constituye una condición indispensable de validez de dichas normas, en la medida en que con este se garantiza, el principio democrático, durante el estado de excepción, pues se contrarresta el déficit de deliberación y se limita la facultad discrecional del presidente”.La exigencia constitucional de que estos decretos, además de las firmas del presidente, lleven las de los ministros –todos- no corresponde simplemente a un requisito de forma y sin mayor trascendencia. Por una parte, cuando hablamos de los estados de excepción –entre ellos el de emergencia- aludimos al ejercicio de una potestad extraordinaria del Ejecutivo, que normalmente no tiene a cargo la función de expedir las leyes –atribución que, por cláusula general de competencia, corresponde al Congreso-. Por otro lado, la Constitución es clara cuando expresa (art. 115) que las firmas de los ministros en los decretos los comprometen y por medio de ellas asumen una responsabilidad por las medidas y decisiones que adopta el Gobierno Nacional. Y, además, las normas superiores relativas a los estados de excepción exigen expresamente “las firmas de todos los ministros” y subrayan su responsabilidad. El 215, para el caso del Estado de Emergencia Económica, Social, Ecológica o por calamidad pública, estatuye: “El Presidente de la República y los ministros serán responsables cuando declaren el Estado de Emergencia sin haberse presentado alguna de las circunstancias previstas en el inciso primero, y lo serán también por cualquier abuso cometido en el ejercicio de las facultades que la Constitución otorga al Gobierno durante la emergencia”.Le puede interesar: Sobre las sesiones virtualesDe manera que no estamos ante un mero formalismo. Ni se puede sindicar a la Corte Constitucional de haber sacrificado el fondo de la medida en aras de la forma, o de no haber hecho prevalecer el derecho sustancial, como lo exige el artículo 228 de la Carta. Ella tiene a cargo la guarda de la integridad y supremacía de la Constitución, que exigió, en estados de excepción, las firmas “de todos” los ministros, no de algunos.Y el vicio no era subsanable, toda vez que al momento del fallo el decreto ya había sido promulgado y había entrado a producir efectos. En estas materias no se puede improvisar.
Duele la desaparición de EL MUNDO, después de más de 40 años de actividad ininterrumpida, con periodismo de calidad informativa y pluralidad de opinión. Desde hace dos años, cuando la publicación impresa diaria le dio paso a una semanal, el diario quedó herido de muerte porque había perdido su esencia. La desaparición de los periódicos impresos es una de las consecuencias nefastas de llamada revolución digital; nefasta porque los ha destruido sin sustituirlos por nada mejor.Lea también: Harry Sasson, la renta del suelo y las sopas MaggiLa prensa impresa, que resistió los embates de la radio y la televisión, agoniza en todos los países. Se cuentan por centenas los diarios desaparecidos y los que subsisten lo hacen en formatos cada vez más escuálidos y pobres en contenido. Sin la palabra impresa, la fuerza de la vieja sentencia, “lo escrito, escrito está”, se desvanece y con ella las exigencias del rigor informativo y de la clara separación entre la opinión y la noticia.Estas dos fueron las características señeras de EL MUNDO que nunca ocultó su carácter de diario liberal militante, pero abierto siempre a una amplia diversidad de opiniones, tanto en la época de Don Guillermo Gaviria, como en los últimos años bajo la orientación de su hija Irene y de mi querida amiga Luz María Tobón.El de Don Guillermo fue un liberalismo doctrinario, más bien clásico, cuya orientación intervencionista no lo apartó nunca de la defensa de la iniciativa privada como fundamento de la actividad económica en una sociedad verdaderamente libre. Por supuesto que, como periodista, fue también un liberal en el sentido partidista, aunque, el gran hacedor de empresas que fue, seguramente se habría sentido contrariado por la orientación anti-empresarial que aqueja a sectores amplios del que fue siempre su partido.Quizás a causa de la bancarrota ideológica del Partido Liberal, el liberalismo de EL MUNDO de los últimos años perdió su matiz partidista y se hizo más conceptual y de principios, buscando irradiar los valores de la democracia liberal y la iniciativa privada con responsabilidad social a las gentes de todos los partidos y la sociedad entera.Esa defensa de la democracia liberal se expresó en sus cuestionamientos al proceso de paz por su indiferencia frente a las víctimas de la Farc y las grandes concesiones hechas a lo que no era más que organización criminal que no representaba a nadie, como quedó en evidencia con las paupérrimas votaciones recibidas en las dos elecciones en las que ha participado.Su reconocimiento de la iniciativa privada como fundamento de la actividad económica y de la creación de riqueza, se manifestó recientemente en su insistente reclamo de la reactivación de la economía acompañada de la flexibilización de la contratación laboral.Pero quizás la más firme posición de EL MUNDO en los últimos años fue su incansable y persistente reclamo al gobierno a cumplir su misión fundamental de proteger la vida de los ciudadanos. No importa lo que el gobierno haga en cualquier ámbito, si no protege la vida de las personas está incumpliendo gravemente su obligación constitucional y lo que es en definitiva su razón de ser.Muchos años atrás, cuando, por incompatibilidad con mi actividad profesional, decliné la invitación que me hiciera a escribir en el periódico que acababa de adquirir, Don Guillermo, insistente, me dijo que escribir en EL MUNDO sería un honor.Le puede interesar: Una propuesta ilegal, inconveniente y peligrosa, pero imparableHace algunos años, por invitación de Luz María Tobón, EL MUNDO acogió generosamente mis artículos. Me sentí cómodo y complacido de hacer parte de tan noble empresa periodística y muy honrado, como había anticipado Don Guillermo.
Hoy he recibido la noticia: EL MUNDO, después de una tarea periodística de 41 años, ha decidido cerrar su fase de periodismo impreso. El entorno es cambiante, la evolución de hechos, tecnologías, épocas, conduce a decisiones y nuevas direcciones en los caminos que nos presentan horizontes distintos y nos hacen dejar atrás paisajes familiares a los cuales habíamos tomado un cariño como el del poeta cartagenero a los zapatos viejos. Algo diferente se abre en las perspectivas del futuro inmediato. Mis mejores deseos para FundaMundo, para la querida y admirada familia Gaviria Correa, y para la buena ventura de sus proyectos y su liderazgo, siempre inspirados en el bien para la comunidad y para Antioquia. Algunos de estos cambios son dolorosos, como lo es, en lo personal, este: se trata de una pérdida para el periodismo escrito en la región, y en Colombia. Pero EL MUNDO cierra este ciclo, como lo manifiesta su directora Luz María Tobón Vallejo, con la satisfacción del deber cumplido.Lea también: Alatriste: la punta de su espadaTermina para Antioquia una tribuna de decencia, de buen periodismo, de compromiso con la verdad. Se culmina la etapa de un esfuerzo colosal en pro de los intereses sanos de nuestro departamento, pionero para Colombia en tantos aspectos de progreso, de desarrollo, de apertura al futuro. EL MUNDO ha cumplido y constituye un gran honor ser parte, modesta y pequeña, de esta locomotora de la honradez y de la opinión crítica y creadora.Después de escribir la columna “Vestigium” durante veinte años -un total de 492 columnas, de periodicidad quincenal, casi ininterrumpidamente- vienen a mi teclado unas palabras que no puedo evitar, pues las asocio necesariamente a esta tribuna periodística: agradecimiento, aprendizaje, disciplina, creatividad.Cada uno de mis textos fue acogido respetuosamente por parte de los editores y de la dirección en estos años. Nunca he recibido la más mínima interferencia respecto a los temas y enfoques para los cuales con total libertad se me ha cedido el espacio. Siempre he sentido la presencia viva y efectiva de un genuino respeto por el diálogo inteligente, por el ir y venir de ideas ordenadas y rigurosas, expresadas dentro del marco de la consideración hacia la verdad y hacia el lector como un interlocutor merecedor de un trato digno y humanizante. Por parte de la dirección del periódico siempre recibí palabras de aliento, de buen criterio, de magnífica atmósfera de ejercicio de la inteligencia.Escribir Vestigium, con la variedad de tonalidades presentes en el entorno de las realidades contemporáneas, fue un hábito de disciplina, de investigación, de contrastes, de búsqueda de fuentes verificables. Una tarea constante de enriquecimiento y educación personal que tuvo que pasar por el tamiz del lector crítico y exigente, a quien también debo expresar agradecimiento. Mi padre, Hernán Gómez Atehortúa, fue el mejor lector, crítico y corrector que tuve. También asumí una tarea constante de aprendizaje en cuestiones de estilo y de forma periodística. No puedo olvidar las didácticas exposiciones de Arturo Giraldo Sánchez.Un “Vestigium” es la señal, la huella, la marca que deja el pie de un viajero sobre el camino. Hay algo relacionado con la memoria, con el registro de los datos de alguien que ha pasado por un lugar y ha dejado su impronta. Es el indicio de que por allí ha estado un “homo viator”: un viajero, frágil, perecedero, fugaz. Es también el rastro de un caminante que se esfuerza por perfeccionarse en una tarea que se ha impuesto. También el investigador es un sujeto que anda tras las huellas; la realidad -variada y múltiple- ofrece ante sus ojos algunas facetas, y es su tarea, la del investigador, hallar la parte de verdad que está inscrita en esas huellas. Para mí ha sido culminación de un rasgo esencial de mi vida: la búsqueda de explicaciones a las cosas que pasan, y de las cuales apenas tengo un entendimiento parcial en un entorno de asombro constante, infinito, inacabable. Mis columnas fueron posibles por aquella conversación inicial con Luz María Tobón Vallejo, cuando acogió, con tolerancia y generosidad, mis imperfectos intentos de practicar el arte de la columna.Le puede interesar: Incertidumbres y certezasTodos somos viajeros. También las instituciones dejan su huella: EL MUNDO deja un vestigio, una huella de decencia, de amistad, de buena escuela periodística: mi abrazo y mi voz de agradecimiento.
“Ha habido revuelta de estudiantes en el PC alemán. Desde hace dos o tres años multitud de estudiantes, literatos y otros jóvenes burgueses desclasados se han lanzado al Partido, han llegado a tiempo para ocupar la mayoría de los puestos de redactores en los nuevos periódicos que pululan y como de costumbre consideran la universidad burguesa como una escuela de Saint-Cyr socialista que les da el derecho de entrar en las filas del PC no con título de oficiales sino de Generales. Estos señores practican el marxismo, pero de la especie que se conoce en Francia desde hace diez años y del que Marx decía: ‘Todo lo que sé es que yo no soy marxista’. Y probablemente diría de estos señores lo que Heine decía de sus imitadores: ‘Sembré dragones y coseché pulgas’”. ¿Escribió esta diatriba algún uribista? ¿Lo hizo un reaccionario ultraderechista? En esta carta de Federico Engels a Paul Lafargue del 27 de octubre de 1890 se analiza con fina ironía lo que supuso la presencia de los estudiantes de la pequeña burguesía tratando de adscribirse al Partido Comunista el cual como reclama Engels debía estar únicamente conformado por esa nueva fuerza histórica que era el proletariado . Lenin llegaría a ser más claro respecto al intento de los intelectuales burgueses de “ser la voz de los oprimidos” recordándoles que esa voz solo es legítima en quienes hablan desde la opresión y el sufrimiento. Pero detrás de estas consideraciones está el escenario de unos grupos sociales degradados tal como visionariamente lo analiza Dostoievsky en su grandiosa novela Los demonios donde la derrota de la razón, la sustitución de Dios por un cruel Comisario, el surgimiento del terrorista y del terrorismo responden a la derrota de los valores espirituales y a la brusca caída en el profundo abismo que supone el nihilismo, la sin salida de una sociedad putrefacta. Necháiev el terrorista que escribió el espeluznante Catecismo del revolucionario repudiado hasta por el anarquista Bakunin expresa ese sentimiento de vacío existencial que se transforma en un odio enfermizo propio del estudiante dostoievskano reclutado en la franja más miserable del estudiantado pobre de Moscú. Necháiev personaje de la vida real que terminó asesinando a su camarada, dice en su Catecismo : “El revolucionario es un hombre perdido. No tiene intereses propios ni sentimientos propios. Todo en él está absorbido por un único y exclusivo interés, por un solo pensamiento, por una sola pasión: la revolución” ¿Cuántas engañadas estudiantes han muerto colocando una bomba? ¿A cuántos muchachos les estalló antes de tiempo el material destinado para un atentado? ¿Qué clase de pérfidos les reclutaron y los adoctrinaron? En esta novela el mediocre profesor Stepan Trofimovich y su hijo natural Nicolái y su amigo Piotr pretenden con su célula anarquista destruir la ciudad corrupta de funcionarios corruptos en que viven.Lea también: La destrucción de la ejemplaridadAl llegar a clase una mañana varios de mis estudiantes me recibieron con la noticia de que uno de ellos se había suicidado “incapaz de resolver su fervor revolucionario con su condición de burgués” Dostoievsky incomparable escrutador de la condición humana se adentra con la piedad necesaria en las pestilentes tinieblas de la decepción y la pérdida de la esperanza, si Dios ha muerto todo está permitido: ninguna luz a la distancia para el perdido de sí mismo, ninguna voz de aliento desde la borrada imagen de la madre: el adoctrinamiento de los reclutadores está encaminado a demostrar que nada es puro ni limpio pues lo que están haciendo a través de sus adoctrinados es dar rienda suelta a sus odios personales contra la sociedad. La política ha sido sustituida por falsos mesías en las cuales no existe la heroicidad ni por supuesto la grandeza que posibilitaba una causa noble. Cualquier parecido con lo que nos está haciendo vivir nuestro populismo es mera coincidencia. Grandeza, heroísmo lo da el ejemplo de las familias que saliendo de Iquitos durante casi dos meses recorrieron la selva atravesando ríos, padeciendo calamidades hasta llegar a Florencia.Le puede interesar: La nueva protesta
Desde antes de la pandemia que estamos viviendo, en muchos círculos intelectuales y algunos medios de opinión pública se estaba discutiendo la posibilidad de la extinción de la humanidad. El destino que tuvo el descubrimiento de la enorme energía que se liberaba con la fusión nuclear, convertida en energía atómica y poco después en arma nuclear, demostró que nuestro poder, el de la ciencia y la industria bélica, podía ser utilizado contra nosotros mismos. Además, hemos seguido ensayando como humanidad, no sólo esa energía como arma, sino también los conocimientos químicos y biológicos sobre virus y genética y ya se han aplicado a lo largo de todo un siglo, no solo como arma, sino que se han ensayado sobre las poblaciones. Un caso de fuego amigo descomunal.Lea también: El furor y el delirioY no estamos hablando, como factor de eclosión, del enorme impacto sobre el medio ambiente con el cambio climático, del deterioro de los ecosistemas o del hecho por el cual la civilización actual está erigida sobre el sufrimiento indescriptible de millones de animales sometidos al sufrimiento y la miseria antes de consumirlos. El tema es si los seres humanos merecemos desaparecer y planteado así sería un asunto de justicia poética, pero como un asunto de filosofía moral no hay lugar a dudas que no sería nuestra desaparición como especie un trastorno sino una gran suerte, una verdadera fortuna para la naturaleza y el propio planeta En nuestro caso la humanidad y su larga lista de crímenes y excesos, guerras de siglos, genocidios y destrucción no inspiran mucha simpatía. La perversión de la democracia liberal, el uso macabro de la fuerza policial y la profunda distorsión de organismos de coordinación del bien común (ONU, OEA, OMS) dejan ver esos supuestos ángeles de nuestra naturaleza humana (Steven Pinker) como ángeles de la muerte.Le puede interesar: Nuestra responsabilidadSegún parece, y las piezas del rompecabezas encajan, hay unos promotores del Nuevo Orden Mundial que están dispuestos a llevar hasta las últimas consecuencias esta pandemia, no solo al fabricar expresamente este virus con fines genocidas, sino al promover un enclaustramiento que está destruyendo la sociedad humana como la conocemos. Frente a ese panorama de desastre hay una parte de la acción humana que tiene que ver precisamente con el arte y es la que tiene un extraordinario valor de supervivencia que se ha puesto de presente en toda esta situación enojosa del enclaustramiento obligado y de la destrucción de las formas habituales de interrelación humana. Muchas personas pudieron constatar que podemos prescindir de las grandes superficies comerciales, de la visita a los supermercados, de los viajes en avión y en automóvil o los grandes cruceros. Pero películas, libros, música o el arte en general han significado una posibilidad humana y cordial para soportar los extremos del aislamiento y la confinación. Pero no serán esos elementos, el arte en general, el factor para la supervivencia, a no ser que pensemos que, para derrotar a la homicida y autodestructiva plutocracia mundial, vamos a tener que refinar al máximo la violencia justa y convertirla en el camino para la liberación de la humanidad de un yugo de sátrapas, tecnócratas, asesinos que ahora, casi sin excepciones, la gobiernan. A esa conclusión llegó también el más orgánico de los pacifistas del siglo XX, Günther Anders.
FICHA TÉCNICAAño: 2019 Duración: 132 minutos País: Brasil Dirección y guion: Kleber Mendonça Filho, Juliano Dornelles Música: Mateus Alves, Tomaz Alves de Souza Fotografía: Pedro Sotero Reparto: Udo Kier, Sonia Braga, Jonny Mars, Chris Doubek, Karine Teles, Alli Willow, Brian Townes, Antonio Saboia, Barbara Colen, Thomas Aquino Productora: Coproducción Brasil-Francia Género: Acción. Thriller. Western | Realismo mágicoBacurau es un pueblo imaginario al nordeste de Brasil que sus directores Kleber Mendonça Filho y Juliano Dornelles han creado para entregar la última producción de ese país. Una historia apasionante que nos recuerda al estilo de Sergio Leone con sus películas del oeste de los años sesenta. Bacurau es un western demente y sicodélico que llama visualmente la atención por su historia salida de una idea descabellada y sangrienta.Lea también: Adam la ópera prima de Maryam Touzani es sencilla y mágicaLa cinta avanza hacia el enfrentamiento entre los residentes de una aldea matriarcal y un grupo de visitantes norteamericanos adinerados, liderados por Udo Kier, que han acordado cazarlos por deporte. Lo que no esperaban ellos, en esa tierra olvidada, era que sus habitantes con la ayuda de una droga psicotrópica defendieran sus vidas.Los directores comenzaron a idear la película en 2009 y se demoraron diez años en volverla realidad. Las dificultades que tuvieron para conseguir los recursos y hacer todo el proceso de promoción y distribución fue complicado en su país. Y eso, que Bacurau obtuvo el reconocimiento de la crítica internacional y de las organizaciones de festivales, pero no fueron suficientes para tener apoyo del gobierno brasileño y la negación de los permisos por parte de Ministerio de Cultura para filmar en su país.A pesar de ello, la cinta obtuvo el Premio del Jurado (ex-aequo) en el Festival de Cannes, al igual que la Mejor dirección. Además, obtuvo el Premio de la Crítica y Jurado Joven del Sitges Film Festival y Mejor música original en el Festival de La Habana.Además, el reconocimiento de tres premios más en el ABC Cinematography Award, Mejor película extranjera en el Key West Film Festival, tres más en Lima Latin American Film Festival hacen parte de la cadena de estímulos que ellos han conseguido sin el apoyo del gobierno de su país. Otro aspecto para destacar, es que, en su país, demostró que fue un éxito en la taquilla, recaudando $2.6 millones de dólares y superando a cinta como Knives Out Bohemian Rhapsody.¿Qué es Bacurau? una historia fascinante por la forma en que se construyen sus personajes a través de un hilo argumental que mueve al espectador. Dos personajes, ambos femeninos sostienen gran parte de la película, pero hacen papeles secundarios: Teresa (Barbara Colen), la profesora que llega a su pueblo natal para asistir al entierro de su abuela de 94 años y Dominga (Sonia Braga), la médica local que es alcohólica, pero que defiende con coraje la vida de sus vecinos.También, hay que sumar otro tanto de personajes creados para el filme: un trovador, una dulce prostituta, su proxeneta pelirroja, un gángster reformado que no puede entender cuál debería ser su nombre civil, y un DJ que proyecta videos de YouTube en una pantalla móvil en el centro de la ciudad y lanza alertas de noticias en vivo a través de su sistema de altavoces para que todo Bacurau las escuche, un alcalde corrupto que busca comprar con sus votos a la población enviándoles alimentos vencidos y libros de segunda para la incipiente biblioteca.Es una cinta que recoge a través de su historia el inicio de una defensa de la comunidad por sus tierrasY por supuesto, Bacurau, el pueblo, es atípico por lo pequeño de su población que tiene: biblioteca, museo, iglesia, farmacia, emisora ambulante, prostitutas, escuelita, parque y una banda de forajidos buscado por la justicia.Bacurau es un pueblito olvidado en la extensa geografía brasileña, pero sus habitantes están orgullosos de lo que tienen, ya que las raíces siguen intactas. Hay una escena, donde el maestro de la localidad muestra a sus alumnos donde está ubicado el pueblo de manera digital y no aparece registrado. Y así es el comienzo del asedio de ese grupo de soldados americanos liderados por un cínico Udo Kier que quieren borrar a Bacurau sin que su población y el mundo se enteren de los propósitos que tienen.Bacurau se convierte en un pueblo más olvidado, con un alcalde corrupto que ha cerrado la presa de agua para suministrarle el precioso líquido a sus habitantes, el carro tanque con agua que lo lleva el baleado y se pierde algo del mismo. El aislamiento de las comunicaciones, el bloqueo de las señales de celular, el dron en forma de platillo volador que vigila los accesos al pueblo, el cerramiento de sus vías son el comienzo de una cinta que recoge a través de su historia el inicio de una defensa de la comunidad por sus tierras y habitantes, con una Sonia Braga brillante que llena la pantalla con la actuación.Le puede interesar: Les Misérables: La fascinante historia de Ladj LyFinalmente, Bacurau es una cinta surrealista que entra al género de acción en un formato de pantalla ancha, al estilo western italiano de los años 60, que desemboca con escenas violentas y el anhelo de una comunidad que quiere sobrevivir. Un filme que cuestiona los principios estéticos y morales de una población y la fantasía por lo cruel en algunas escenas que tocan el alma de los espectadores.BSO RECOMENDADA‘The Bodyguard’Compositor: Alan SilvestriCon 44 millones de copias vendidas ‘The Bodyguard’ encabeza el listado de los soundtrack más vendidos en la historia. La canción más popular de este álbum de 1992 fue «I Will Always Love You», interpretada por la fallecida Whitney Houston. Escucha nuevamente su música en www.bandassonoras.coFacebook: Bandas Sonoras
Desde el inicio del proyecto hidroeléctrico Pescadero Ituango, la hidroeléctrica ha destinado una parte importante de sus recursos económicos a la inversión social, así lo demuestra su informe de gestión del 2017, en el que se puede apreciar que “la ejecución de un plan de gestión social que comprende programas y proyectos socioeconómicos para mantener relaciones directas con las comunidades, restablecer las condiciones de vida de la población directamente impactada por el proyecto y favorecer una relación armónica del proyecto con el territorio”.Dicha gestión abarca desde un plan de medios, la restitución de condiciones de vida de las familias y personas ubicadas en el la zona de influencia del proyecto, hasta la integración del proyecto con la región, mejorando temas de conectividad, educación, salud, apoyando proyectos productivos, contribuyendo con el empleo, generando ingresos a los municipios con pago de impuestos, mejoramiento de vías, entre otros.En el informe 2017 Hidroituango presenta sus inversiones en institucionalidad como dotación de centros carcelarios, casa de gobierno, vehículos para inspecciones, comisarías de familia y centro penal para adolescentes.En conectividad con intervenciones en vías principales, secundarias, terciarias y caminos de herradura; en infraestructura educativa y hospitalaria; apoyo en la creación de proyectos productivos, además de la generación de empleo.“De la gestión social se resalta la participación de la comunidad y las familias en ese proceso, el proyecto restituye y va más allá del manejo del impacto, hoy las familias tienen su proyecto productivo, se les ha restituido la vivienda, tienen la asesoría de un equipo interdisciplinario que los acompaña en la inserción de su nuevo proyecto de vida y tienen la oportunidad de participar en el desarrollo del territorio.Generamos empleo; hay nuevas instituciones educativas, procesos de formación, de prevención con niños, niñas, adolescentes y jóvenes, puestos de salud, en los doce municipios con programas de promoción y prevención; escenarios deportivos, que más allá de una cancha sintética representan una oportunidad para los jóvenes, eso es construcción de país, eso es robarle los jóvenes a la guerra.Hay una casa para los ancianos en Liborina, mejoramientos de caminos, el proyecto participa en el desarrollo de las localidades”, manifestó Mary Luz Quiroz Zapata, responsable de la gestión social del proyecto y de la consulta con la comunidad indígena Nutabe de Orobajo.Beneficios del proyectoPara Jorge Londoño de La Cuesta, gerente de EPM, “este proyecto tiene un sinnúmero de beneficios; primero, le estaría suministrando a Colombia el 16 o 17 % de la demanda de energía que hoy tiene el país, o sea, estaría asegurando la energía que va a necesitar este país en la década del 20.Segundo, la inversión que se ha hecho para el desarrollo de este proyecto, que va a tener un costo cercano a los $15 billones, lo que dinamiza la economía, porque todo esto genera empleo, en el mejor de los momentos el proyecto tuvo 11.500 empleados, lo que genera la compra de bienes y servicios de todo tipo, desde alimentación, que se elabora en la zona, hasta la compra de acero, cemento, concreto, maquinaria, computadores, colchones, cobijas, todo eso que viene asociado al desarrollo de la obra.En tercer lugar, está la oportunidad de desarrollo para el territorio, el 6 % de los ingresos que va a generar Ituango tiene que repartirse en los municipios de la cuenca del río Cauca y van a tener mucha más influencia, por ejemplo, Ituango, Briseño, Toledo, Sabanalarga, Peque, Buriticá, Yarumal, Valdivia, etc., todos ellos van a recibir ingresos que van a multiplicar entre cinco y diez veces el presupuesto de libre inversión que hoy tienen esos municipios, es un ingreso de largo plazo, lo van a tener por los próximos cien años cada año, eso es muy importante para el desarrollo de esa región.Adicionalmente, para el desarrollo del proyecto hubo que generar mucha infraestructura en la zona, antes para ir a Ituango un carro se demoraba cerca de diez horas, hoy con las vías que desarrolló el proyecto, en las que se han invertido más de un billón y medio de pesos, llegar a Ituango toma entre cuatro y cinco horas de viaje, y cuando termine la obra de vía del sitio de presa a Puerto Valdivia esa zona de Ituango también va a quedar conectada con el Bajo Cauca, antes se tenía que subir a los Llanos de Cuivá para bajar nuevamente por Valdivia.Todo el tema de mejoramiento de escuelas, de puestos de salud, de canchas deportivas, de proyectos productivos, ambiental, el proyecto está en este momento conservando y protegiendo 20 mil hectáreas de bosque tropical seco, un bosque que está en vía de extinción en el país, y que en el mismo embalse va a ser una fuente de desarrollo económico turístico para estos territorios”.Caída del proyectoEl panorama no es muy alentador cuando el proyecto en estos momentos está en manos del juez 75 Penal Municipal de Paloquemao, quien en caso extremo podría tomar la decisión de suspenderlo definitivamente.Al respecto, el periódico EL MUNDO habló con el gerente de EPM, quien expresó: “Voy a hablar desde lo más importante y es el riesgo para las comunidades, toda la contingencia y todas las decisiones que hemos tomado y actividades que hemos desarrollado en estos catorce meses han sido para proteger la vida de las comunidades, principalmente las que están ubicadas aguas abajo, si el proyecto lo suspenden no se crea que con eso la seguridad de las personas va a mejorar, al contrario empeora, el mejor escenario, el escenario más seguro para las comunidades aguas abajo es la terminación del proyecto, no es dejarlo a medias, desmontarlo es casi imposible”.Explicó también que no hay quién suministre la energía de Colombia en la década del 20, “nos vamos a quedar en un país sin energía y un país que se va quedando sin energía es un problema mayúsculo”.Además, de la Cuesta agrego que el Estado ha invertido $10 billones, esa plata quedaría enterrada, sin contar lo que se va a dejar de ganar, porque esta es una inversión en el tiempo, esto va a generar impuestos, regalías, empleo, “más desarrollo en términos generales, entonces para qué quedarse en la mitad del camino, si estamos a dos añitos de ver la luz al final del túnel”.En cuanto a la parte ecológica, el territorio aguas arriba quedaría sin la protección de los bosques y “aguas abajo los trabajos que estamos haciendo van a dejar al río Cauca mejor de como estaba antes del proyecto, eso sí lo aseguro. Cuándo se había preocupado este país de proteger las ciénagas, 20 ciénagas que hay en ese territorio; cuándo habíamos hecho un estudio de biodiversidad como lo vamos a hacer, para emprender labores culturales y educativas con todos los pescadores de la zona, para que hagan el mejor aprovechamiento del río; cuándo se iban a estar analizando las especies y el comportamiento de cada una de ellas. Todo eso se caería en caso de que el proyecto se parara”, sentenció Londoño de La Cuesta.¿Cómo están las comunidades?En este momento hay mil familias evacuadas por la contingencia del proyecto que están recibiendo un subsidio de un poco más de un millón de pesos mensuales, para que vivan en casas de familiares, amigos, vecinos o paguen arriendo. Para que vuelvan a su lugar de origen, la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo debe determinar que el nivel de riesgo cambió de alerta roja a naranja, “yo creo que eso lo podríamos esperar para finales de este mes o el mes de agosto”, preciso el gerente de EPM.Consulta previacomunidad indígena Nutabe de OrobajoA principios de este mes de julio, EPM presentó a los medios de comunicación los resultados de la consulta previa con la Comunidad Indígena Nutabe, que tuvo como resultado acuerdos totales con la implementación de 26 proyectos y 500 hectáreas de tierra escrituradas al cabildo, con las que se restituye la pérdida parcial del territorio y se contribuye con la pervivencia de la comunidad.“La consulta previa que acabamos de hacer con la comunidad indígena Nutabe de Orobajo es un hito fundamental para esta comunidad, que data desde el siglo XVI, la consulta contribuye a la pervivencia de esta comunidad, a sus costumbres, al trabajo colectivo, a su fortalecimiento étnico”, sostuvo Quiroz Zapata.Al respecto, Abelardo David Chancí, guardía mayor del cabildo Nutabe de Orobajo, opinó que “el aprendizaje que me deja este proyecto es que uno puede tener libertad para reclamar los derechos en cualquier lugar y hablar con el que toque hablar, porque si uno sabe que tiene unos derechos, uno ya sabe cómo le va a ir, que no es peleando, no es tratando mal a la gente, es por medio del diálogo que se pueden tener las cosas, eso lo hemos aprendido como comunidad”.Además, contó que “en este momento hay unas cuatro o cinco familias en Sabanalarga, la mayoría estamos en Ituango, unas 42 familias, el cambio es duro porque uno está enseñado a trabajar mediodía, para llegar allá a trabajar toda una semana, pero a todo nos tenemos que adaptar, a todo lo que se nos viene. Nosotros tenemos que aprovechar los proyectos, porque cuántas comunidades quisieran hoy un proyecto”.
La noticia del devastador incendio que sufrió Notre Dame, la catedral de Nuestra Señora en París (Francia), es un infortunio para la historia del arte, la arquitectura y de la humanidad misma.La de Notre Dame se erigió como una arquitectura ilustre. Construida en estilo gótico medieval, fue inaugurada en el año 1345, después de 182 años de construcción, y se le dio el resguardo de tesoros invaluables, entre ellos, numerosas obras de arte que yacían escondidas en sus recodos.Por eso, el incendio de la infraestructura francesa dedicada a María, madre de Jesucristo, y situada en la pequeña isla de la Cité, resulta ser una tragedia para la historia de la humanidad.Arte y arquitecturaLa colosal arquitectura de Notre Dame fue construida en su interior con amplios ventanales que se abren en la cabecera, con cinco naves más las capillas laterales y un claristorio, el último piso de la nave central, dotado de obras de arte.Rodeada por las aguas del río Sena, su infraestructura es imponente desde cualquier ángulo que se mire, incluso sus ruinas quemadas; las dos grandes torres en la fachada miden 69 metros cada una, lo que la convirtió en un mirador que permitía apreciar una magnífica vista de la capital francesa, no obstante, se debía subir 402 escalones para lograrlo.Ese mirador también es tractivo porque desde allí se podían ver, muy de cerca, sus afamadas gárgolas y también la renombrada campana Emmanuel, la única que cuenta la historia que no fue destruida en la Revolución Francesa.Lea también:DocumentalBoterofue presentado en la plaza con su mismo nombreEn relación a sus populares gárgolas, la Catedral de Notre Dame también se resaltaba por sus extrañas efigies, las cuales vigilaban París desde lo alto, las mismas que sintieron arder la historia a sus espaldas la tarde de este Lunes Santo.En su fachada se podían apreciar tres puertas principales, la de la Virgen, la del Juicio Final y la de Santa Ana, cada una de ellas, en el orden norte, centro y sur, adornadas con arte e imágenes relacionadas a su nombre.Y al hablar de la cabecera, no se puede olvidar que ahí yacía la monumental Piedad, esculpida por Nicolas Coustou en el siglo XVIII, y que preside la catedral desde el centro del ábside (parte posterior del altar mayor). A esa obra la rodeaban las efigies del rey Luis XIII, obra de Guillaume Coustou, y Luis XIV, por Antoine Coysevox.Igualmente, el triforio, la galería que rodea la nave central sobre los arcos de las naves laterales, poseía obras de arte religioso e interiormente fue decorada con escultóricos enjutas (superficies angulares curvas de un arco) y capiteles (el sector superior de una pilastra o de una columna).Le puede interesar:Una exposición para entender cómo nos relacionamosEl fuego de este lunes en París derrumbó la aguja del templo, considerado un ícono de la religión católica, que data de los siglos XII y XIII. Al conocer su caída, la Unesco, a través de la cuenta oficial en Twitter de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, expresó su conmoción por el “dramático incendio” de este bien cultural, inscrito como Patrimonio de la Humanidad, en 1991.También se debe contar que hace dos semanas, habían sido removidas de la catedral las emblemáticas estatuas de los 12 apóstoles, como parte del proceso de restauración que se adelantaba en torre central o aguja.Siguiendo con el recuento del arte que albergaba, en su interior se instalaron treinta y siete representaciones de la Virgen María, de las que sobresalen la Vírgen de París, hecha a mediados del siglo XV, y la virgen de Guadalupe, patrona de los mexicanos, construida en 1949.Además, lea:Nuevos grabadores se exhiben en MedellínTras la noticia del incendio, el Vaticano mostró su profunda tristeza por el fuego en Notre Dame, dijo el arzobispo de París, Michel Aupetit.Además, la devastada Notre Dame guardaba reliquias relacionadas con la Pasión de Cristo como la Corona de espinas, un fragmento de la Vera Cruz y uno de los clavos que sirvió para la crucifixión, las mismas que el rey Luis IX compró al emperador de Constantinopla.Por su parte, el portavoz de Notre Dame, André Finot, dijo que esos tesoros de la catedral no se vieron afectados por las llamas, debido a que 'los objetos sagrados se conservaban en la sacristía', por lo que allí 'no había riesgo de que las cosas se quemaran', según declaró a medios franceses.Finalmente, del monumento histórico más visitado de toda Europa, con alrededor de 13 millones de visitantes al año, se debe mencionar que uno de sus atractivos más sobresalientes era el órgano musical, el cual posee una caja adornada con autómatas.El instrumento destacado es obra de Aristide Cavaillé-Coll y por su teclado pasaron las manos de personalidades como el compositor Louis Vierne.Eso era la joya de la arquitectura gótica medieval o catedral de Notre Dame, en donde Víctor Hugo, en el siglo XIX (Nuestra Señora de París o Notre Dame de Paris, en francés), relató la muy conocida historia de Quasimodo, el rechazado hombre francés, por su aspecto físico, menos por Esmeralda, una gitana por quien conoció el amor.La hipótesis de lo sucedidoEl incendio que la tarde de este lunes se desató en la parte superior de la catedral de Notre Dame de París, símbolo de Francia y de Europa, podría haber sido ocasionado por los trabajos de restauración, que se adelantaban en la torre central o aguja, la que, precisamente, se vino abajo ante la mirada atónita del mundo.Sin embargo, esta información no ha sido confirmada por las autoridades, que recalcan que aún es pronto para determinar la causa del suceso y han abierto una investigación al respecto.La Unesco, que sigue de cerca la situación, ha ofrecido su ayuda para restaurar y salvaguardar el patrimonio que yace en la catedral de Notre Dame, declarada Patrimonio Universal en 1991.Además, por ahora, también sedesconoce a cuánto llegaría la cifra en pérdidas.
Para resaltar positivamente la posición de la administración de EPM, de sus empleados y muy especialmente la de sus trabajadores, así mismo la de las autoridades que han participado en el tratamiento del desafortunado evento, tenemos: primero “preservar la vida”, tanto de los habitantes de la región, como la de las personas que laboran en la obra; segundo, “impactar lo menos posible el medio ambiente”; y tercero, tratar de proteger los bienes, este orden de prioridades debe ser una enseñanza para todos y debería ser la orientación rectora, no solo ante eventuales catástrofes, sino a la hora de tomar cualquier decisión que esté relacionada con servicios públicos.Así entonces, en sucesos como el presentado en Hidroituango debe hacerse un llamado a la solidaridad de todos los colombianos hacia las personas afectadas por los hechos ocurridos, la cual debe materializarse en la adopción de todo tipo de medidas que permita que, de una u otra manera, se restablezcan las condiciones de vida que han tenido todos los habitantes de la región, antes de presentarse el actual evento.Lea también: Carácter especial, integral del régimen jurídico de servicios públicosSea cual sea el origen de los hechos ocurridos, debe existir un compromiso social de las autoridades para privilegiar con las acciones empresariales y de gobierno a las personas que lamentablemente en este momento están soportando una carga en sus vidas, ya que a raíz de obras que nos benefician a todos, ellas han resultado notoriamente afectadas.Fieles a nuestra tradición culpabilista, en el examen de los hechos que han rodeado los lamentables efectos que se han derivado de la construcción de la represa de Hidroituango, en forma inmediata algunos han planteado la pregunta ¿Quién es el culpable? cómo si encontrando un culpable la sociedad recobrara su tranquilidad y expiara sus culpas. En realidad, las preguntas que debemos hacernos son mucho más complejas y estructurales y no simplemente mediáticas.Tratándose como se trata de una gigantesca obra en la que han intervenido varias administraciones y todo tipo de autoridades y organismos de control habrá tiempo para examinar en detalle, si se ha tratado de un hecho de la naturaleza imprevisible e irresistible o si se ha originado en una falla humana, y cuál es el alcance de las responsabilidades de quiénes hayan intervenido.Lo que sí es claro es que el hecho no puede pasar inadvertido para quienes actuamos en el sector de los servicios públicos, pues cada vez se hace más claro, que las decisiones en esta materia están íntimamente ligadas a (i) los derechos humanos; (ii) el medio ambiente; (iii) el desarrollo social, en consecuencia, cada vez son más las variables que deben orientar el conocimiento de las autoridades y las empresas al adoptar decisiones, que así como pueden favorecer a todos, puede resultar afectando algunas personas, que muchas veces son grupos vulnerables.Además: Pedagogía de la doctrina constitucional en servicios públicos.Es el momento de recordar que la teoría del servicio público, entendida desde la perspectiva del derecho administrativo, parte de su componente solidario y humano; servicios públicos son mucho más que negocios y concentración de capitales y por ese solo hecho, el motivo determinante en todas las decisiones que se adopte debe orientarse claramente a este propósito.La formación de especialistas en servicios públicos debe enriquecerse (i) en los conocimientos propios de los derechos humanos, en especial de la necesidad de adoptar acciones afirmativas a favor de la población vulnerable y el respeto por los derechos de todos los grupos y seres humanos; (ii) en la aplicación de normas y principios ambientales, como los de sostenibilidad, compensación ambiental, precaución y previsión y (iii) en el desarrollo económico equitativo, que permita adoptar medidas de universalización de los servicios.Lo anterior indica que debemos ir a la raíz del problema, que es necesario revaluar lo que estamos aprendiendo y enseñando en la formación académica, que en los momentos de crisis la Universidad debe evaluar si la formación que se imparte debe hacerse exclusivamente desde las teorías económicas, o si debe privilegiarse la reivindicación de la protección del interés público social.