Los expertos de nuestro especial OH! Colombiamoda eligieron unánimemente la pasarela de Jorge Duque by Carrusel – Banco de Bogotá como la mejor, hasta el cierre de esta edición, en la tarde de ayer. Les presentamos sus razones.
Carmen Vásquez
Una pasarela le tiene que quedar a uno en la retina para siempre, debe quedar la sensación de que tuvo una comunicación de historia con ese diseñador. Por respeto, no podemos ir a una pasarela a decir ‘qué bonita, qué fea’”, cada pasarela tiene un trabajo, así no nos llegue. Para mí, no es que sea la mejor, creo que esa pasarela que conjuga una historia que contar, un hecho, trasformado en materiales que fueron estudiados por lo que se vivió, fue la de Jorge Duque. El caso de la muerte siempre nos impresiona, porque no nos familiarizamos con ella, pero, cuando la misma muerte nos da la oportunidad de seguir viviendo, la alegría es inmensa, ante lo que Jorge, que cada año nos ha venido sorprendiendo, miró que había vivido en una clínica y lo transformó”.
Esa tela no tejida, ese palpitar del corazón que se sintió, ese electrocardiograma de quien vive o muere, con su suspenso, fue revivido con todos los materiales escogidos, fue fuera de serie. El trabajo de las mangas, el color, las medias color fucsia integradas al zapato eran como esa vena que un día se nos desaparece.
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Adriana Gómez
Anoche Jorge me dijo que la gente no quiere ver más producto, que quiere ver sensaciones y emociones, ante lo que el contexto de su colección me encanta. Para contar que el año pasado su pareja Santiago Escobar casi muere por un infarto, utilizó todos los materiales quirúrgicos, el color de las salas de cirugía, el tema del bypass del electrocardiograma; manejó el color desde el tema del quirófano y pasó por la muerte, hasta la alegría. No es tan comercial, pero Jorge Duque es así, cuando muestra una pasarela lo que quiere es generar sensaciones, no vender una ropa, él vende otra cosa.
Hizo una exploración de materiales que no son tradicionales en el tema de la confección, había profundidad además en el tema de la muerte y el cómo volver a la vida. Comenzó con el verde menta más el rojo mezclado para dar la sensación de sala de cirugía, luego me gustaron los materiales fluidos mezclados con otros más rígidos como mayas o redes, con esas siluetas arquitectónicas del ADN de su marca. Pasó del dramatismo a la resurrección; la música y el tiempo con las modelos fueron encantadores, el cierre fue fantástico, para que quienes estábamos en los laterales pudiéramos apreciar las prendas, el carrusel final, el cierre, nos sacó lágrimas. Jorge fue el hombre del corazón.
Beatriz Arango
La pasarela de Jorge Duque tuvo los componentes que muchas veces las personas de la moda esperamos de ella: que además de contarnos una historia, de mostrarnos una propuesta de vestuario, nos emocionen, y esas emociones se sienten en la piel, en la voz, en la respiración, que fue lo que logró Jorge; cuando llevó a la pasarela las emociones que se suscitaron en él, cuando estuvo en una sala de urgencia en diciembre pasado, donde logró descubrir la fragilidad de la vida, verse confrontado ante esos momentos difíciles del ser humano y decidió mirarlos desde la esperanza, desde la vida, la gratitud.
Me parece que enriqueció mucho su propuesta, con ejercicio tan increíble como lograr llevar a prendas traslucidas, blancas, con hilos brillantes, la luz de los quirófanos, de los hospitales; llevó a un vestido la sangre que es vida, tomó las siluetas desestructuradas propias de los trajes de los cirujanos, que a veces son sin forma, para transformarlos en piezas magnificas, voluminosas, que inmediatamente uno se las imagina en la portada de una revista, o en donde mejor puedan llevarse toda la atención.
Para Jorge Duque toda mi admiración, mi agradecimiento por toda su exploración por los materiales, su inquietud, su creatividad inquietante, por sus ganas de siempre estar creando, pero sobre todo gracias por estar agradecido por la vida, por mostrarnos su alma en una pasarela.
María Consuelo Gaviria
Indiscutiblemente, el mejor fue Jorge Duque, con todo. Fue una pasarela absolutamente integra, fue consecuente con la historia que nos contó, fue emotiva, sus prendas fueron intachables, lo reunió todo. Hablando de diseñadores, no de marcas, Jorge nos entregó algo maravilloso.
Fue un homenaje a la vida, desde su inicio, con la banda sonora, con el rojo, la sangre de la vida, sus bolsos en corazones y botiquines de primeros auxilios, hicieron una gran pasarela. Esa locura de materiales, desde un acero inoxidable hasta pvc y llantas, su investigación para manejar una siluetas muy definidas me parece que es lo más grande que tiene su pasarela.
Daniel Grajales
La inspiración es fundamental en la creación de una obra de arte. La moda, así muchos la vean tan vacía o banal, es un arte, con un artesano detrás, con un hombre inspirado, y esta vez Jorge Duque nos llegó al corazón, literalmente, con una pasarela que viajó a un quirófano doloroso para él en algún momento, cuando pensó que perdería a su amado Santiago Escobar. Entre la oscuridad, el electrocardiograma se veía en una pantalla, con un latir de corazón como banda sonora, para después entregar una serie de piezas que como ejercicio de laboratorio, de taller de modisto, merecen aplausos, en cuanto, desde el acero, el pvc y el acrílico hasta algunos textiles livianos, se volvieron prendas vanguardistas, que cualquier mujer que quiera brillar elegiría para su armario.
Estoy en desacuerdo con un comentario que escuché ayer en la primera fila, porque el problema no es que las mangas sean excesivas, o que algunas prendas sean rígidas, la falla está en no entender que lo que hay sobre la pasarela no tiene que ver con el ‘Prêt-à-porter’ (expresión francesa que significa ‘listo para llevar’) sino con una conceptualización desde la moda, con un ejercicio de producción desde el sentir, con una verdadera obra de arte que, en tiempos del arte contemporáneo, no se quedó en un gran concepto y una historia muy bonita, ya que sin conocerse lo que había inspirado la colección, se podía llegar al deleite estético. Ahora, también hay que abrir la mirada a la moda, porque si una mujer quiere lucir espectacular, seguro elegiría una pieza de esta pasarela. Haciendo el ejercicio de cualquier ciudadano que a través de la televisión o las redes sociales haya visto la pasarela, me atrevo a decir que se podía entender que las mujeres de Jorge Duque brillaban, se veían ultrafemeninas, modernas y radiantes, vencedoras de la muerte, como siempre quisiéramos ver a personajes honestos y humildes como el diseñador y su pareja, Santiago Escobar. De pie, aplausos para Jorge Duque.