La celebración del nonagésimo aniversario de la Federación Nacional de Cafeteros sirve como destacado marco del primer Foro mundial cafetero, que se reúne este martes y miércoles en Medellín con presencia de destacados conferenciantes, como el expresidente Bill Clinton y el economista Jeffrey Sachs, gurú de la sostenibilidad. Para el encuentro de Medellín han confirmado su presencia delegados de 45 de los 52 países productores del grano.

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Con este foro mundial, primera reunión de sólo productores del grano, la Federación Nacional de Cafeteros sigue abriendo caminos para el mejoramiento de la producción cafetera y las regiones cultivadoras, la consolidación gremial y la renovación del espíritu empresarial. Mantiene, pues, la tradición que en 1927 iniciaron los nacientes caficultores colombianos y han preservado las generaciones posteriores, muchas veces con ayuda, merecida aunque costosa, del Estado y la sociedad. Gracias a la voluntad de los federados y el liderazgo institucional, la Federación Nacional de Cafeteros ha construido institucionalidad rural sobre la base de firmes valores gremiales y ha promovido el desarrollo de los cafeteros, su industria, los territorios donde se asienta y la investigación del sector. Gracias a sus esfuerzos y presencia es una institución acatada por los 550.000 empresarios cafeteros que la conforman y apreciada por los colombianos.

Los líderes de la FNC confían en que este foro que reúne por primera vez en la historia a los productores de café, sin la presencia y tensiones que les generan los poderosos tostadores, les permitirá discutir los problemas que les son comunes: dificultades de la producción, mejoramiento de la sostenibilidad en el modelo de cosecha, relevo generacional de productores. Con el conocimiento del gremio por sus directivos y del complejo mundo del café por el doctor Juan Manuel Santos, que participará en el encuentro, parecen existir razones suficientes para no temer que la posibilidad de un diálogo sectorial propicie el resurgimiento de la cartelización, nostalgia que todavía afecta a algunos de los productores cafeteros, y quisieran repetir los burócratas que de ellos se beneficiaron.

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