La guerra secreta de Pablo Iglesias contra Colombia

Autor: Eduardo Mackenzie
17 septiembre de 2018 - 12:01 AM

Después de mostrar tales obsesiones anti-Uribe en esa conversación televisiva no es difícil deducir que están preparando un viaje a Colombia, invitados por la jefatura fariana, para intensificar la agitación

Enrique Santiago, cabecilla de una organización comunista española, está respirando por la herida. El asesor de las Farc, eminencia gris de los inicuos pactos secretos entre Juan Manuel Santos, el gobierno cubano y las Farc, no entiende cómo la corriente uribista y sus aliados pudieron, tras los ocho años abyectos del gobierno de Santos, ganar de nuevo, mediante el voto universal, la presidencia de la República de Colombia.

El jefe mamerto español teme que toda esa construcción criminal anti colombiana por la que él trabajó tan duro en los últimos seis años (pero por un buen salario) se venga irremisiblemente al suelo en los próximos meses por la cantidad de bellaquerías y bombas antidemocráticas que dejó plantadas.

 

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Incapaz de expresar ese pánico de manera racional, Santiago sólo logra vomitar su odio contra Colombia y contra todo lo que no sea Farc, y lo hace de una manera desesperada y hasta ridícula.

En un talk show televisivo (1) con su patrón, un tal Pablo Iglesias Turrión, jefe del comunismo español, nieto de un verdugo stalinista durante la guerra civil, Santiago tragó la línea lanzada por Iglesias sobre el uribismo, fenómeno que Iglesias dice “no poder comprender”. Iglesias pretende que la serie televisiva “el patrón del mal”, sobre Pablo Escobar, “revela lo que es el uribismo y el paramilitarismo vinculado a un proyecto político”.

Quien dice esas lindezas es el nieto de Manuel Iglesias, un paramilitar comunista español, condenado a muerte por sus crímenes, pero dejado en libertad tras cinco años de cárcel durante la dictadura de Franco. Manuel Iglesias fue uno de los terroristas que, en 1936, sacaron de sus casas y fusilaron a derechistas y católicos en un pueblito de la provincia de Badajoz. En otra oportunidad ese obscuro personaje incendió una iglesia donde se refugiaban personas inocentes.

Santiago repite como loro lo que dicen Iglesias y las Farc: que el uribismo “es el sector rural, oligarca, ganadero, más el narco, más el paramilitarismo”. 

Pero la sarta incoherente de insultos no le bastó a Santiago y la emprendió también contra el país político, empresarial y social. Dijo: “El problema de Colombia es que sus élites no tienen visión de país, tienen visión de finca”.

Pero qué “visión de país” puede tener Enrique Santiago, idólatra del corrompido Juan Negrín, jefe del gobierno republicano de 1937 a 1939 que quería entregarle España a la Urss y como no lo logró se las ingenió para enviarle a Stalin las reservas de oro del banco de España. ¿Qué “visión de país” puede tener Enrique Santiago, admirador de los chekistas que torturaron y asesinaron a Andreu Nin en Alcalá de Henares en 1937, por orden de Alexandre Orlov, jefe del Nkvd en España?

¿Que “visión de país” puede tener este bribón que se arrodilla ante Pablo Iglesias, el gurú podemita que, 80 años después de la guerra civil, quiere destruir de nuevo a España dándole manivela al separatismo catalán y vasco?

Esa gente peligrosa, que le profesa igualmente un odio visceral a Colombia, se ha arrumado al nuevo gobierno del socialista Pedro Sánchez quien, tras de su golpe palaciego del 2 de junio pasado, ha creado en su país un nuevo clima de guerra civil.

 

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¿Por qué Pablo Iglesias y Enrique Santiago discuten en público sobre Colombia en estos días? No lo sé. Razones tendrán. Pero después de mostrar tales obsesiones anti-Uribe en esa conversación televisiva no es difícil deducir que están preparando un viaje a Colombia, invitados por la jefatura fariana, para intensificar la agitación y los montajes de todo tipo contra el expresidente Álvaro Uribe.

Los colombianos debemos abrir los ojos. Todos deben ver ese video. Ténganlo en la memoria para cuando esos dos extremistas asomen sus narices en Colombia disfrazados de “amigos de la paz”. No habría injusticia si el pueblo los recibe con los honores deparados a Timochenko en varias ciudades cuando él hacía de candidato presidencial.

 

(1) https://www.youtube.com/watch?v=kDv1GUyejyQ&feature=youtu.be

 

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