Cada año, la Iglesia tiene un énfasis o un tema particular que celebra durante toda la temporada y en el cual basan muchas de sus celebraciones, como la Semana Santa, que es el momento litúrgico más intenso e importante de todo el año para los católicos.

Este año, se celebran 100 años del Maximum Illud, una encíclica del papa Benedicto XV que está relacionada con las misiones, y este es el tema o el énfasis que se eligió para este año en la Iglesia. Así lo explicó, en diálogo con EL MUNDO, el sacerdote Juan Ricardo González Lopera, delegado arzobispal para las comunicaciones: “Este 2019 se están cumpliendo 100 años de una encíclica del Papa Benedicto XV que se llama la encíclica Maximum Illud, que fue con la que el papa Benedicto XV hace 100 años llamó a la iglesia a renovar el impulso misionero, es decir, el deseo de anunciar todos el evangelio. No es sólo para la Semana Santa sino que cada año hay un énfasis particular en la iglesia, bien sea desde el punto de vista de la iglesia universal o de la iglesia de Medellín”.

Según el padre Juan Ricardo, “teniendo presente ese aspecto, el Papa Francisco quiso convocar para este año, en el mes de octubre, lo que se conoce como el mes misionero extraordinario. La idea es que se le dé un impulso especial, a lo largo de ese mes, a todo el tema de las misiones. De alguna manera, eso es lo que vamos a empezar a preparar desde ya y algo que incluimos también dentro de la celebración de la Semana Santa”.

El lema que ha escogido el Papa Francisco para trabajar el tema de las misiones este año y esta Semana Santa es el de “Bautizados y enviados: La iglesia de Cristo en misión en el mundo”. 

La Iglesia Católica celebra esta semana la Pascua, la vida, muerte y resurrección de Cristo. Fotos: Archivo EL MUNDO.

Sobre este lema, el sacerdote manifestó que “esta es una manera de pensar que, en primer lugar, tenemos que tener la conciencia de que somos hijos de Dios y como hijos de Dios somos enviados de llevar el evangelio a otras personas y anunciarle a otros lo que conocemos, lo que vivimos de Jesús. Se recuerda que es la iglesia de Cristo en misión en el mundo, porque ese es el cometido permanente de la iglesia”.

“Este es el énfasis que se le quiere dar a la celebración de todo este año y de manera particular a la celebración de la Pascua, pues seguramente en las distintas parroquias se estará haciendo eco de ese lema”, agregó.

Una misión permanente 

El sacerdote Cándido Valleros Perino, hijo de la Sagrada Familia fundada por San José Manyanet, explicó que “la misión de la Iglesia comenzó con la pasión, muerte y resurrección de Jesús, que es lo que celebramos en la Pascua, que son varios días, desde la Última Cena, Viernes Santo, la Crucifixión de Jesús, su muerte, su sepulcro y la resurrección. A raíz de la resurrección de Jesús, él fue preparando a los apóstoles para enviarles por el mundo entero a transmitir el mensaje de salvación que él había traído”. 

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El padre Cándido afirmó que “luego de la resurrección, Jesús se aparece a sus apóstoles para decirles que él está vivo, que la pasión y muerte fue el medio que Dios eligió para salvar a la humanidad, pero para que esta supiera todo eso los apóstoles tuvieron que dar testimonio de que fue cierto y es lo primero que hicieron ellos, que por eso los llevaron a la cárcel, y ellos ante el Sanedrín, que eran los más importantes de los judíos, dijeron que primero tenían que obedecer a Dios que a los hombres, porque les prohibieron hablar de Jesús”.

Ante esta prohibición, añadió el sacerdote Valleros Perino, “ellos dijeron que no podían dejar de proclamar lo que vieron y escucharon. Jesús es el hijo de Dios, ese Jesús que ustedes llevaron a la cruz está vivo, ha resucitado. Esa es nuestra misión, dar a conocer al mundo entero que Cristo vive para siempre”. 

Todos somos llamados a la misma misión, la de dar a conocer al mundo que Cristo vive para siempre.

Esa misión de dar a conocer al mundo que Cristo vive no es sólo por un tiempo, es permanente, es una misión para siempre: “La Pascua es el centro de todas las celebraciones, pero cada domingo renovamos la Pascua, cada vez que celebramos la eucaristía estamos haciendo actual todo el misterio de la salvación que Cristo nos trajo. Por eso esta es una misión permanente, todos los días debemos darle a conocer al mundo que Cristo vive para siempre”.

Protección de la fauna y la flora 

La Semana Santa inicia este domingo y con ella se incrementa de manera considerable el tráfico de flora y fauna, especialmente en territorios turísticos del departamento y del país. Con el fin de proteger las diversas especies que son extraídas de su hábitat natural afectando los ecosistemas, nuevamente desde el Comité Interinstitucional de Flora y Fauna de Antioquia (Ciffa), se realizará por cuarto año consecutivo la campaña “Mi compromiso natural”.

Esta estrategia interinstitucional tiene por objetivo evitar el flagelo que afecta a la biodiversidad del departamento de Antioquia y del país a través de varias acciones, entre ellas 86 operativos revista, 35 operativos de control y la sensibilización de las comunidades para invitarlas a denunciar el tráfico ilegal de flora y fauna.

Para este Domingo de Ramos, por ejemplo, se entregaron en varias jurisdicciones eclesiásticas 21.700 plántulas ornamentales; además se invitó a los párrocos de todo el departamento a buscar donaciones a través de la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria, Umata, o viveros locales, para evitar el uso de la Palma de Cera, árbol nacional en peligro de extinción y hábitat del Loro Orejiamarillo.

El llamado desde el Ciffa es a cuidar y proteger la biodiversidad del territorio evitando comprar especies de flora y fauna silvestre y a denunciar este delito a través del 123 desde cualquier lugar del país o directamente con las autoridades, pues de acuerdo con el artículo 328 del código penal, denominado ilícito aprovechamiento de los recursos naturales, el que con incumplimiento de la normatividad existente introduzca, explote, transporte, trafique, comercie, aproveche o se beneficie de los especímenes, productos o partes de los recursos faúnicos, forestales, florísticos, hidrobiológicos de especie amenazada o en vía de extinción o de los recursos genéticos, incurrirá en prisión de cuatro (4) a ocho (8) años y una multa de hasta 35 mil salarios mínimos mensuales legales vigentes.