Los ciudadanos hacen un llamado para que los diferentes actores de políticas públicas, sigan invirtiendo recursos prioritariamente en salud, en empleo y en educación.
A los medellinenses les preocupa la salud, el empleo, la educación, la vivienda, la familia y los amigos y la seguridad para tener calidad de vida, según el informe de percepción ciudadana Medellín Cómo Vamos 2017. Ahora bien, vistas de cerca, las cifras esconden problemas y revelan otros.
Uno de esos escondidos es la seguridad, que quedó según la encuesta como sexta prioridad, lo que hace parecer que no le importa mucho a la ciudadanía, aunque igual disminuyó su percepción de calidad, al caer de 51% en 2016 a 47% este año.
Según el informe del Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia de la Alcaldía de Medellín, desde el 1 de enero de 2017 hasta el 2 de noviembre de este año, un total de 472 homicidios se han perpetrado en la capital antioqueña, mientras que en el mismo período del año pasado fueron 451, un aumento de 21 muertes o 4,7%.
La directora del programa Medellín Cómo Vamos, Piedad Restrepo Restrepo, dijo que “la percepción de seguridad en el barrio sigue siendo mucho mayor frente a la seguridad para toda la ciudad”, sin embargo resaltó que “la victimización se mantuvo estable en 15% frente al año anterior”.
Por su parte, la profesora e investigadora de Ciencia Política del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia, Diana Rojas Bermeo, señaló que entre las conclusiones en el eje de seguridad y convivencia del seminario Medellín ¿Pa’ dónde vamos? el pasado 21 de octubre, liderado por la UdeA en conjunto con Eafit, Corporación Región y Comfama, entre otros, se identificaron varios asuntos que han sido recurrentes en la ciudad en el tema de seguridad. “Desde la Administración pasada se aprobó la política en el Concejo y en la actualidad la idea es retomarla, ya que plantea unos retos en derechos humanos y seguridad, porque ese tipo de postulados no se están concretando en las acciones político administrativas de la actual Administración”.
En ese sentido, Lucas Jaramillo Escobar, director ejecutivo de Casa de las Estrategias de las campañas No Copio e Instinto de Vida, manifestó que le preocupa un estancamiento en la imaginación pública y en las respuestas para seguir solucionando la violencia, puntualmente el homicidio. “Tuvimos una reducción histórica entre 2004 y 2007 y otra importante en 2014 y 2015”. Explicó que la primera solución para el homicidio fue la recuperación territorial de Medellín como sociedad, sin embargo, a pesar de tener un servicio policial, no se ha logrado avanzar en los factores culturales. “En Medellín y en buena parte de Antioquia nos acostumbramos al homicidio y eso hace que los costos morales sean muy bajos. Hay una deuda de todos, pero principalmente de la institucionalidad”.
“Hay una cosa que no se ha movido que es el piso del cristal y es que la ciudad no desciende de 500 muertes al año. ¿Qué es lo que pasa con ese modelo que ya no funciona”, reflexionó Marta Inés Villa Martínez, directora de la Corporación Región y parte del equipo impulsor de Medellín ¿Pa’ dónde vamos?
No obstante, para Rojas Bermeo si se compara a la actual Medellín con la de los 80’s no es la misma, “los niveles de violencia son distintos, si bien seguimos teniendo homicidios y las cosas en algún momento no marchan bien, es de reconocer que la ciudad tiene unas políticas más consolidadas que han incorporado participación de otros sectores”.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez Zuluaga, cuya principal promesa de campaña fue la seguridad, dijo que se seguirá fortaleciendo este sector diariamente. “Lo que buscamos es que el 100% de la población de Medellín se sienta segura, pero hay unas estructuras criminales que persisten y que no dejan vivir tranquilamente”, siendo la drogadicción con un 33%, las pandillas (25%) y los atracos callejeros (16%), los problemas más graves de la “seguridad en los barrios”.
¿Qué está pasando con la salud?
Según la encuesta, la salud es el tema que más preocupa a la ciudadanía para lograr calidad de vida, tiene el 74% de importancia, mientras que el año pasado se situaba en un 76%.
Dora Graciano David, representante de las veedurías en el Concejo Municipal de Seguridad Social de Salud de Medellín, explicó que en algunas EPS han estado prestando un muy mal servicio a los pacientes, “como Savia Salud, Medimás, Médico Preventiva y Coomeva”. Para la representante, este sector actualmente está viviendo una crisis y considera que en este momento el porcentaje de insatisfacción es mayor, constantemente tienen quejas en la Personería y en la Superintendencia de Salud. “La personas llevan tutelas y desacatos y ni siquiera así los atienden. Hay un grupo de pacientes que ya pusieron la queja ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”.
Además, solo un 59% de los medellinenses respondieron que en la capital antioqueña sí les garantizaban el derecho a la salud, cuando el año pasado se situó en 66%. Este año el 41% dijo que no se lo garantizaban, mientras que en 2016 lo hizo un 34%.
Empleo, igualdad y educación
Respecto a la empleabilidad, un 22% respondió que en Medellín “sí” es fácil encontrar trabajo, frente a un 44% que dijo que “no” lo era y un 34% que dijo “más o menos”.
Sobre estas cifras la directora de Medellín Cómo Vamos respondió que “la Alcaldía en este momento, en asocio con otras empresas del sector privado, están trabajando en la Política Pública de Empleo y Desarrollo Económico para Medellín y el Área Metropolitana”, por lo que según su concepto será esencial que esta sea lo más participativa posible, que se conozca un diagnóstico de lo que está pasando en las zonas donde hay mayores precariedades, que “siguen siendo la Nororiental (23%) y Noroccidental (21%) y los estratos uno y dos” y, por otro lado, también señaló que es importante revisar la inversión de la Administración en los temas de desarrollo económico, debido a que “hemos visto una reducción en la participación”.
Por otra parte, un 17% de los ciudadanos respondió este año que no les alcanzan los ingresos para cubrir los gastos mínimos, manteniéndose la misma cifra con respecto al año pasado.
Para el director de la Escuela Nacional Sindical (ENS), Carlos Julio Díaz Lotero, las cifras no muestran una tendencia a la mejoría, “antes hay un empeoramiento ya que esas personas no alcanzan a cubrir sus necesidades mínimas”.
Agrega Díaz Lotero que los ingresos son muy bajos, quiere decir que el 79% de la población gana de dos mínimos hacia abajo. Una familia necesita más de dos mínimos para acceder al mínimo vital, estamos prácticamente en la supervivencia y la gente no tiene capacidad de ahorro para ir incrementando sus activos y generar un futuro más estable”.
Y aunque la ciudad avanzó con respecto a los años 90 en muchos sentidos en el tema de cultura ciudadana, de urbanismo social y de seguridad, “Medellín sigue siendo excluyente, con altos índices de desigualdad y de inequidad”, acotó la directora de la Corporación Región.
Pero, por otro lado, la educación sale muy bien parada. Es donde se da el principal avance según la directora del programa, y según la encuesta muestra mejorías en todos los niveles. En ese sentido, explicó que nueve de cada diez ciudadanos dicen estar a gusto con la atención a primera infancia y ocho de cada diez con la superior y la básica y media.
“Aunque es el primer rubro en inversión de la Alcaldía de Medellín, claramente hay necesidades crecientes para atender la educación, sobre todo en el sector público”, aconsejó Restrepo Restrepo, ya que esto reduciría la desigualdad.
Enfoque sectorial y calidad de la ciudadanía
En la convivencia, los ciudadanos respondieron que sentían un 51% de respeto hacia personas con discapacidad, seguido de adultos mayores (47%), vecinos (47%), niñas y niños (41%), mujeres (37%), entre otros.
En violencia intrafamiliar hacia las mujeres, una categoría nueva en la encuesta, un 20% de ellas señalan haber estado expuestas a algún tipo de agresión y hay un promedio de 4,3 agresiones por mujer. Estos pueden ser gritos con un 26%, palabras groseras (22%), empujones (17%), etc. “En términos de percepción dio un alto porcentaje de mujeres agredidas. Es un asunto que muestra que ha habido un agotamiento en el modelo de familia”, puntualizó Villa Martínez.
Por su parte, Jorge Giraldo Ramírez, decano de Humanidades de Eafit, dijo que “los sectores más vulnerables -niños, jóvenes, mujeres y ancianos- son los que sufren más en los últimos años”. Agregó que a pesar de que la familia es el quinto tema prioritario para la calidad de vida, hay menos presencia institucional y mayor desconocimiento de las Comisarías de Familia y del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf). También evidenció que hay una “mediocre expectativa en el cumplimiento de la norma (40% servicios, 27% tránsito)”.
Sobre la perspectiva de la moral y ética de la ciudad, “hay asuntos preocupantes como los problemas de convivencia, de ilegalidad, de corrupción y un deterioro en el tema de la familia”, especificó la directora de la Corporación Región, explicando que la conclusión en Medellín ¿Pa’ dónde vamos?, la equidad y la reconciliación aparecen como ejes centrales para el futuro de la ciudad, “ya que alrededor de estos gira el tema cultural, educativo, participación, etc”, por lo que recomienda generar más espacios de diálogo social con los diferentes sectores y en compañía de la ciudadanía. Esto anclado además en que un 72%, según la encuesta, no participa en ningún tipo de organización, aumentando 18 puntos cuando se situó en 54%. “¿Qué se está haciendo sobre eso? No se puede construir una ciudad futura si no hay participación”, comentó la directora.
Movilidad y medio ambiente
Referente a la satisfacción con el medio ambiente, solamente un 15% de los ciudadanos están satisfechos con el aire, en comparación con un 56% que no lo están, seguido del agua con un 16% vs. 55% y ruido 18% vs 48%. Lo que significaría un deterioro en este sector.
“Encontramos que no hay un política pública concertada sobre cuál va a ser la perspectiva en términos educativos, de control de prácticas industriales, de movilidad, etc”, contextualizó la directora de la Corporación Región.
Por otro lado, en el medio de transporte que los ciudadanos usan principalmente, se evidenció que el público disminuyó cinco puntos, situándose en 32% en 2017, mientras que en 2016 estaba en 37%. Sin embargo, el masivo alcanzó un 37% este año (34% en 2016), el privado logró un 23% y el humano un 7%, en comparación con un 20% y un 10% respectivamente.
Gustavo Cabrera Arana, profesor titular de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Antioquia y experto en movilidad sostenible, explicó a qué obedecen esas cifras: “La oferta de transporte masivo ha mejorado en Medellín por la entrada de nuevos trenes del Metro, la consolidación del Tranvía y la operación del Metroplús”, confirmando que el transporte público ha perdido participación por el masivo, “gran parte es por el mayor uso de transporte individual y por la compra de vehículos y motocicletas”. En contraste, el transporte a pie o en bicicleta no crece tanto, porque “la gente considera que moverse de esas formas es peligroso y el aire está contaminado”, concluyó.