Pese a los grandes avances de las mujeres dentro de las ciencias exactas, la ingeniería y la tecnología, las brechas de género persisten a la hora de acceder a estas carreras. La Unesco señala que incentivar la participación de las mujeres en estas áreas es vital para el desarrollo de la sociedad y para lograr la equidad de género en materia educativa.
Patricia Morales Vega no fue una niña de muñecas. Ella, criada por su padre en los años 70, recibió lapiceros, libros y cuadernos como regalo en cada cumpleaños y Navidad. En su casa, la educación y la ciencia eran la ley: “mi papá nos enseño que los hombres y las mujeres podíamos estudiar cualquier carrera, que nosotras no éramos incapaces de pensar”, comenta Patricia, Física de la Universidad de Antioquia y experta en Balística.
Cuando Patricia ingresó al pregrado de Física, en 1982, solo tenía tres compañeras mujeres. El resto eran hombres y profesores que, muchas veces, las miraban con recelo: “éramos pocas y nos lo hacían saber. Muchos profesores nos preguntaban qué hacíamos en la universidad estudiando Física o Ingeniería, que nosotras éramos brutas”, comenta.
Pero estudiar también fue un reto. Patricia y sus compañeras se encargaron de callar bocas, demostraron que no eran “brutas” y consolidaron una carrera en la ciencia. Ahora, como docente de Física en pregrados de Ingeniería en la Universidad de Antioquia, ella enseña a sus estudiantes que son capaces de crear conocimiento: “yo no hago diferencias, yo no tengo estudiantes hombres y mujeres, tengo estudiantes que son capaces de aprender y proponer por igual”, resalta la docente.
Aunque en las últimas décadas las brechas de género en las carreras de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (Stem, por sus siglas en inglés) se han cerrado, aún persisten las desigualdades en el acceso de las mujeres a este tipo de pregrados.
Según la Unesco, en su último informe Descifrar las claves: la educación de las niñas y las mujeres en ciencia, tecnología, ingeniería y matemática, solo el 35% de los estudiantes de carreras Stem en el mundo son mujeres. Colombia no está exenta de esta situación: según cifras de Colciencias, solo el 37% de los investigadores del país son mujeres.
Pero, ¿por qué es tan importante que las mujeres estudien carreras Stem? Para la Unesco es claro: la ciencia, la tecnología y la innovación son aspectos claves en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de 2030, contemplados especialmente en el objetivo cuatro, que habla de educación inclusiva, equitativa y de calidad, y el cinco, que propone la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer.
Así, para la organización adscrita a la ONU, asegurar el acceso de las mujeres en la ciencia significa “promover la excelencia” en las carreras Stem y romper con estereotipos de género que, durante siglos, han delegado otro tipo de actividades y carreras para la mujer.
Una de las primeras cosas que aprendió Yulied Graciano Álvarez en su niñez fueron los números del uno al diez en inglés. El romance con los números no terminó ahí: durante sus estudios primarios y secundarios, la joven se destacó en las materias de matemáticas, física, química y ciencias naturales.
“Me di cuenta de que tenía unas grandes habilidades en el pensamiento lógico y que, además, me gusta la parte de la innovación para resolver las necesidades inmediatas de las gente”, subraya Yulied, quien ahora es estudiante de último semestre de Ingeniería Sanitaria en la Universidad de Antioquia.
Según ella, el camino de las mujeres dentro de la academia no está libre de baches y discriminación: “no siempre pasa, porque hay profesores y compañeros que nos respetan. Pero me ha tocado profesores que nos dicen a las mujeres: ‘deberían estudiar uñas, peluquería, o culinaria’, porque la ingeniería es una carrera para los hombres”.
Estas expresiones son la representación de los estereotipos de género que, según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, son todas aquellas opiniones o prejuicios acerca de las “características que hombres y mujeres poseen o deberían poseer”, o de los roles sociales que desempeñan o deberían desempeñar.
Según el informe de la Unesco, este es uno de los principales obstáculos que las mujeres deben sortear a la hora de estudiar carreras Stem. Las mujeres se enfrentan desde edades tempranas a los estereotipos que, muchas veces, minimizan sus capacidades para el pensamiento lógico y las asignaturas numéricas, lo que desestimula su deseo de estudiar carreras Stem conforme pasa la adolescencia.
Cifras de la Universidad de Antioquia demuestran que en el primer semestre de 2018, dentro de los pregrados de Ciencias Exactas e Ingeniería, el 35% de los estudiantes son mujeres, siendo las carreras de Ingeniería Mecánica, con un 10%, Ingeniería Eléctrica, con el 10,3%, e Ingeniería de Sistemas, con un 20%, las carreras menos estudiadas por mujeres.
A este respecto, el profesor Gustavo Zuluaga, uno de los fundadores del pregrado de Astronomía de la Universidad de Antioquia, señala que estos estereotipos son un asunto cultural difícil de desarraigar en la sociedad: “Existe la idea equivocada, muchas veces profundizadas por los padres, de que hay carreras de niños y de niñas. El camino más viable es no culpar a la sociedad, sino corregir con educación”, puntualiza Zuluaga.
Por su parte, la profesora Patricia Morales Vega enfatiza que los padres y los maestros de primaria y secundaria son los encargados de fomentar en las mujeres la pasión por el conocimiento y, sobre todo, darles un mensaje claro a todos sus estudiantes: “no hay carreras de hombres y mujeres, hacer esas diferencias es dañino. Solo hay carreras desde las que todas las personas podemos crear conocimiento y contribuir a la sociedad”.
Yulied Graciano Álvarez sabe que las mujeres tienen potencial. Por eso, desde la Ingeniería Sanitaria, le apuesta a la innovación para solucionar los problemas en las áreas de saneamiento, agua potable y gestión de residuos sólidos. “Es muy positivo que estemos estudiando ingenierías y ciencia porque rompemos estereotipos, empezamos a aportar nuestras ideas y damos un mensaje poderoso: las mujeres podemos lograr lo que nos propongamos”, manifiesta la joven estudiante.