El hombre fue identificado como Mario Castaño bravo de 58 años de edad.
Tras haber recibido con anterioridad amenazas debido a sus labores, Mario Castaño Bravo, de 58 años, fue asesinado el pasado domingo a las 8:00 p.m. en su vivienda en el corregimiento Curvaradó, en la zona del Urabá chocoano.
Los hechos ocurrieron luego de que su esquema de protección colectivo, que también brindaba seguridad a cuatro personas, lo dejara en su casa como de costumbre sin esperar que a los minutos tres hombres lo abordarían y le quitarían la vida.
De acuerdo con el director de la Fundación Forjando Futuros, Gerardo Vega, el líder ya tenía amenazas en su contra, debido a que encabeza los procesos en La Larga Tumaradó, y pese a eso, no le habían asignado el esquema de protección que requería.
“Mario Castaño Bravo que venía acompañando las reclamaciones de tierra en Curvaradó, fue asesinado a las 8:00 de la noche, era la persona más representativa, que venía desarrollando las diligencias en nombre de todas las personas. Tenía un esquema colectivo, es decir dos personas que prestan el servicio a cuatro personas, lo dejaron en la casa para descansar y en menos de media hora llegaron tres personas y lo asesinaron”, confirmó Vega.
La víctima adelantaba procesos legales de reclamación de tierras de los habitantes de esta zona y en 2013 había comenzado a recibir amenazas por parte de personas que rechazaban sus acciones sociales, por lo que ya le había enviado una carta al gobernador de Antioquia Luis Pérez Gutiérrez advirtiéndole que le podía suceder algo.
Hasta la fecha ya son 20 los líderes asesinados en esa zona de Urabá debido a las reclamaciones de tierra que se adelantan ante la Unidad de Restitución de Tierras.
Mario Castaño lideraba también los procesos en Jiguamiandó y Curvaradó, donde los hermanos Castaño adelantaron su proyecto paramilitar en los años 90 y desplazaron cientos de familias para apoderarse de sus predios.