Recintos escolares han suspendido las clases y se reportan 44 víctimas mortales relacionadas con la gigantesca conflagración.
El fuego continúa devastando el sur de California (EE. UU.), con 100.000 personas evacuadas y 93.000 hectáreas calcinadas, y amenaza ahora las localidades costeras de Montecito y Carpinteria, en lo que es ya uno de los cinco mayores incendios de la historia reciente del estado.
La superficie quemada es mayor ya que la de las ciudades de Nueva York y Boston combinadas. Las autoridades informaron este lunes que en la madrugada el fuego en los condados de Ventura y Santa Bárbara, los más violentos y que comenzaron el 4 de diciembre, apenas están contenidos en un 15%.
Los pronósticos meteorológicos no ofrecen razones para el optimismo dado que no se prevé lluvia en la próxima semana y los fuertes vientos impulsan las llamas hacia la costa. Según sus últimos datos, unos 9.000 bomberos están tratando de hacer frente a los cinco fuegos que aún permanecen activos en el sur de California.
Las ciudades del condado de Santa Bárbara, a unos 160 kilómetros al oeste de Los Ángeles, están amenazadas por uno de los focos más potentes que permanecen activos y que ha sido bautizado como "Thomas".
En los alrededores de Santa Bárbara, cerca de 85.000 viviendas se han quedado sin servicio eléctrico, indicó la compañía eléctrica Southern California Edison; y el rector del campus de la Universidad de California en la ciudad ordenó la suspensión de las clases.
Asimismo, esta madrugada las autoridades ordenaron la evacuación de las localidades de Carpintería, con 13.000 habitantes; y de Montecito, donde viven 9.000 habitantes y es hogar de estrellas de Hollywood como Jeff Bridges y las televisivas Oprah Winfrey y Ellen DeGeneres.
"Nuestra casa está en riesgo de ser alcanzada por las llamas. Hemos tenido que evacuar a nuestras mascotas. Estamos rezando por todos en nuestra comunidad y agradecidos a todos los increíbles bomberos", dijo DeGeneres en su cuenta de Twitter. El condado vecino de Ventura fue el trágico escenario de la única muerte confirmada hasta ahora por los fuegos.
El centro médico del condado de Ventura confirmó el viernes la muerte de una mujer de 70 años, originaria de la localidad de Santa Paula y que, cuando trataba de escapar, sufrió un accidente en el auto en el que viajaba, lo que le provocó graves heridas y le hizo inhalar gran cantidad de humo.
"Es diciembre, y es increíble decir que todavía no estamos fuera de la temporada de incendios", dijo el jefe de bomberos de California, Ken Pimlott, en declaraciones al diario Los Ángeles Times Pimlott subrayó la dificultad que supone tener que asumir que "es un desafío que dura toda el año". Este está siendo el peor año de incendios forestales desde que se tiene registro en California, debido especialmente a los 250 grandes fuegos registrados en octubre pasado en varios condados del norte del estado y que asolaron buena parte de las reconocidas regiones vitivinícolas de Napa y Sonoma.
Esos fuegos costaron la vida a 44 personas y destruyeron cerca de 8.900 viviendas y estructuras, según el recuento final del Departamento de Bomberos local. El gobernador de California, el demócrata Jerry Brown, advirtió el domingo tras visitar algunas de las zonas arrasadas que el cambio climático está convirtiendo los incendios en "la nueva norma" en California. "Estamos a punto de tener que realizar labores de extinción de incendios en Navidad. Esto es muy raro e inusual", agregó el gobernador.
Las autoridades consideran que estos últimos fuegos podrían tener un coste económico de más de 25 millones de dólares para el sur de California, donde numerosos cultivos de cítricos han sido reducidos a cenizas, según los cálculos preliminares. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró el viernes el estado de emergencia para California, lo que permite el envío de asistencia federal.