Los colombianos hemos sido conformistas y sin inconformismo no hay progreso. El inconformismo debe contar con plenas garantías para manifestarse el próximo 21 de noviembre sin violencia.
21 de noviembre: ¡Paro Nacional! Esta semana se llevará a cabo en el país una manifestación contra las políticas del presidente Iván Duque. Estudiantes, indígenas, artistas, líderes de oposición, organizaciones sociales, centrales obreras y ciudadanía en general, promueven desde hace algunas semanas el llamado “paro nacional” y han invitado a salir a protestar masivamente a la calle.
Pero esto no es solo contra el primer mandatario. El rechazo también está dirigido a la clase política y al sistema judicial del país. Las tres ramas del poder (ejecutiva, legislativa y judicial) parecen estar desconectadas de la realidad colombiana.
El Gobierno Nacional, luego de una serie de errores, tocó fondo. El bombardeo donde murieron entre 8 y 17 menores de edad -no se ha confirmado la cifra exacta- fue el "florero de Llorente"; desató una crisis política que le costó el cargo al ministro de Defensa. Ahora, continúan las mociones de censura contra el ministro de Agricultura y el Canciller, hoy ministro de Defensa.
El Congreso -que como en todo, no se debe generalizar- presenta proyectos de ley y reformas constitucionales que no responden a la voluntad popular, sin tener en cuenta a los ciudadanos.
La justicia tiene serios cuestionamientos por los escándalos de corrupción que la han salpicado, la congestión judicial, la demora para formular una denuncia, la excarcelación de delincuentes, incluso luego de unas pocas horas de su captura. Los ciudadanos resienten la falta de celeridad en los procesos y la impunidad.
El país está inconforme y el inconformismo es positivo en una democracia. Los colombianos hemos sido conformistas y sin inconformismo no hay progreso. El inconformismo debe contar con plenas garantías para manifestarse el próximo 21 de noviembre sin violencia.
Los medios deben justificar y legitimar el fin de la protesta social. Apoyo y respeto el paro nacional del próximo 21 de noviembre. El jueves, salgamos a marchar por la paz, por la justicia, por la vida, por las oportunidades que todos nos merecemos. Hagámoslo en paz.