Construir un quinto túnel para garantizar el caudal del río Cauca aguas abajo del proyecto podría ser el camino para facilitar la reparación de los daños causados en las captaciones de la casa de máquinas. La prioridad, por otro lado, es trabajar en la oquedad encontrada en enero.
Encender Hidroituango como central generadora del 17% de la energía que demanda el país es el norte hacia el que ahora apunta EPM. Los hitos que permitirán alcanzar esa meta en el segundo semestre de 2021, fueron enumerados por el gerente general de la entidad, Jorge Londoño de la Cuesta, en un detallado informe que le presentó esta semana al Comité Intergremial de Antioquia.
Representantes de los 32 gremios y las cinco Cámaras de Comercio que conforman dicho Comité, se dieron cita para recibir de primera mano los detalles sobre la situación actual del megaproyecto por cuanto “preocupa la estigmatización” que sobre la obra hay, especialmente desde algunos medios de comunicación.
“Debe prevalecer la prudencia en el manejo de la información”, afirmó el presidente del Comité, José Fernando Villegas Hortal, quien añadió que, “como dijo la SAI, los análisis catastróficos de los medios no son compartidos por los expertos” y reconoció que desde los hechos de abril pasado los empresarios de la ciudad han sido informados por EPM “con rigor técnico”.
Después de un meticuloso recorrido por el origen de la contingencia, las primeras acciones para enfrentarla, los hitos dados para llegar al cierre de las compuertas de la casa de máquinas y las operaciones desplegadas para atender la emergencia ambiental que este hecho generó, Londoño de la Cuesta se centró en describir el camino que EPM debe seguir para avanzar en la construcción de la obra, en el que la prioridad, por ahora, será atender la oquedad encontrada en enero pasado y trabajar en reparar los daños que causó el caudal del río Cauca en las captaciones de la casa de máquinas.
“Lo que es casa de máquinas, instalar las unidades de generación, los edificios de control y todo eso, no es prioritario. Lo vamos a empezar a hacer desde el primer día, pero no es lo prioritario en términos de riesgo”, afirmó Londoño de la Cuesta.
Enfatizó, pues, que en el orden de prioridades para retomar el control del proyecto “el punto primordial es trabajar sobre la oquedad que encontramos y que está en la zona de captación, allí hay que consolidar ese sector, porque de todas maneras ofrece riesgo. No es bueno tener un hueco de esas dimensiones cerca de la estructura de captación”.
Pero la reparación de las estructuras de captación conlleva una complejidad mayúscula, toda vez que el punto de obras está ubicado, al día de hoy, 50 metros por debajo del nivel del embalse.
Sobre tales estructuras, Londoño de la Cuesta fue franco al señalar que “están algo destruidas y allí tenemos que entrar a reparar. Tenemos que bajar el embalse unos 50 o 60 metros por lo menos, y para bajar el embalse 50 o 60 metros, tenemos que habilitar un cuarto túnel del que poco han oído hablar, que es el que se llama descarga intermedia”.
El directivo explicó que dicho túnel está taponado y, para que el agua del embalse pase a través de esa descarga, hay que quitar unos tapones de concreto de gran tamaño, además de reforzar su estructura e instalarle unas compuertas.
“Tenemos que entrar, y lo digo jocosamente, con unas pistolitas de agua y tumbar esos tapones de concreto”, dijo y luego detalló que hay una empresa que presta ese servicio: mediante unos robots, baja 150 metros bajo el agua y con un sistema de agua a presión destruye ese concreto”.
Pero, además, antes de destruir ese concreto se debe retirar un material de derrumbe que está en la misma zona, bajo el agua, por lo cual este hito de habilitar la descarga intermedia se puede tomar todo el resto del presente año.
Ahora bien, como habilitar la descarga es urgente por cuanto el vertedero no puede estar operando indefinidamente, el gerente general de EPM explicó que la entidad está considerando “desarrollar otro sistema adicional de descarga intermedia, otro túnel, un quinto túnel, para que nos asegure que el embalse baje al nivel de poder intervenir las bocatomas y dejarlas en buen estado, que es necesario para poner en operación el proyecto”.
Frente a un panorama que luce complejo, el gerente de EPM les dejó esta frase a los empresarios: “Afortunadamente tenemos todos los recursos económicos, todos los recursos humanos, todo el acompañamiento profesional para afrontar este problema, lo que necesitamos es la colaboración de todas las instituciones para poder acometer este reto en el menor tiempo posible. Eso es fundamental”.
Ante los gremios y las Cámaras de Comercio de Antioquia, Jorge Londoño de la Cuesta explicó otras obras que se deben desarrollar de manera paralela en el propósito de recuperar el proyecto.
“La presa la tenemos que subir de la cota 418 a la cota 435, eso va a ocurrir finalizando el primer semestre y eso va a generar que se resuelva la movilidad hacia Ituango”, detalló.
Cabe recordar que por la cresta de la presa va a pasar la vía que va hacia Ituango y que hoy en día está restringida.
Con respecto a los túneles derecho y galería auxiliar de desviación (GAD), el gerente explicó que “nos va tomar este primer semestre taponar el túnel auxiliar”, por cuanto este posee unas compuertas que se están reinstalando.
Pero el otro túnel, el derecho, donde se presentó el derrumbe en abril, “nos ha ofrecido un poco más de dificultades, no ha sido fácil porque ese no tiene compuertas”.
Explicó que ese “lo tenemos que taponar con un tapón de concreto. Hemos inyectado concreto pero en ese túnel todavía hay un flujo de agua pasando, y ese flujo bota el concreto que hemos inyectado y no ha sido fácil consolidarlo”.
La estimación actual es que solucionar de manera definitiva este punto puede tomar seis meses, por lo menos.
Finalmente, reiteró que la primera labor que se adelanta es desinundar la casa de máquinas, para lo cual la entrante semana quedarán en operación cinco motobombas. Mientras tanto, se realiza una operación para oxigenar el agua estancada y evitar o retrasar su pudrición.
Cuando el gerente de EPM hablaba de la necesidad de la colaboración de todas las instituciones, seguramente tenía en su cabeza una sola: la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, Anla.
Y es que hoy se podría decir que el futuro de Hidroituango está más en manos de esta entidad que de la propia EPM. ¿La razón? Una resolución emitida por la Anla días después de la contingencia notificó a la empresa de que solamente podía atender las acciones relativas a superar la emergencia. Es decir que las otras obras quedaban suspendidas.
“Atender la contingencia implicaba atender la totalidad del proyecto, lo que restringía esa resolución era muy poco”, dice Jorge Londoño de la Cuesta.
Pero a futuro esa realidad va a cambiar pues, en palabras del gerente, “vamos a entrar en un terreno en el que recuperar el proyecto no necesariamente es atender la contingencia”.
“Uno podría decir: ojo que tener funcionando el vertedero indefinidamente puede ser un riesgo. Superar la contingencia pasa por poner a funcionar el proyecto, sino, quedamos en una situación irregular, pero ahí va a haber indudablemente la necesidad de que el Gobierno Nacional respalde el proyecto”, aseguró.
En diálogo con EL MUNDO, Londoño de la Cuesta amplió que “el relacionamiento que necesitamos con la Anla es fundamental y el apoyo que nos pueda brindar esa autoridad es fundamental. Nosotros tenemos toda la vocación y toda la voluntad de atender todos los requerimientos que ellos nos impongan, pero también necesitamos que ellos hagan conciencia de lo importante que es este proyecto para el país”.