Un té siempre será para beber. Sírveme un té, por favor.
Hace décadas que los monosílabos, por regla general, no llevan tilde. Algunas sobrevivieron hasta el 2010: la tilde de guion y la tilde de truhan, ambos monosílabos, aunque no parezcan. O sea, estas dos palabras llevaron tilde hasta 2010, ahí murieron. Hoy quiero contarles cuáles monosílabos llevan tilde y para qué sirven.
1. Tú. Tú eres grande. Es un pronombre personal, así que pueden identificarlo usando “vos” y “usted”: vos sos grande, usted es grande.
2. Mí. Es un pronombre también. Deme la comida a mí (como decir “a yo”), me gusta a mí, a mí no me joda. De alguna manera, reemplaza a “yo”.
3. Sí. Tiene dos usos. Sirve para afirmar: yo sí quiero. “¿Quieres comer? Sí”. “¿Vamos a la playa? Sí”. Y sirve para estos casos también: “En sí mismo”, “se desmayó y volvió en sí” (o sea, volvió “en él o en ella”). “De por sí, es una mala persona”.
4. Él. Es un pronombre: él es una buena persona. Así que siempre reemplaza algo, sobre todo a un nombre: Pedro es una buena persona.
5. Té. Un té siempre será para beber. Sírveme un té, por favor.
6. Dé. No le dé nada a él. Es el verbo dar. Pero pilas: ni deme ni dele ni den llevan tilde. Solamente dé lleva tilde.
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De esas que casi nunca usamos
Putrescible. Cualquier cosa que se pueda podrir con alguna facilidad (o pudrir, ambas formas son correctas) es putrescible. La carne es putrescible.