Voy a observar las actitudes infantiles de los viejos avispados, y las actividades ancianas de los bebés pilos
Desde que Néstor Armando Alzate y Juan Manuel Serna tenían su programa radial nocturno, fui su fan. Tuve el placer de conocerlos en el Nutibara de Medellín, cuando estaba Sergio Fajardo como alcalde y todo el que podía se fotografiaba con él. O sea, saludaba de lado y no de frente (que hubiera dicho mi madre). Creo di la espalda al fotógrafo y eso que había ido a la peluquería y llevaba descote.
Actualmente sigo oyendo Una voz en el camino ahora con Ley Martin desde Barranquilla. Por suerte puedo oír todavía los buenísimos, variados e interesantes temas que trata Juan Manuel Serna, (compañero filólogo). Bien me gustaría reencontrármelo en alguna voladita a Medellín la Villa.
Hace algún tiempo, pero no lo olvido porque todo lo que me impacta lo anoto, no sólo para recordarlo sino para escribir sobre ello, un personaje para mí desconocido, que a veces mete sus cucharadas en el mencionado programa de Lay Martin, dijo en medio de no sé qué cuento: "Los viejos son dos veces niños".
Inmediatamente corrí al espejo a ver qué tan vieja estaba y si era que acaso había dos niños a mi lado. ¡Entonces al no ver nada especial me dije, ah, y entonces los niños serán dos veces viejos... Bueno depende de la edad, pensé, mientras buscaba un almanaque Bristol para ver qué me enseñaba éste, no sabía si estaba en la mesita de la máquina de coser Singer de mi abuela o en la de escribir Remington de mi madre!
Finalmente fui a buscar mi Fe de Bautismo. Había desaparecido, o sería que yo no había sido bautizada, porque sí tengo la idea de que había oído que el Padre Montoya, enterrador de Carlos Gardel, había dicho que ese nombre de Mariluz no existía, así mi padre le dijera que su hija seguramente sería la primera Santa Mariluz, y adornaría el almanaque de todos los santos.
Por lo pronto voy a observar las actitudes infantiles de los viejos avispados, y las actividades ancianas de los bebés pilos. Y comparar: ¿Acaso mojar lecho? Babear, decir ma, llorar, quejarse, pedir una chupadita… tal vez decir: ¡Mi marido! (Al amante) En lugar de Mi ‘amá y en ningún caso recibir respuesta. A veces a ambos les queda la ropa grande, se les cae, se caen y no reconocen al nuevo médico, ni a la enfermera de Intensivos, ni el túnel de Urgencias o del Más Allá...
Me aburro terriblemente sábados y viernes, no sólo ya sin las importantes y necesarias Voces del Secuestro (como si éste hubiera terminado), cuando unos señores hablan no sé qué con un acento español, pues dicen que a esa emisora Caracol que lleva como 70 años, la compraron unos españoles, espero haber entendido mal. También oí que El Tiempo fue comprado por un grupo español llamado Prisa. Conocí un periódico El Tiempo fundado por Eduardo Santos.
Indefectiblemente las cosas van cambiando. Ahora, quién lo creyera, España nos reconquista. Claro no se iban a quedar con aquello de que nos hubiéramos independizado. Se demoraron, pero llegaron. Alguna razón habrá detrás. Sería bueno averiguar cuál. No podemos olvidar la gloria inmarcesible (¡inmarcesible es lo que no se marchita!).