Utilizar materiales reciclables para fabricar madera plástica y a su vez fabricar materiales y elementos inmobiliarios es lo que hace la UPB con un grupo de investigadores de la facultad de Ingeniería Mecánica e Industrial. Actualmente el proyecto avanza en el municipio de Apartadó.
Desarrollar madera plástica con material reciclado, como bolsas de recolección de banano, cabuya y botellas, es un proyecto que realiza la Universidad Pontificia Bolivariana a través de su facultad de Ingeniería Mecánica e Industrial y el Grupo de Investigación en Nuevos Materiales (Ginuma) en conjunto con la empresa Club Plástico del municipio de Apartadó.
Con el objetivo de identificar el comportamiento de este material en situaciones de compresión, tensión e intemperie, teniendo en cuenta sus condiciones amigables con el medio ambiente, docentes y estudiantes de la UPB investigan la caracterización mecánica y térmica de la madera plástica, con la que elaboran estacones para zonas rurales, casas prefabricadas, senderos, tapas de alcantarillado, estibas para almacenamiento y elementos inmobiliarios.
Elementos fabricados con madera plástica. Fotos: Cortesía Agencia de Noticias UPB
La madera plástica está compuesta por materiales poliméricos reciclados, los cuales son fundidos y vaciados en moldes metálicos para generar variedad de piezas que son aptas para la construcción civil. Actualmente, este material es producido por varias empresas del sector; sin embargo, y dadas las variaciones del material reciclado, en el mercado nacional aún no se definen con exactitud sus propiedades térmicas y mecánicas. Por tanto, desde el Ginuma de la UPB se pretende establecer dichas características.
Alexis García, docente e investigador de la Facultad de Ingeniería Mecánica de la UPB y encargado de la investigación, estuvo en diálogo con EL MUNDO y explicó: “Estamos trabajando con unos materiales que se llaman materiales compuestos, que son una mezcla entre polímeros y fibras. En el mundo se utilizan básicamente fibras artificiales, es decir fibras de vidrio, de carbón, entonces por decir los palos de golf, las raquetas y hasta los carros de Fórmula Uno y los aviones se hacen con ese material compuesto. Decidimos trabajar con material compuesto, pero cambiando el tipo de fibra, colocando fibras naturales. Empezamos a mezclar los materiales poliméricos pero con fibras naturales y le invertimos guadua, entonces lo que hacemos es una mezcla entre guadua y el polímero. Finalmente vimos que estábamos utilizando polímeros vírgenes, como polipropilenos, polietilenos, entre otros, pero estos hay que sacarlos de fuentes como el petróleo, por lo que decidimos no seguirlos utilizando para apoyar el medio ambiente y no usar recursos no renovables como el petróleo, de ahí surgió la idea de utilizar materiales reciclables, como botellas de agua, vasos de gaseosa, bolsas plásticas, entre otros”.
El docente resaltó que “en la búsqueda de encontrar materiales plásticos reciclados dimos con una empresa que se llama Club Plástico del municipio de Apartadó, que lo que hace es recoger todas las bolsas y los materiales, como la cabulla, después de hacer la recolecta del plátano, las cogen, las limpian, las reciclan y las funden, volviéndolo material líquido, luego lo pasan a unos moldes metálicos y fabrican estructuras con las que hacen tablones para terminar haciendo estibas, tapas de alcantarillado, pisos, separadores, estacones para encierro de ganado y en este momento están con el proyecto de hacer puentes peatonales y techos de viviendas”.
El contacto del grupo investigador con la empresa Club Plástico se dio cuando conocieron de su trabajo, así lo afirmó Alexis, “los contactamos y empezamos a hacer dos cosas: caracterizar ese material, que es una basura que reutilizamos, a la que le damos un nuevo funcionamiento. También beneficiamos a varias familias que son de bajos recursos y son las encargadas de recoger el plástico, reciclarlo, limpiarlo y separarlo, claro que se les paga por ello. Además del impacto económico que se le está generando a la empresa está el impacto ambiental, porque estamos dejando de utilizar materiales provenientes del petróleo y, a su vez, tiene un impacto social porque estamos permitiendo que las personas que viven del reciclaje puedan tener unos mejores ingresos”.
Sobre el alcance que esperan tener con este proyecto, del que hacen parte cuatro estudiantes de Ingeniería Industrial y cuatro de Ingeniería Mecánica, así como docentes de ambas facultades, el docente manifestó: “Inicialmente, cuando este grupo empezó con el proyecto, sabíamos que íbamos a llegar a lugares muy lejanos, ya veníamos trabajando con los polímeros hace muchos años y ya se habían hecho algunos trabajos en madera plástica, pero no se había tomado en serio la caracterización de estos materiales y la puesta a punto de este. En este momento estamos desarrollando una primera fase del proyecto, pero lo que queremos es que a la vuelta de cinco años tengamos absolutamente todo caracterizado en este material y podamos darle a la industria un material versátil, fácil de usar, económico y que cualquier persona lo pueda utilizar sin generar ningún tipo de riesgo”.
Los elementos elaborados con madera plástica cumplen con las propiedades de resistencia que garantizan calidad y sostenibilidad. “Los polímeros pueden demorarse más de 150 años en degradarse, los puede atacar el agua, el viento, la temperatura y van a aguantar con mayor capacidad. Además, tienen una muy resistencia al impacto”, afirmó el docente García.
El uso de nuevos materiales beneficia significativamente la industria inmobiliaria y arquitectónica, además los consumidores finales adquieren artículos de mayor vida útil que a largo plazo implicarán una ganancia económica debido a su durabilidad. La madera plástica posibilita la creación de múltiples elementos más amigables con el medio ambiente, por tanto, su caracterización permite identificar sus propiedades de manera exacta.