Los cuarenta trabajadores que el pasado sábado trabajaban en el reforzamiento del túnel de captación número cuatro, en las entrañas del proyecto Hidroituango, tuvieron motivos para entrar en pánico.

La fuga que intentaban controlar creció súbitamente y la presión del flujo les hizo pensar que el tapón de 3,5 metros de longitud que los separaba del embalse, cuya presión se ejerce desde la cota 407, se iba a reventar con ellos ahí atrapados.

Fue entonces cuando se dio la orden de evacuación por parte del personal de salud y riegos laborales, medida que cobijó en total a 105 trabajadores, incluyendo a los que se encontraban en la casa de máquinas y en la galería auxiliar de descarga (GAD).

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Un video de uno de los obreros reclamando los medios de evacuación, justo un día después del más reciente simulacro realizado en la obra, se hizo viral en redes sociales, lo cual alimentó una nueva oleada de ruido en torno al estado del proyecto y a la seguridad de las comunidades aguas abajo de la presa.

El lunes a primera hora los obreros regresaron al túnel de captación número cuatro con nuevas tareas para ejecutar: la primera, según el ingeniero William Giraldo, vicepresidente de proyectos de generación energía de EPM y quien estuvo a la cabeza del equipo de trabajo, era iniciar el reforzamiento de los tapones; la segunda, inyectar material epóxico para sellar las fugas y reducir el caudal del agua que circula por el área.

(Así lucía la filtración en la captación cuatro antes de ser canalizada)

“Nosotros informamos de esto a la comunidad porque son eventos que ocurren y es importante tener a la gente enterada, sobre todo porque hay evacuaciones y la gente se asusta, pero hasta ahora no reviste ningún tipo de riesgo para las comunidades”, dijo en diálogo con EL MUNDO el ingeniero Giraldo.

Por su parte, el gerente encargado de EPM, John Maya Salazar, fue mucho más tajante al señalar que lo ocurrido “no es motivo de alerta” y al desmentir que las filtraciones se originen en la presa o el vertedero, como se ha dicho en las redes sociales.

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¿Qué pasó?

Para entender lo sucedido, el ingeniero William Giraldo comienza por explicar que en la zona de los túneles de captación tres y cuatro (la futura central de generación cuenta con ocho túneles de captación, de los cuáles el uno y el dos se usaron para evacuar el caudal del río Cauca durante 271 días) se construyeron desde antes de la emergencia unos tapones que evitan el paso del agua del embalse hacia la casa de máquinas, los cuales tienen una longitud de 3,5 metros.

Túnel adentro se ubican las compuertas que se usarán cuando la central genere energía y que por ahora permanecen abiertas, pues los tapones permiten que se adelanten las labores de construcción pendientes sin el riesgo de inundación.

Ahora bien, y siempre según el vicepresidente de proyectos de generación de EPM, en la zona se estaba trabajando porque hace 25 días, mientras se realizaban labores de inspección, se encontró que el tapón necesitaba un refuerzo.

“La captación cuatro, concretamente, tenía una pequeña fuga entre el tapón y el túnel, que es de concreto. Aunque esas fugas son normales al estar el embalse ahí empujando, con esas filtraciones de agua lo que se hace es que se perfora y se inyecta con material, sea concreto o con algún tipo de epóxico, para evitar que la fuga indisponga o crezca”, explicó Giraldo.

El gerente encargado, Maya Salazar,  ahonda en la explicación al acotar que el agua pasa desde el embalse por entre el revestimiento del túnel.

“Hay zonas del revestimiento que son irregulares”, dijo este martes durante una rueda de prensa, y añadió que al ser agua “limpia”, es decir carente de material, se puede afirmar que “viene del embalse y no de la roca”.

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El incidente se dio cuando se realizaba una perforación para la inyección de concreto.

“Al unirse una de las perforaciones para la inyección de concreto con la fuga, se aumentó el caudal”, explicó Maya Salazar.

“Entonces la gente que estaba ahí se asustó por obvias razones, porque el agua creció y pensaron que se  iba a venir el tapón, entonces salieron de la zona”, añadió  el ingeniero William Giraldo, quien precisó que la fuga original era de 150 litros por segundo y cuando creció llegó a 250 litros por segundo. “No es que sea un gran caudal, pero de todas maneras el agua a presión asusta”, insistió.

(El ingeniero William Giraldo, en la zona de las filtraciones)

Las razones por las cuales los directivos de EPM señalan que no hay motivo de alarma, es que la capacidad del túnel de conducción es de 170 metros cúbicos por segundo (m3/seg) cuando se está generando energía y de 680 m3/seg cuando no se está generando, es decir que el caudal de la fuga equivale a 0,25 m3/seg.

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¿Qué se va a hacer?

Después de visitar el sitio y de mantener una reunión con los técnicos sobre lo ocurrido, EPM y el contratista CCC Ituango determinaron adelantar varias acciones.

La primera, como ya se indicó, es “aumentar 3,5 metros de largo los tapones, es decir que serán tapones de casi ocho metros cada uno (en las captaciones tres y cuatro) y vamos a volver a inyectar las fugas con material epóxico para tratar de sellarlas”, según el ingeniero William Giraldo, quien estima que esta tarea se tomará las próximas dos semanas.

“Lo empezamos a hacer desde el lunes en la mañana, ya el sitio está otra vez con trabajadores en forma normal”, enfatizó.

El gerente encargado detalló que la inyección para el sellamiento de las fugas ya no se hará con concreto sino con una resina que proveerá una empresa brasileña, la cual tiene la capacidad de consolidarse más rápido y tiene más capacidad de expansión.

Con respecto a la reacción que tuvieron los trabajadores en la zona, Adolfo Echeverría, de la Unidad de Gestión de Riesgos Laborales de EPM, insistió en que, tras lo ocurrido, “se cumplieron los protocolos establecidos para la evacuación del personal”.

“Cada vez incluimos más temas preventivos como el ejercicio de evacuación que hicimos la semana pasada, y cada quince días el Consorcio, en cada una de las áreas, realiza protocolos preventivos de evacuación y simulacros para que, en caso de que se materialice un evento, el personal esté capacitado y entrenado para saber qué hacer”, puntualizó.

No hay más oquedades

Frente a otros rumores que también se hicieron virales en las redes sociales, en el sentido de que se había encontrado una nueva oquedad entre los túneles de captación cinco al ocho, el vicepresidente de proyectos generación energía, William Giraldo, señaló que “esas son falsas noticias que alguna gente” lanza con información que la propia empresa emite.

“Allá han estado investigadores de la Universidad Nacional, han estado los medios de comunicación, al Puesto de Mando Unificado se le entregó la información, eso no es una oquedad ni un vacío, la gráfica que está circulando corresponde a una figura en la que se muestra que el material que está en esa zona no está igual de confinado a como estuvo cuando se hicieron esos túneles”, explicó.

Admitió, eso sí, que es una zona en la que también se están haciendo intervenciones para darle mayor “confinamiento” y que “posteriormente el propósito es blindar metálicamente esas conducciones para darle más estructura a toda esa zona del proyecto”.

Giraldo indicó que “posiblemente la roca sí se afectó porque no es la misma calidad de la roca que teníamos” antes de la contingencia “y esa es la razón por la cual no tiene la misma confinación que tuvo cuando se hicieron los túneles”, finalizó.