Medellín acoge a niñez venezolana, pero en entornos protectores

Autor: Redacción
8 agosto de 2019 - 01:59 PM

Con una amplia oferta estatal, la capital antioqueña protege a los más vulnerables y en especial los derechos de los niños, por lo que trabaja en procura de evitar que se expongan a la mendicidad o la explotación en vía pública.

Medellín, Antioquia

El flujo de migrantes venezolanos hacia Colombia es cada vez mayor, y la tendencia sigue en aumento, porque antes que mejorar, las condiciones de vida son cada vez más precarias en el vecino país.

Y ante ese escenario, la resolución del Gobierno del presidente Iván Duque que autoriza nacionalizar a los hijos de padres venezolanos nacidos en Colombia desde agosto de 2015, se convierte no sólo en una ayuda humanitaria para las familias de los más de 24.000 pequeños que hoy son nuevos ciudadanos colombianos, sino en un salvavidas para muchas mujeres venezolanas en estado de gestación que no cuentan con atención médica en su país y no encuentran otra alternativa sino la de salir en búsqueda de ayuda para ellas y sus bebés.

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Según Migración Colombia, a 30 de junio de este año, la cifra de venezolanos en el territorio nacional era de 1.408.055, 48% mujeres y 52% hombres, entre ellos 197.428 menores de edad.

De esos Niños, Niñas y Adolescentes (NNA), 182.000 están en el sistema educativo, es decir hay 15.428 menores de edad desescolarizados.

De acuerdo con las cifras oficiales, en Medellín residen 74.816 venezolanos, aunque la colonia del vecino país calcula que ese número es hoy cercano a los 95.000. De ellos, cerca de 17.000 son menores de edad, y casi 14.000 están inscritos en el sistema educativo: 10.637 en Instituciones Educativas públicas, 386 en IE privadas y más 2.700 en el Programa Buen Comienzo. Es decir, en la capital antioqueña hay más de 3.000 NNA desescolarizados, y lo más preocupante, la mayoría de ellos expuestos a la mendicidad o la explotación en vía pública.

 

No a la mendicidad

“Obviamente el anuncio del Gobierno colombiano de otorgar la nacionalidad a más de 24.000 niños es un alivio para madres y padres venezolanos que están aquí en difíciles condiciones y que no sabían qué hacer frente al tema de la ciudadanía de sus hijos, pero el tema que más preocupa hoy es el alto grado de desescolarización de muchos de esos niños”, destacó Toni Vitola, vocero de la colonia venezolana en Medellín.

“La situación es alarmante, dijo, y se ha ido agudizando en los últimos meses en Medellín, se nota con facilidad en los semáforos y en las calles, donde se ven constantemente familias con niños en precarias condiciones, y todo indica que es una situación que irá en aumento, porque la gente allá en Venezuela no tiene oportunidades y van a seguir saliendo en busca de una opción de vida como la que se les ofrece aquí”.

Al reconocer y valorar los esfuerzo de la Administración Municipal por integrar a todas estas personas a las dinámicas de ciudad con una oferta que les brinda educación, salud y recreación, Vitola aceptó que “por eso en la colonia rechazamos esta práctica que se está multiplicando con los niños en las calles, por lo que hemos iniciado una campaña de sensibilización con esos padres para que, por lo menos, no les vulneren a los niños el derecho a la educación. Aquí les están brindando oportunidades y por eso sentimos ese compromiso como sociedad civil de hablar directamente con ellos, porque no queremos que se alimente la mendicidad”.

Vitola advirtió que “hay una población importante de niños venezolanos, que se estima en un 20%, que no está en el sistema educativo, es decir desescolarizados. Son uno 3.000 pequeños que no asisten al colegio, por varias razones: dificultad económica de los padres, que llegan en condiciones de precariedad y vulnerabilidad y dicen no tener con que cubrir gastos de transporte y sustento, pero también hemos detectado un tema de explotación infantil, porque muchos de esos niños son utilizados como trampa para tocarle el corazón a la gente que es tan generosa y así recibir ayuda fácil en las calles, exponiendo a los niños a claras situaciones de mendicidad”.

Según Vitola, las cifras reales de la migración venezolana hacia Colombia, y especialmente hacia Medellín, son mucho mayores a las que se reportan oficialmente, porque hay una población que no se ha visibilizado como debe ser, y son los retornados.

“En el caso de Antioquia y Medellín, a los migrantes venezolanos habría que sumarle no sólo los que pasan por puntos irregulares, que en muchos casos no se contabilizan, sino los colombianos retornados y los colombo-venezolanos, que son venezolanos hijos de padres colombianos y que regresan adonde familiares o amigos, pero que igual tienen dificultades de integración porque llevaban 30, 40 o 50 años viviendo en Venezuela y ahora no saben cómo es la dinámica de la ciudad, por lo que tampoco es fácil para ellos”, precisa.

Por eso en la colonia venezolana se considera que en Antioquia hoy pueden vivir más de 140.000 venezolanos y en Medellín por lo menos unos 95.000.

 

Atención integral

Medellín aprendió de su propia experiencia y hoy es ejemplo en la atención integral que le brinda a la población migrante venezolana, especialmente con quienes han llegado a la ciudad en condiciones de precariedad y vulnerabilidad.

Y eso es porque el mismo modelo del sistema de atención a las víctimas del conflicto armado, que llegaban a Medellín desplazadas desde todos los rincones del departamento, ha servido de patrón para brindar ayuda a través del equipamiento de la infraestructura estatal que se tiene en cada comuna y corregimiento, como centros de salud, instituciones educativas, canchas del Inder, centros de desarrollo, así como las juntas administradoras locales (JAL) y las juntas de acción comunal )JAC), que han permitido visibilizar y atender muchos de esos casos.

“Por eso no se ha diseñado un programa exclusivo para la atención de venezolanos, porque eso motiva discriminación e impide su integración a las dinámicas de ciudad, que es lo que se ha pretendido desde todos los componentes”, explicó Paulina Suárez Roldán, secretaria de Inclusión Social, Familia y Derechos Humanos.

Atención que cubre a la familia y a migrantes de todas las edades desde los diferentes sectores: adultos mayores, discapacidad, grupos étnicos, población Lgtbi, seguridad alimentaria y nutricional, pero especialmente a la niñez, porque dentro de los capítulos no negociables Medellín tiene establecido que NNA tienen que estar siempre en un entorno protector, sea la institución educativa, una sede del Inder para la Recreación y el Deporte o en las actividades complementarias a las jornadas educativas.

“Por eso se creó un programa de Equipos territoriales, profesionales psicosociales expertos en atención a la niñez, que hacen recorridos por toda la ciudad, de lunes a sábado, entre las 9 de la mañana y las 6 de la tarde, con el fin de identificar esas familias vulnerables que tienen menores de edad expuestos en vía pública y explicarles cómo pueden acceder a los servicios que les ofrece la Administración, y así se invitan a no exponer a sus hijos a situaciones que los ponen en riesgo”, precisó Suárez Roldán.

En esos recorridos, explicó, “se han atendido más de 570 casos, de los cuales 283 niños se han encontrado en alto grado de vulnerabilidad, por lo que se les inicia el proceso de acercamiento pero bajo el principio de corresponsabilidad, que son los derechos y los deberes que ellos tienen, a partir de los cuales los invitamos para que acudan al sistema educativo de la ciudad, que tiene las puertas abiertas para todos los niños venezolanos”.

Esas visitas de asistencia pedagógica se repiten dos, tres y hasta cuatro veces, insistiendo en el cuidado de los niños, la asistencia a las citas de control y desarrollo, y el ofrecimiento del programa Buen Comienzo, donde los pequeños tienen asegurada la alimentación de cada día, por lo que no hay disculpa para mantenerlos en situaciones de vulnerabilidad. Pero si la situación de irregularidad continúa, el último recurso al que recurren las autoridades es reportar el caso al Icbf, que se evita al máximo por no someter a los niños y sus familias a un doble desarraigo, porque vienen de dejarlo todo en su país y lo ideal es que aquí puedan permanecer juntos.

Pero es responsabilidad de los padres velar por la seguridad y el bienestar de sus hijos, y por lo tanto deben hacer uso de las ofertas que les brinda la ciudad en bien de sus familias, o de lo contrario el Icbf puede iniciar un proceso de restablecimiento de derechos.

De hecho, dijo la secretaria de Inclusión Social, “recién se abrió un nuevo programa de atención llamado Araguaney -árbol nacional de Venezuela-, con cupo para 150 niños, que está ubicado en el sector de Prado”, lo que demuestra que Medellín, con el gran apoyo de Acnur -Agencia de la ONU para los Refugiados-, se reconoce como una ciudad solidaria, que acoge con cariño a los más vulnerables, como aprendió a hacerlo desde sus épocas más aciagas.

 

Más de 24.000 nuevos ciudadanos colombianos

Al firmar la Resolución temporal mediante la cual se les reconoce la nacionalidad a los hijos de padres venezolanos nacidos en Colombia a partir del 19 de agosto del 2015 y hasta que cambien las condiciones de vida en el país vecino, el presidente Duque aseguró el lunes pasado que a los más de 24.000 niños en riesgo de ser apátridas (sin patria) no se les puede negar el derecho fundamental a tener una nacionalidad, que es reconocido internacionalmente como un derecho de la niñez.

“En un gran esfuerzo interinstitucional, el Estado colombiano se une para decirles orgullosamente a esos 24.000 niños que son colombianos, porque ellos no son culpables de la caótica situación que ha generado la dictadura en el vecino país”, dijo el presidente, refiriéndose a las difíciles condiciones en que llegan sus padres buscando ayuda.

En este sentido, manifestó que “Colombia le da este mensaje y esta lección al mundo; a los que quieren hacer de la xenofobia un camino político, nosotros adoptamos el camino de la fraternidad. Ante quienes quieren segregar o discriminar al migrante también nosotros nos paramos erguidos, como una nación que defiende la democracia y las libertades, para decir que los vamos a acoger y los vamos a apoyar en momentos difíciles”.

“Esos más de 24.000 niños nacionalizados, a quienes la dictadura de Maduro les había arrebatado su derecho a tener una patria, tienen desde ahora los mismos derechos que cualquier ciudadano colombiano”, aseguró el jefe de Estado.

 

Migración venezolana hacia Colombia

Según Migración Colombia, con corte a 30 de junio.

1.408.055 venezolanos están radicados hoy en territorio colombiano.

742.390 de ellos en condición de regular, es decir con papeles en regla.

665.665 de ellos están de manera irregular.

679.203 de ellos son mujeres (48%).

728.852 de ellos son hombres (52%).

197.428 de ellos son menores de edad.

182.000 menores de edad están en el sistema escolar.

 

Antioquia

112.745 venezolanos están radicados hoy en Antioquia.

74.816 de ellos viven hoy en Medellín (la colonia venezolana estima que la cifra hoy es de 95.000)

17.000 de ellos son menores de edad que viven en Medellín.

14.000 menores de edad están en el sistema educativo en Medellín.

3.000 menores, estima la colonia venezolana en Medellín, están desescolarizados.

1.500 adolescentes no se han podido graduar de bachillerato por falta de documentos.

 

Departamentos con mayor flujo de migrantes venezolanos

Bogotá DC 313.528

Norte de Santander 185.433

La Guajira 163.966

Atlántico 125.075

Antioquia 112.745

 

Ciudades con mayor flujo de migrantes venezolanos

Bogotá 313.528

Cúcuta 111.023

Barranquilla 89.823

Medellín 74.816

 

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Comentarios:

Edgar
Edgar
2019-08-09 08:22:33
Que hay miles de venezolanos en Colombia? Son patrañas inventadas por Iván Duque, según se le vió decir a Piedad Córdoba en días pasados mientras manifestaba su adoración por Nicolás Maduro. Y eso que vemos decenas de venezolanos todos los días, y no propiamente pasando bueno.

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