En el país, Medellín es la ciudad que más invierte recursos en innovación. Ahí están los frutos…
No hay duda de que un buen enfoque para el desarrollo social y educativo, deviene en avances frente a la innovación, la sostenibilidad y la capacidad de transformación. Ese es el reflejo de un Medellín y su propósito de innovar. Ese es el destello de un Medellín y su reto de abrazar las nuevas tecnologías y los proyectos de ciencia. El gobierno de Federico Gutiérrez se la “ha metido toda” a la integralidad como ejercicio inversor de índoles educativa y social.
Seríamos cicateros si no manifestáramos que todavía seguimos degustando el reciente anuncio del Foro Económico Mundial en Davos (Suiza), donde se hizo público el hecho de que en Medellín se erigirá el Primer Centro para la Cuarta Revolución Industrial (C4IR) en América Latina. No es raro que haya sido “La Bella Villa” la ungida, pues esta metrópoli ha sido un referente que subsume logros como el reconocimiento realizado por la Unesco 2018 (gestión educativa en pos de igualdad de oportunidades) y el del 2013, como la ciudad más innovadora del mundo, derrotando a Nueva York y Tel Aviv.
No fueron, pues, hipérboles ni cuentos chinos. Es que Medellín se afianza en el contexto mundial, dentro de la vanguardia de nuevas tecnologías con ese rótulo que ha hecho grandes también a San Francisco, Tokio, Beijing y Munbay. Ruta N, ha sido pionero en avances para el desarrollo sostenible y su hito de innovación va de la mano con el Comité Universidad Empresa Estado (CUEE), en pos de cimentar productividad y competitividad. Todo esto es futuro que refresca y transforma.
No es gratuita, pues, la materialización de la Cuarta Revolución Industrial para Medellín. Aquí se trabaja para mejorar la calidad de vida y bajo la batuta del alcalde Gutiérrez nunca se ha perdido de vista esta mirada fija en la trilogía: ciencia-cultura-educación. Son afines, materias como la Ciencia de Datos, la Inteligencia Artificial, la Internet de las Cosas y el Blockchain. No es poco decir que Medellín tendrá uno de los 5 centros de este tipo que hay en el mundo (para la Cuarta Revolución Industrial) y que, como ya se dijo anteladamente, será el único de Latinoamérica. Todo un lujo, todo un orgullo y todo un reto. Los otros centros funcionan en EE. UU., Japón, China y la India.
La primera revolución industrial fue la llegada de la máquina de vapor; la segunda, fue la implementación de la electricidad y la tercera, fue la llegada de la internet. Ya nos adentramos en la cuarta, que se parapeta en la robótica, la nanotecnología y la biotecnología, entre otros desarrollos. ¿De qué materias se hablará en la quinta? En el país, Medellín es la ciudad que más invierte recursos en innovación. Ahí están los frutos.
Las escaleras eléctricas de la Comuna 13, son únicas en el mundo (los habitantes ascienden al equivalente de 28 pisos); el Edificio Inteligente de las E.P.M. es una muestra de innovación; los parques biblioteca, son maneras de inclusión; el Metro de Medellín, único de este género en el país y su reducción de dióxido de carbono como meta anticontaminante y el Centro Cultural Moravia, para citar solo algunos hechos singulares, son cuestiones que crean soluciones de ciudad a partir de los datos que abren el catálogo de una Ciudad Inteligente.