El Ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, dio detalles este viernes sobre la operación en la que abatieron al segundo cabecilla del clan del golfo, alias inglaterra, en zona rural de Norte de Santander, lo cual se llevó a cabo en el marco de la operación Agamenón II.

Según el jefe de cartera, Luis Orlando Padierna era el reemplazo de alias gavilán, el cual también fue abatido el pasado 31 de agosto, en Turbo. Esta operación fue efectuada por comandos especializados de la Policía Nacional, en coordinación de las Fuerzas Militares.

“El Gobierno había ofrecido 500 millones de pesos de recompensa por este personaje, recursos que serán reconocidos a las personas que brindaron información, entre los cuales se encuentran personas que eran cercanas a este individuo y hacían parte de su entorno”, explicó Villegas.

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Este objetivo, considerado de alto valor por el Gobierno, dirigía el clan del golfo en el Norte de Santander, Magdalena y La Guajira. También dirigió el llamado “plan pistola” en contra de la Policía, que consistía en el asesinato de miembros de la institución en retaliación por los golpes que se han propinado a esta estructura ilegal.

Alias inglaterra llevaba 20 años de carrera criminal en el clan del golfo e hizo parte de las Autodefensa Bloque Bananero, que se desmovilizó en 2004, según lo explicó el jefe de cartera de Defensa.

En el contexto del éxito Militar, el ministro hizo memoria de las pérdidas humanas de la Fuerza Pública en la persecusión en contra de este cabecilla.

“Recordé con gran tristeza, en desarrollo de una operación contra alias inglaterra en agosto de 2015, se accidentó un helicóptero Black Hawk, en el que perdieron la vida 17 policías que se desplazaban en dicha aeronave. Quiero rendirles un homenaje y traer a la mente a estos héroes de la patria”, reflexionó.

El Ministerio de Defensa destacó los golpes más fuertes para esta organización se dieron en los últimos meses: el abatimiento de alias gavilán e inglaterra y la incautación de más de 13 toneladas de cocaína en Urabá, lo cual fue calificado como el decomiso más grande de la Policía en toda su historia.