Construir Minería Integral Sustentable (MIS), es un verdadero desafío comunitario
De acuerdo con la Unicef, en su informe sobre el acceso a agua potable de 2015, hoy el 88% de los seres humanos tiene acceso a agua potable mejorada, mientras que en 1900 solo lo tenía el 35% de la población. A principios del siglo pasado muy pocos en el mundo tenían acceso a la electricidad, mientras hoy lo tienen cinco de cada seis personas.
A nivel de información y conectividad cada vez menos personas están aisladas. Hoy hay tantas líneas celulares como habitantes en el mundo, aproximadamente el 50% de la población tiene acceso a internet en su casa o su teléfono móvil y el 78% de los hogares tiene acceso a televisión.
Estos aportes al mejoramiento de la calidad de vida del mundo moderno, se deben a productos obtenidos gracias al desarrollo industrial minero.
Para el Dr. McColskey de la Universidad de Illinois, las empresas son las que generan riqueza y el factor explicativo del desarrollo consiste en hacer partícipe a la población en la naturaleza incremental del progreso.
Según informe elaborado por la consultora EY Global de Chile, la licencia social para operar se constituye como la amenaza más relevante para el sector minero de acuerdo con el reciente estudio “10 riesgos de la minería”.
Estas licencias han evolucionado más allá del enfoque acotado a problemas sociales y ambientales. Recomienda el estudio que “las mineras deben asumir la responsabilidad de su imagen, comunicando correctamente cuál es el valor que agregan a las comunidades cercanas a sus proyectos e involucrando a todas las partes a través de un enfoque integral”.
Construir Minería Integral Sustentable (MIS), es un verdadero desafío comunitario. En primera instancia requiere como base fundamental de una Institucionalidad Minera fuerte, con capacidad de excelente planeación, coordinación y articulación con los diferentes actores involucrados en el desarrollo del sector minero y en segunda instancia reglas jurídicas claras y de largo plazo.
Minería responsable es una actitud que asumen las empresas mineras integrales que sustentan el desarrollo de sus operaciones considerando cinco ejes fundamentales: técnico, económico, empresarial, social y ambiental.
La sustentabilidad minera se obtiene cuando se interrelacionan el conocimiento geológico con la viabilidad social, económica y ambiental. Un yacimiento mineral solo puede ser considerado como reserva minera disponible cuando se cuenta con estudio metalúrgico que permite determinar qué porcentaje de mineral es recuperable.
En el aspecto social, actualmente las empresas aplican lo que se denomina Responsabilidad Social Empresarial que implica incluir las expectativas de todos los grupos de interés relacionados con la actividad empresarial.
Este nuevo concepto de RSE compartida, compromete la empresa e involucra al Gobierno central, los Gobiernos locales y regionales, las universidades, ONG, comunidades y sociedad civil, que en equipo se proponen alcanzar un objetivo común de desarrollo sustentable e inclusivo.
Mejorar las condiciones de bienestar de las comunidades aledañas a la operación minera no es tarea sola de la empresa, sino también del gobierno teniendo en cuenta el gran aporte económico que realiza el sector minero para la construcción de país.
Gobiernos, empresas y comunidades deben cumplir su rol manteniendo un diálogo constructivo y socialmente responsable.
En este sentido el compromiso de las empresas mineras es trabajar como lo hacen en los países con altos estándares de calidades de vida, reconociendo la importancia de integrar los aspectos económicos, empresariales, sociales, ambientales y legales en la toma de decisiones.
Por su parte el papel de los Gobiernos radica en asegurar un clima de inversiones competitivo, definir reglas y procedimientos administrativos para los procesos de participación ciudadana y tener la capacidad de sumar esfuerzos y establecer alianzas constructivas entre las empresas mineras, la sociedad y las organizaciones civiles.
En el desarrollo empresarial se debe asegurar el cumplimiento de buenas prácticas ambientales y sociales, suministro de información adecuada para las comunidades y el cumplimiento estricto de las normas, así como una fiscalización proactiva que permita determinar indicadores claves y trazar acciones de mejoramiento en el desempeño de la actividad minera.
Igualmente por parte del gobierno, la alianza tripartita, estado, empresa y academia, debe conllevar a que la comunidad se provea de servicios básicos, empoderamiento de las capacidades locales, potencialización del talento humano in situ, equilibrio en la distribución equitativa de los beneficios y asegurar que los Gobiernos locales hagan un debido uso de los recursos económicos producto de la minería.
El rol de las comunidades es trascendental, pues además de contribuir con la sustentabilidad de las empresas, su futuro como región prospera, depende del crecimiento que logren como sociedad formada y capacitada para los desafíos que demanda el futuro.
La alianza empresa sociedad construye relaciones de confianza y respeto mediante el diálogo participativo y el desarrollo de capacidades que faciliten el trabajo conjunto, para aprovechar las oportunidades de negocio que generen indirectamente las empresas y que hacen crecer en la cadena de valor.
En conclusión, la minería integral sustentable MIS, da ejemplo de cumplimiento de la normatividad en todas sus etapas, aporta beneficios: técnicos, al incorporar tecnologías cada vez menos invasivas y limpias que producen huella minera mínima y son amigables con el medio natural; económicos, que se traducen en impuestos y regalías que bien invertidos son la base del desarrollo local; empresariales, pues la empresa se convierte en madre de otras empresas proveedoras de bienes y servicios; sociales, con prácticas incluyentes y participativas para crecer como sociedad fortaleciendo el tejido social, volviendo más productivas las vocaciones tradicionales y protegiendo la cultura de las comunidades; y ambientales, como es el caso del manejo del agua en circuitos cerrados que involucran soluciones para cuidar el medio ambiente a través de programas de prevención, mitigación y compensaciones ambientales con innovaciones y aplicaciones de soluciones integrales cada vez más creativas.