Dos personas que estaban en el camión donde fueron hallados muertos los ocho inmigrantes fallecieron horas más tarde en un hospital de San Antonio (Texas), confirmó una portavoz de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) en esa ciudad, Nina Pruneda.
Autoridades migratorias y políticos manifestaron este domingo su pesar por la muerte de diez inmigrantes, dos de ellos menores, dentro de un camión de carga hallado en San Antonio (Texas, EE.UU.) y exigieron castigo para los traficantes de personas responsables de la tragedia.
Thomas Homan, director interino de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), catalogó el suceso como un "acto atroz" liderado por una red de tráfico de personas sin escrúpulos, a la que "no le importa la vida de las personas con las que comercia".
Homan señaló que esa dependencia se encargará de las investigaciones en este caso por tratarse de contrabando de personas, que constituye un delito federal.
El conductor del camión, identificado como James Bradley, es por ahora el único detenido y puede llegar a ser acusado de cargos penales tanto estatales como federales.
Además de las personas fallecidas, que se cree que sufrieron asfixia o un golpe de calor, había al menos otras 30 personas dentro del camión, de las cuales 17 fueron trasladadas en helicópteros a dos centros de salud en "estado crítico o muy grave" y las restantes fueron llevadas a cinco hospitales de la zona.
El camión estaba estacionado en el aparcamiento de un centro de la cadena Walmart desde no se sabe cuándo y aunque se trata de un vehículo para transporte de carga refrigerada, el aire acondicionado no estaba funcionando.
Los termómetros marcaron una máxima de 37,7 grados centígrados a las seis de la tarde de este sábado en San Antonio.
Fue un empleado de Walmart el que alertó a la Policía después de que una persona que estaba en el camión le pidiera agua, dijo el jefe del Departamento de Policía de San Antonio (SAPD), William McManus, en una rueda de prensa ofrecida a primeras horas del día.
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Al menos 30 unidades de bomberos y paramédicos, así como agentes policiales y helicópteros, acudieron al lugar para auxiliar a los inmigrantes cuyas nacionalidades aún se desconocen.
El congresista demócrata por Texas Joaquín Castro manifestó a través de un comunicado su pesar e hizo extensas sus condolencias con los familiares de las víctimas de lo que calificó como "una tragedia que pudo evitarse".
Castro hizo un llamado también para que "juzguen y castiguen a los traficantes de personas con todo el peso de la ley".
Richard Durbin Jr., fiscal federal de la Corte del Distrito Oeste en Texas, afirmó que la muerte de los inmigrantes fue un "crimen cometido por personas despiadadas, indiferentes al bienestar de la frágil carga que transportaban".
Salvo los dos menores, que rondaban los 15 años, el resto de los ocupantes del camión tenían entre 20 y 30 años.
"Cuando llegamos encontramos a ocho personas muertas en la parte trasera del tráiler", dijo McManus, quien calculó que "había al menos 38 personas dentro del camión".
La causa exacta de las muertes será determinada por la Oficina del Médico Forense del condado Bexar.
Según datos proporcionados por el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, en el año 2016 hubo un total de 2.110 investigaciones relacionadas con el tráfico de personas que conllevaron a la presentación de 1.522 acusaciones penales.
La misma fuente señaló que se efectuaron 2.734 arrestos y más de 3.000 detenciones administrativas relacionadas con casos de trata de personas en el año fiscal 2016.
Recientemente la Patrulla Fronteriza en la zona de Laredo (Texas) anunció un incremento en los intentos por infiltrar inmigrantes indocumentados al país provenientes de México en camiones de carga, como el caso de 44 personas de México y Guatemala que fueron detenidas el pasado 19 de junio.
La misma suerte tuvieron 72 indocumentados procedentes de México, Guatemala, El Salvador y Ecuador el 7 de julio de este año.
La peor tragedia de este tipo ocurrió en 2003 con la muerte por asfixia de 19 inmigrantes encerrados en un remolque abandonado en Victoria (Texas), entre ellos un bebé.
Las autoridades condenaron al chófer del vehículo, Tyrone Williams, a 35 años de cárcel sin libertad condicional. En ese camión iban un total de 55 personas.