Las autoridades francesas anunciaron que la muerte del policía que se intercambió por los rehenes, eleva a cuatro el número de víctimas mortales. Asimismo, afirmaron que fue detenida una segunda persona por su presunta implicación en los hechos.
La muerte de un policía, el cual se intercambió por personas retenidas en un atentado por un presunto miembro del Estado Islámico (Ei) en un supermercado en la ciudad francesa de Trèbes, elevó a cuatro el número de víctimas mortales, informó el ministro de Interior, Gerard Colomb, en su cuenta de Twitter.
Asimismo, las autoridades anunciaron este sábado la captura de un amigo del terrorista por su posible implicación en el hecho.
"Francia jamás olvidará su bravura, su heroísmo, su sacrificio", señaló el ministro francés, quien precisó que el teniente coronel de la gendarmería Arnaud Beltrame, de 44 años, murió a causa de sus heridas. Anteriormente, el presidente francés, Emmanuel Macron, había declarado que el policía, que se había intercambiado por los rehenes, estaba luchando por su vida.
La toma de rehenes perpetrada este viernes por un hombre que aseguró actuar en nombre del grupo yihadista Ei en un supermercado de Trèbes, acabó con tres muertos, antes de que el terrorista fuera abatido por las fuerzas del orden.
Por otro lado, un amigo del terrorista fue detenido en la noche de este viernes por su presunta implicación en los hechos, indicaron fuentes judiciales. Este segundo detenido del círculo de Redouane Lakdim es un menor nacido en el año 2000, al que se le investiga por el cargo de pertenencia a una organización terrorista, precisaron a Efe las fuentes.
Desde el viernes, el fiscal a cargo de la investigación, François Molins, había informado del arresto de una joven de 18 años, la pareja de Lakdim.
Se trata del primer atentado de índole yihadista que vive Francia desde el asesinato de dos jóvenes en la estación de trenes de Marsella, el 1 de octubre de 2017, y el decimotercero con víctimas mortales desde el cometido contra el semanario satírico "Charlie Hebdo", el 7 de enero de 2015.
En todos ellos, 202 personas han perdido la vida, lo que sitúa a Francia como uno de los principales blancos del Ei.