El expresidente brasileño continúa postergando su detención. Aunque aún restan por ser juzgadas otras acciones intentadas en tribunales inferiores, analistas jurídicos creen que esa vía, por ahora, le ha quedado completamente cerrada a Lula, una vez que el Supremo también ha desestimado todas las acciones contra su prisión.
El juez Edson Fachin, instructor en la Corte Suprema del caso Lava Jato, por el que fue condenado a doce años el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, negó este sábado otra acción intentada por la defensa contra la prisión del antiguo sindicalista.
El recurso había sido presentado por el abogado José Roberto Battochio, del equipo de defensa de Lula, apenas unas horas después de que venció el plazo que la Justicia dio para su entrega, fijado en las 20:00 GMT de este viernes e ignorado por el exmandatario, que se atrincheró desde el jueves en la sede de un sindicato.
En el documento, Battochio pedía que el arresto fuera postergado mientras se juzgan otros recursos que Lula pudiera presentar en la tercera y cuarta instancia, después de que la sentencia fuera confirmada en dos tribunales inferiores.
También sostenía que la prisión no podría ejecutarse hasta que el Supremo no juzgue otro recurso, en el que se pide revisar una jurisprudencia establecida por esa misma corte en 2016, que permite que un condenado en segunda instancia comience a cumplir la pena.
Según la defensa, ese extremo sólo puede ocurrir una vez que se agoten todas las apelaciones posibles, que en el caso de Lula aún son factibles ante el Superior Tribunal de Justicia y el propio Supremo.
La Corte Suprema aún no ha definido cuándo se pronunciará sobre ese asunto, pero en su despacho, el juez Fachin aclaró que mientras eso no ocurra, sigue en pie la decisión adoptada hace dos años.
"El cumplimiento de la pena, en tales circunstancias, constituye una regla general, que sólo no puede ser admitida en la hipótesis de una excepcional concesión de efectos suspensivos del decreto condenatorio", indicó Fachin, en cuya opinión ese no es el caso.
La negativa del recurso fue anunciada mientras Lula participaba en una misa en memoria de su fallecida esposa, Marisa Leticia, que habría cumplido hoy 68 años, frente a la sede del Sindicato de los Metalúrgicos de la ciudad de Sao Bernardo do Campo, donde se ha atrincherado desde que el jueves fue dictado el auto de prisión.
Desde ese mismo momento, la defensa de Lula inició una frenética ofensiva judicial e intentó todo tipo de recursos en diversas cortes y uno a uno todos han sido rechazados.
Aunque aún restan por ser juzgadas otras acciones intentadas en tribunales inferiores, analistas jurídicos creen que esa vía, por ahora, le ha quedado completamente cerrada a Lula, una vez que el Supremo también ha desestimado todas las acciones contra su prisión.
Según fuentes del Partido de los Trabajadores (PT), Lula podría entregarse una vez concluida la misa en memoria de su esposa, que se celebra frente al sindicato de Sao Bernardo do Campo, que desde el pasado jueves está completamente rodeado por miles de personas, que han inhibido una posible acción policial para detenerlo.