Cuántos años con el Vaticano como fuente?

Yo llevo 17 años siguiendo el Vaticano y aún no creo que domine esa fuente porque es una institución de 21 siglos de historia y con más de 1.200 millones de seguidores. Yo llevo los últimos cinco años de Juan Pablo II, la elección de Ratzinger, primer papa alemán y luego su renuncia, algo histórico que propicia la llegada de Jorge Bergoglio, el primer papa latinoamericano. Entonces eso me ha permitido tener más clara la situación, pero el Vaticano es complicado de seguir porque es como el mar donde mientras más se entra más profundo es. Aunque el Vaticano es el país más pequeño del mundo está entre muros y eso da a entender la complejidad de acceder a sus informaciones porque el papa es un jefe de estado, uno que tiene más influencia que cualquier otro porque él es un validador moral y de alguna manera es por eso que los presidentes pasan siempre por donde el papa.

¿De dónde surge el título de su libro Un Tinto con el Papa?

Un día el papa tenía una audiencia con el presidente de Togo a la que no iban a ir muchos periodistas y ahí aproveché para preguntarle al santo padre cuándo iba a venir a Colombia. Él me miró y sonrió diciéndome que si le llevaba un tinto colombiano me contaba más datos, a mi me llamó mucho la atención que él siendo argentino se refiriera al café como tinto cuando para ellos el tino sólo es el vino y conté ese episodio en el programa. 
De la Federación Nacional de Cafeteros me hicieron llegar el mejor café del país y cuando se lo entregué, el 12 de febrero de 2016, íbamos para México y en el momento del saludo yo le dije ‘santo padre usted me dijo que si le traía un tinto colombiano me daba más datos, entonces le traigo esta bolsa de tinto colombiano’ él sonrió, me recibió las bolsas y dijo que se las pusieran a parte porque siempre le refundían los regalos y fue cuando me dijo que estaría visitando Colombia en el 2017.
Después yo estuve averiguando por qué él se refería al café colombiano como tinto y supe que él visitó Colombia cuando tenía 33 años, en 1970, y en el lugar donde se quedaba en Bogotá, siempre le decían que le habían dejado una jarra de tinto en la habitación; él pensaba que era una jarra de vino y nunca la tocó, hasta que un día fue a decir que de tantos días que había estado en Colombia le parecía muy extraño que nunca le hubieran dado café y le respondieron que siempre le dejaban el tinto ahí pero que él nunca lo tocó. 

Eso a él le quedó sonando, tanto que cuando nos presentó a Mauricio Rueda Vélez como nuevo director de los viajes papales nos dijo ‘hay un nuevo director de los viajes papales y no viene del país de la pasta, viene del país del tinto, de Colombia’.
  
Luego de acompañar a tres papas ¿por qué escribir sobre Francisco especialmente?  

Este es un papa que logró el deshielo entre Cuba y Estados Unidos y sin duda tuvo mucho que ver en lo que fue el avance del proceso con las Farc, entonces eso me inspiró a escribir, hasta que un día tuve que hablar con los de la editorial Planeta y me dijeron que me estaban buscando para hacer un libro sobre el papa; yo estuve sorprendido pero me encantó la idea porque ya le estaba trabajando.

Además se da que el lanzamiento de su libro coincide con la visita del papa a Colombia
La editorial me dijo que lo iban a lanzar en abril, durante la feria del libro de Bogotá, y yo seguí trabajando en el hasta que faltando poco tiempo para la entrega del material recibí una llamada; era alguien que sabía que lo estaba escribiendo y me sugirió que lo aplazara unos meses, era una persona de mucha confianza, entonces llamé a la editorial y dije que iba a aplazar el lanzamiento del libro porque la persona que me lo dijo no me dijo el porqué pero si me lo decía era por algo y ese algo era justamente el anuncio de la visita del papa a Colombia.

Después de haber visitado tantos países con el papa ¿es diferente la sensación cuando se aproxima el viaje a su país?

Yo llevo 15 viajes en el Pastor 1, empecé a cubrir la fuente en el 2000 y logro subir al avión en el 2007, en el viaje de Benedicto XVI a Brasil, con él estuve en Estados Unidos, Austria, Medio Oriente y con el papa Francisco tuve el viaje a África y varios de los que se va hasta perdiendo la cuenta. Pero nada puede ser comparado con lo que viene ahora, porque cuando yo llegaba a cada país en el avión papal pensaba: ¿cómo será esto cuando llegue a Colombia? Por ejemplo cuando llegué a México que en ese fervor católico es un país muy parecido a Colombia, yo pensaba en la llegada con el papa a mi país, así que va a ser una experiencia muy grande porque es algo para lo que sin estarlo buscando me he preparado toda la vida.