Libardo Álvarez Lopera, nuevo rector del JIC, se posesionará el próximo 7 de diciembre a las 4:00 p.m. en acto cultural que se realizará en la sede principal de El Poblado, al cual está invitada la comunidad en general.
El abogado y magíster en ciencias políticas, Libardo Álvarez Lopera, regresa de nuevo como rector al Politécnico Jaime Isaza Cadavid con fuertes expectativas por alcanzar la concertación entre los estamentos, lograr la acreditación de la institución, superar el déficit económico que enfrenta, proponer un mesocurrículo que lo convierta en la universidad de la paz y generar mayor cobertura de educación superior en las regiones antioqueñas.
Álvarez Lopera enfatizó que está “totalmente comprometido” con su propuesta rectoral “Educación para vivir mejor”, la cual corresponde a su propósito de cumplir con las demandas del JIC y su visión de consolidarlo como una institución pionera en la inclusión social, la creatividad y la innovación.
Según el nuevo rector, la acreditación de la institución es un propósito fundamental para la consolidación de las alianzas con otras entidades, la realización de grandes proyectos y su internacionalización. Para ello, comenzará atendiendo las propuestas de los distintos estamentos, alcanzando la concertación entre estos y escuchando a pares especializados en esta materia.
Uno de los mayores retos que presenta el JIC es la superación de un déficit presupuestal que viene arrastrando de tiempo atrás, para lo cual, de un lado, adelantará una reunión con la Asamblea Departamental y el gobernador de Antioquia con el objetivo de abordar este tema a profundidad.
De otro lado, para generar ingresos, plantea como estrategia financiera darle eficiencia al espacio de la sede principal ubicada en “la mejor esquina de El Poblado” con la construcción de un centro comercial “con buenos parqueaderos, con buenos locales comerciales”.
Asimismo, propone el aprovechamiento de la estación acuícola de la sede de San Jerónimo, la cual podría estar a cargo de una cooperativa de madres comunitarias que produzca y comercialice el pescado con el fin de generar ingresos. En esta misma dirección, plantea en dicha sede la construcción de un auditorio de convenciones, cabañas y piscinas, para dinamizar encuentros culturales y recreativos en el Occidente antioqueño.
Se gestionará también una política de extensión con la creación de nuevas maestrías, doctorados, diplomados y cursos, en convenio con entidades internacionales, “muchas de estas con metodologías virtuales y semipresenciales en las que la educación digital sea la columna vertebral”.
Otra estrategia clave para mejorar el presupuesto del JIC es la de estimular la creatividad e innovación en las distintas sedes de la institución y, para ello, propone, entre otros, módulos de desarrollo científico en áreas como las de la ingeniería y agricultura ampliando así la oferta educativa en currículos que han sido de su especialidad.
Para que la región del Urabá continúe proyectándose como un gran polo de desarrollo, no solo de Antioquia sino del país, Álvarez Lopera plantea alianzas con entidades como Augura, Comfenalco, el gremio minero, la UdeA y el Tecnológico de Antioquia para hacer del JIC una institución que “se especialice en logística de puertos, en comercio internacional, en técnicas y ciencias marinas y que seamos los jalonadores del desarrollo de esta región”.
El deporte ha sido una de las especialidades del JIC, por eso en la sede de Urabá, en compañía de las instituciones mencionadas, propone afianzarlo como eje fundamental, dado el aporte que los medallistas olímpicos de dicha región le han hecho a la positiva imagen del país.
El Oriente y el Norte cercanos también están dentro de los planes del nuevo rector, por eso en “Marinilla y en Rionegro la idea es establecer un centro de biotecnología. En Bello, generar un centro de inteligencia artificial y realidades virtuales, a través de la innovación en la robótica y mecatrónica”, destacó.
Álvarez Lopera expresó que para convertir al JIC en una universidad de la paz promoverá entre los distintos estamentos la idea de no solo “educar ingenieros, sino formar ciudadanos”. Por eso buscará a través de su propuesta “Educación para vivir mejor” que las distintas regiones se constituyan en territorios de paz.
Por lo anterior, el nuevo orientador del JIC afirma que será el “rector de la innovación, la equidad y la inclusión, con autonomía de pensamiento, capacidad de criterio y sentimiento social”.