Despegaron tensionantes sesiones extras para debatir en tercer debate el proyecto de las facultades para modernizar el nivel central de la Gobernación. Expectativa política.
La Asamblea y el Gobierno Departamental de Antioquia volverán a tener un nuevo pulso político en desarrollo de las muy tensionantes e interesantes sesiones extras que comenzaron este miércoles 11 de marzo.
Y hay tensión y demasiada expectativa por establecer cómo quedaron o se encuentran, en concreto, las relaciones políticas entre ambos bandos, luego del ruido que causaron los hechos registrados hace once días atrás en el cierre de la temporada de trabajo ordinario de la diputación durante los meses de enero y febrero.
El pasado 29 de febrero la política antioqueña se calentó o se enrareció luego que la plenaria de la Duma seccional determinó, sorpresivamente, en tercer debate no darle vida jurídica a dos proyectos de Ordenanza de gran interés para la administración del gobernador Aníbal Gaviria Correa, relacionados con la petición de facultades para la reestructuración de la Gobernación y otro sobre vigencias futuras para el proceso de contratación interna del ente gubernamental.
Esta novedad política originó inmediatamente revuelo y también diversas interpretaciones en el muy candente mundillo político parroquial. Por eso dentro de la picaresca política se hablaron de causales políticas, técnicas, de autonomía, de debate, de rebeldía, burocráticas y otras muchas más.
Por eso ha reinado mucho interés en torno a cómo ha evolucionado en los primeros días de marzo esta inusitada situación, que no estaba en los cálculos de los observadores, de los mentideros y de la prensa política, al despuntar un nuevo cuatrienio gubernamental territorial.
Es así como además de las declaraciones dadas por los diputados y por el secretario general de la Gobernación, Juan Guillermo Usme, el paso más concreto que se dio fue el llamado a los integrantes de la mesa directiva de la Asamblea a una reunión en el piso 12 de la Gobernación, donde esa cúpula fue notificada, por Usme, que la diputación sería convocada a sesiones extras.
Efectivamente eso se cumplió mediante un decreto que dispuso el trabajo extras de los diputados entre el 11 y el 14 de marzo, lapso durante el cual exclusivamente se dedicarán al estudio en tercer debate de dos iniciativas, entre ellas una de las que no avanzó o fue congelada en su trámite en la temporada regular de arranque del año y que ha provocada la primera polémica política del cuatrienio 2020 - 2023.
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Los proyectos
Es así como vuelve nuevamente a la corporación el proyecto de ordenanza 01 del 10 de febrero del 2020, por medio del cual se conceden facultades especiales durante seis meses al Gobernador de Antioquia para realizar una reestructuración administrativa del Departamento.
Como se sabe, este proyecto, que fue radicado desde el 10 de febrero con el propósito de modernizar la administración departamental, plantea la creación de nuevas dependencias en áreas como la Secretaría de Turismo, la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación, la Secretaría de Seguridad, la Gerencia del Bienestar Animal, la Gerencia del Adulto Mayor, una entidad para atender las necesidades de la población en situación de discapacidad y crear además, una empresa industrial y comercial del estado para la administración de parques naturales.
La otra iniciativa es la 52 del 22 de Octubre de 2019, por medio del cual de adopta el Plan Docenal de Seguridad Alimentaria y Nutricional de Antioquia 2020 - 2031 y se dictan otras disposiciones.
Por parte del Ejecutivo regional nuevamente asistió a la instalación de las extras, como ya lo había hecho en la sesión de clausura, el secretario General Usme, lo que nuevamente originó la comidilla entre los diputados al no ver la presencia del gobernador Aníbal Gaviria.
Usme pronunció un discurso sobre generar confianza entre la clase dirigente política de Antioquia en beneficio de sus gentes, lo que volvió a provocar comentarios entre la diputación.
El funcionario resaltó la importancia de los dos proyectos que hacen parte de la agenda de las extras, uno desde el punto de vista estructural y el otro desde lo misional.
Precisó que se continuará con el debate del proyecto de la modernización de la Gobernación, el cual en sus propias palabras se pudo aprobar en las ordinarias de enero y febrero, y que para el Ejecutivo se necesita que tenga celeridad para convertirlo en un acto administrativo en ejecución.
“Nos hemos dado cuenta en desarrollo de los pasados debates que tuvo esta iniciativa, que la mayoría de los diputados están de acuerdo en que la Gobernación debe reformarse para ser un ente más eficiente, con mayor índice de transparencia y para llegar a las comunidades más desfavorecidas. Y la segunda iniciativa es la reglamentación del programa Maná, sobre todo para garantizar la alimentación de los niños antioqueños en la etapa educativa”.
Este portavoz enfatizó sobre la solicitud de facultades y dijo que se fundamentan en la palabra confianza y en tal sentido reiteró que la modernización se limita al nivel central y no incluye, y debe quedar muy claro, a la Fábrica de Licores.
“Para la modernización del nivel central se deben adelantar unos estudios previos y para ello firmamos un convenio con el Departamento Administrativo de la Función Pública, que nos dará un rumbo que debe estar orientado por el plan de desarrollo de beneficiar a los más necesitados.
Varios analistas políticos recalcan que las Asambleas Departamentales son entes con muy pocas herramientas o alas y que hacen parte de la administración seccional. Pero hacen ver que una diputación en contra de un gobierno puede hacer muchos estragos.
Por esto último es que crece el atractivo y el morbo de estas sesiones extras, sobre todo si es aprobado o no el proyecto de las facultades, de lo cual dependerá la calidad del aire y el pico y placa político en Antioquia.