Por: Sara Pérez Z*.

Cada nuevo periodo de gobierno es una renovación de esperanza, liderazgo y consolidación del desarrollo territorial. Ahora que se realiza en nuestros municipios la construcción del Plan de Desarrollo Municipal 2020-2023, es el momento para fortalecer los procesos de desarrollo económico local y gobernabilidad del territorio iniciados en el Occidente antioqueño a través del Proyecto Comunidades Inclusivas y Sostenibles en América Latina (Cisal), de la Federación Canadiense de Municipalidades (FCM).

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Este Proyecto tiene el objetivo de fortalecer la capacidad de los gobiernos locales para que puedan alcanzar un rol de liderazgo en la construcción de comunidades más sostenibles, flexibles e inclusivas en las zonas de influencia de la actividad minera.

En diciembre de 2019 llegó a su fin esta iniciativa en los municipios de Buriticá, Cañasgordas, Santa Fe de Antioquia y Frontino, después de una dinámica de cuatro años en la que se lograron importantes aprendizajes, se promovieron las capacidades de los actores locales y las relaciones interinstitucionales. Por esto, queremos recordar algunos elementos claves de la cultura de la planeación de lo público para construir desarrollo territorial con la participación de todos los actores sociales, sectoriales, políticos y comunitarios:

• Construir sobre lo construido: mirar al retrovisor de manera constructiva, solo como punto de apoyo para seguir construyendo en el presente. Seguir conociendo y valorando las riquezas del territorio, las potencialidades y limitaciones. Lograr una lectura integral de la región y sus procesos, que permita identificar los conflictos actuales y futuros y mantener el diálogo multiactor para transformar estos conflictos en oportunidades.
• Reconocer objetivos estratégicos de territorio, donde podemos encontrarnos la mayoría de los actores y generan el escenario propicio para el logro de los objetivos individuales o sectoriales.
• Conocer y respetar los intereses de los diferentes actores y sectores que intervienen, comprender la racionalidad de los sectores públicos, privados y social – comunitarios y expresar de manera abierta y clara los intereses propios para que los otros puedan interpretar nuestras apuestas y propuestas.
• En la gestión de lo público debe lograrse la disciplina de planear, ejecutar y rendir cuentas; en esto los alcaldes y sus equipos de gobierno tienen una gran responsabilidad, pero la ciudadanía debe ejercer un rol activo y corresponsable.
• Finalmente, es importante reconocer que los líderes son ante todo seres humanos y, por esto, pueden cometer errores, pero debemos rodearlos para que su gestión sea exitosa, se puedan corregir los errores de forma oportuna y sientan la realimentación permanente de una comunidad comprometida con el desarrollo del territorio.

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El Occidente antioqueño tiene un gran futuro, que construimos entre todos, para nuestro disfrute y el de las próximas generaciones.

*Coordinadora Proyecto Cisal