Hubo un tiempo en Medellín donde las expresiones musicales extremas del metal nacieron en medio de la violencia y como reacción al relajo social. Con propuestas crudas crearon un nicho original que ha sido reconocido en las grandes esferas del mundo del metal.
Y lo que en su momento fue perseguido, hostigado y visto como comportamientos antisociales, con el tiempo forjó pensamientos y actitudes reaccionarias y ordenadas ante los poderes subyugantes políticos y religiosos, que cultivó propuestas posteriores para nuevos proyectos de músicos, seguidores del metal y medios independientes, a una escala subterránea y con matices radicales. Sin conocer exactamente cuándo y por quién surgió con el nombre, este género se conoció a mediados de los ochentas como el ultrametal, movimiento que traspasó fronteras, creó influencias, sonaba ruidoso y después de más de 30 años, llegó el día en que se convirtió en un valor cultural de la ciudad para el mundo.
El guitarrista Carlos Mario Pérez en concierto con su proyecto actual Organismos
El pasado 18 de julio, el Concejo de Medellín exaltó la carrera artística de dos de los varios gestores del movimiento ultrametal en la ciudad, los reconocidos músicos Víctor Raúl Jaramillo Restrepo Piolín de la agrupación Reencarnación (desde 1987) y Carlos Mario Pérez Ramírez, La bruja (Herpes, Organismos y la desaparecida Parabellum), con la Orden al Mérito Don Juan del Corral en grado Plata.
Pero, ¿qué significado tiene este mérito para estos músicos y para la escena del metal?
“Esta es una oportunidad para dar las gracias a quienes creen en la cultura que está fuera de la oficialidad y los círculos de élite de esta frustrante sociedad, y para recordar que solo el esfuerzo conjunto nos podrá ofrecer una vida digna y equitativa para todos”, comentó Víctor Raúl Jaramillo en apartes de su discurso
“Espero que al fin las personas de esta ciudad que tanto se vanaglorian de poseer inteligencia y capacidad para un trabajo pujante, se abran a las diferentes formas de pensar aunque no piensen de la misma manera, siempre convencidas del respeto que los demás se merecen; sin importar cuánto dinero tienen o si su interés está o no en el círculo de la ´gente de bien’”, continuó Víctor su pensamiento hacia el respeto del ciudadano.
Y sin matices políticos, dice Víctor: “Es importante subrayar que la aceptación de este reconocimiento no significa un espaldarazo para las actuales consignas electorales, ni es un apoyo a la sospechosa política de esta ciudad. Es, ante todo, una oportunidad para dejar en claro lo que hemos venido haciendo por años, y nuestra pretensión de seguir adelante con la Mancha negra y su furia”.
“Si no hay voluntad de cambio, si no escuchamos con atención y sabiduría las señales de peligro que nos acechan, afuera ya no tendremos sino tumbas… y un mal olor. Y muy pronto, ni eso”, expresa Víctor invitando hacia reales cambios prósperos. “Mi invitación es para que hagamos de Medellín una morada habitable, donde el amor y la solidaridad sean más grandes que el homicidio, la estafa y la destrucción”.
Víctor Raúl Jaramillo vocalizando en plena acción con su banda Reencarnación
“Los padres del ultrametal también se han desempeñado en otros campos. Víctor Raúl Jaramillo, tiene en su haber una destacada producción intelectual; como docente universitario y con formación académica doctoral en filosofía. Carlos Mario Pérez Ramírez ha nutrido su arte rompiendo cánones y esquemas estéticos y estilísticos, llevando su creación musical a nuevos límites, para la exploración de la música contemporánea hecha en Medellín” comenta el director conjunto en Crónicas Estigias y psicólogo rockero de la ciudad Daniel Meléndez, gestor del homenaje.
Por otro lado, en su manera sencilla y descomplicada, Carlos Mario nos habló de esos inicios: “Cuando empezamos tocábamos algo parecido a las velocidades de Judas Priest, cosas de thrash y heavy metal, pero la verdad queríamos impactar, ser diferentes y creativos, así que optamos por acelerar los ritmos, experimentar y expresando a nivel ideológico nuestro odio. En un principio, en el ambiente de un cuarto totalmente oscuro, se plasmaba nuestra música”.
“Para ser creativo, el músico rockero no debe tener temor de escuchar, aparte de este género, otras tendencias como jazz, blues, clásica o incluso más autóctonas, como la cumbia y el folclor. La música es una sola, es importante estudiar y salir con algo nuevo, y en mi caso tomé de varios ritmos pero los enfocaqué al metal extremo” explica Carlos sobre las influencias. “Nosotros somos seres cambiantes, a veces me preguntan por volver con Parabellum, pero es imposible, eso fue en esa época, no tendríamos nada que ofrecer, ya cada uno está en otros cuentos”.
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Se deja un precedente, son diversas las formas de hacer arte, música y cultura, guste o no a muchos o a pocos, bienvenidas sean si tienen transfondo e influencia.