La aparición en los años noventa de los emoticonos, y su evolución ya en el siglo XXI hacia los emojis, pequeñas figuras dibujadas con valor simbólico, han supuesto un cambio evidente en el modo de comunicarnos.
1.”La palabra del año (2019)
Español Urgente, Agencia Efe y BBVA, tras elegir como “palabra del año” a escrache en el 2013; selfi en el 2014; refugiado en el 2015; populismo en el 2016; aporofobia en el 2017; microplástico en el 2018; han optado en 2019, por destacar los pequeños símbolos en la comunicación: Los emoticonos y emojis (y sus evoluciones: bitmojis, memojis, animojis…) que forman parte de nuestra comunicación y conquistan nuevos espacios.
Su impacto en la vida cotidiana, sus relaciones con el resto de los elementos que conforman la comunicación (palabras, frases, signos de puntuación…) y las perspectivas de cara al futuro, han llevado a la Fundéu a designar a los emoticonos y a los emojis la distinción de “palabra del año”.
La aparición en los años noventa de los emoticonos, y su evolución ya en el siglo XXI hacia los emojis, pequeñas figuras dibujadas con valor simbólico, han supuesto un cambio evidente en el modo de comunicarnos.
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«No se trata de que los emoticonos y los emojis vengan a robarnos palabras o a pervertir nuestra lengua, que ha mostrado durante siglos su capacidad para adaptarse a los nuevos tiempos y a las tecnologías de cada época; tampoco se trata de que acabemos expresándonos solo con este tipo de elementos; son un elemento más para lograr el fin último de las lenguas: la comunicación entre las personas».
«En un mundo marcado por la velocidad, los emoticonos aportan agilidad y concisión. Y en un entorno en el que parte de lo que escribimos, sobre todo en chats y sistemas de mensajería instantánea, ellos nos permiten añadir matices gestuales y de intención, que de otro modo se perderían». (Opinión del coordinador general de la Fundéu BBVA, Javier Lascuráin).
El presidente de la Fundéu BBVA, Mario Tascón, opina: “muchos de ellos tienen el valor de la universalidad, el de poder ser entendidos por personas de muy diferentes culturas y lenguas. Desde el punto de vista de la lengua, el uso de estos pequeños elementos plantea reflexiones y retos muy interesantes que ya se empiezan a abordar en las obras académicas: cómo usarlos en textos generales; cómo interactúan con el resto de las palabras; con los signos de puntuación…
2. Uso de emoticones según la RAE
La utilización de emoticonos y emojis en diversos tipos de textos plantea dudas sobre su colocación en las frases, su relación con el resto de los elementos de una oración, con la puntuación…En rigor, emoticonos y emojis son distintos. Los emoticonos son símbolos creados con signos de puntuación y se leen inclinando la cabeza.
En cambio, los emojis se muestran como pequeñas figuras con valor simbólico: ????. En el uso general es aceptable utilizar la palabra emoticón o emoticono para referirse a todos esos símbolos. Conviene reservarlos a situaciones en las que aporten información o emociones que no son fáciles ni rápidas de expresar por otros medios. Al usarlos en la escritura informal, procurar que no empobrezcan nuestro idioma; además, asegurarse de que el receptor los interprete adecuadamente.
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Escribir los emoticonos y los emojis separados de las palabras por un espacio, y pegados o no, a la puntuación, tal como se hace con la palabra.
Los emoticonos se escriben entre espacios siempre que se considere que puede haber problemas en su delimitación. Cuando aparezcan junto a signos de puntuación, se puede dejar un espacio entre ambos o cambiar el emoticono de lugar.
Cuando se escriben varios emojis o emoticonos seguidos, no es necesario separarlos por comas, excepto si se usan en sustitución de palabras.
Cuando se inserta un emoticono hay que procurar que su posición no genere ambigüedades respecto a cuál es el elemento al que afectan.
3. Cuatro situaciones diferentes:
a) En los casos en que afecten a todo un enunciado y este sea el único del mensaje, es preferible colocarlos después del punto para evitar que se interprete como que solo modifican a la última parte.
b) Cuando hay otro enunciado después de aquel al que modifican, los emoticonos se sitúan delante del punto para que no parezca que afectan al enunciado siguiente.
c) Si modifican a la última parte de un enunciado, se aconseja escribirlos delante del punto.
d) Cuando sustituyen a un texto léxico, la puntuación se situará donde corresponda, como si fueran palabras.
4. Y ¿las mayúsculas?
Ellas deben utilizarse como si no estuvieran los emoticonos presentes. En un enunciado encabezado por un emoji o un emoticono, la primera palabra tras ellos, debe mantener la mayúscula inicial.