El Parque Nacional Natural de la Serranía de Chiribiquete, en la amazonía colombiana, es el parque nacional más grande del país con 2,7 millones de hectáreas.
El Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete fue incluido este domingo en la lista de sitios patrimonio mundial de la humanidad por la Unesco, en una sesión celebrada en Manama, capital de Baréin.
El Parque Nacional Natural de la Serranía de Chiribiquete está enclavado en la Amazonía del centro sur de Colombia, es el parque nacional más grande del país con 2,7 millones de hectáreas y una de las áreas silvestres más importantes del mundo.
Es el primer sitio mixto de Colombia, que ya cuenta con otros ocho sitios inscritos en la lista de patrimonio mundial de la Unesco, seis de ellos culturales y dos naturales.
La directora de Parques Nacionales Naturales de Colombia, Julia Miranda Londoño, en su intervención en la 42 sesión del comité de patrimonio mundial de la Unesco, destacó la singularidad de este sitio mixto y "los retos que esto implica" para su conservación y administración.
Además, subrayó el papel del presidente Juan Manuel Santos, que dio "especial protección a este sitio en este momento trascendental para la paz y el desarrollo sostenible" en Colombia.
Por su parte, el director del Instituto Colombiano de Antropología e Historia, Ernesto Montenegro, aseguró en el encuentro que el Parque de Chiribiquete "expresa desde el corazón de la Amazonía la fuerza y la sacralidad de la naturaleza, así como la diversidad y la ancestralidad del conocimiento".
Son "Carijonas, Huitotos, Desanas, Nukak y tantos otros pueblos los que permiten que con su saber, el espíritu del jaguar, de la anaconda y de la danta sigan siendo condición de la vida", agregó Montenegro.
Según la Unesco, una de las características "más impresionantes" de Chiribiquete es la existencia de numerosos tepuyes (mesetas abruptas con cimas planas), donde se han contabilizado más de 75.000 imágenes rupestres en los muros de unos sesenta refugios creados en esas formaciones rocosas con representaciones que se interpretan como escenas de caza, batallas, danzas y ceremonias todas ellas ligadas a un supuesto culto al jaguar, símbolo de poder y fecundidad.