El afloramiento de petróleo afectó los caudales de las quebradas La Lizama y Caño Muerto, lo mismo que la fauna y flora de la región y se calcula que se han derramado más de 23.440 barriles acumulados de fluidos (agua, crudo y lodo).
Medidas técnicas, ambientales, legales y sociales anunció el ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, durante su visita al pozo La Lizama 158, en el corregimiento La Fortuna, en zona rural de Barrancabermeja, Santander, donde se reportó una emergencia debido a la emanación de crudo, lodo, agua y gas.
El afloramiento del hidrocarburo afectó los caudales de las quebradas La Lizama y Caño Muerto, lo mismo que la fauna y flora de la región y se calcula que se han derramado más de 23.440 barriles acumulados de fluidos (agua, crudo y lodo).
"Esta situación ha tenido toda nuestra atención y por eso se han tomado medidas para superar la emergencia", manifestó el funcionario durante una reunión en el Puesto de Mando Unificado, en La Fortuna.
Además de las acciones emprendidas por la Anla, la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS), un equipo especializado ha hecho presencia en la zona desde el primer día junto con el Consejo Municipal de Gestión del Riesgo de Desastres y las autoridades locales, para verificar que la empresa petrolera activara los protocolos de contingencia establecidos para este tipo de emergencias y a su vez desplegara otro tipo de acciones que ayuden a controlar la situación.
"Necesitamos una respuesta muy rápida de Ecopetrol en la construcción de varias piscinas para la recolección del crudo derramado, tanto en la fuente, como en el lugar previo a la desembocadura del río Sogamoso. Igualmente, es necesario que se aceleren las labores de limpieza de la mancha de crudo. Hemos ordenado que se investigue lo sucedido y estamos esperando el resultado de esas investigaciones para tomar las medidas sancionatorias a que haya lugar porque esto es muy grave y no puede volver a pasar", aseguró el ministro Murillo.
El funcionario informó que las familias afectadas, ganaderos y agricultores de la zona están siendo reubicados y, posteriormente, se realizará un proceso de restauración en el que se involucrará a la comunidad.
Eduardo Uribe, vicepresidente de Sostenibilidad de Ecopetrol, a su turno explicó que esta es la primera vez que un evento de este tipo sucede en Colombia y que nunca antes un pozo que ha sido cerrado había recuperado la presión y producido el daño que se ha presentado. Por ello, no había experiencia en el país en el manejo de esta clase de situaciones: “El compromiso de Ecopetrol en resolver esta situación es absoluto. Nos duele tanto como a las comunidades esta problemática y estamos interesados en resolverla lo más rápido posible y de manera definitiva.
Estamos dispuestos a que la tarea de restauración se haga de la mano con las poblaciones afectadas de una forma concertada, con el fin de dejar este ecosistema igual o mejor que estaba antes de que se presentara el fenómeno”.
La administración local declaró la calamidad pública que facilita tomar las medidas del caso, además, está en sesión permanente el Comité Municipal de Gestión del Riesgo, con un Puesto de Mando Unificado.
Asimismo, un equipo formado por personal de la CAS y el Cmgrd con apoyo de las autoridades locales está llevando a cabo un plan de monitoreo de aguas superficiales sobre los cuerpos de agua de la quebrada La Lizama, Caño Muerto, río Sogamoso y río Magdalena, que incluyen monitoreo de sedimentos, suelos y calidad del aire para proteger y prevenir su contaminación.
Según Juan Gabriel Álvarez, director de la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS), se revisó el punto de captación del acueducto que abastece a San Rafael, Lizama, Buena Vista y La Fortuna y se evidenció que no se vio afectado.
“Solicitamos a Ecopetrol suspender toda actividad de exploración y explotación 2 kilómetros alrededor del punto del evento y en este mismo radio realizar un informe detallado de los pozos, lo mismo que la caracterización físico química del estado de los cuerpos de agua y los suelos afectados", explicó Álvarez.
El director agregó que son más de 20 kilómetros donde está contaminado el río, y que es urgente recuperar el caño La Lizama y Caño Muerto, donde el daño de flora y fauna es enorme.
“Ecopetrol deberá implementar un plan que permita hacer la compensación ambiental para garantizar la recuperación de este ecosistema”, puntualizó.
Cuadrillas conformadas por biólogos y veterinarios han estado a cargo del rescate, limpieza y reubicación de 1.200 individuos de diferentes especies de fauna afectados que se han recuperado, para lo cual se instaló un Centro de Atención y Valoración de Fauna temporal cercano al puente Amarillo, donde se valoran y prestan servicios médicos a los animales para después liberarlos según lo disponga la CAS.
Daisy Triviño, delegada de la Junta de Acción Comunal de La Fortuna, manifestó que la comunidad espera que con la gestión del Ministerio de Ambiente se pueda dar solución pronta a la emergencia ambiental que actualmente se presenta en la zona y que afecta a cientos de familias y pescadores.
Claudia González, directora de la Anla, afirmó que todas las actuaciones que se están adelantando por parte de la entidad buscan atender las inquietudes que han manifestado los pobladores y garantizar que la situación no se vuelva a presentar.
“A Ecopetrol le solicitamos el estado y las operación de los pozos ubicados alrededor del área que fue afectada por el derrame, aproximadamente a 500 metros del pozo La Lizama, así como cuáles pozos estaban activos y cuáles inactivos; igualmente, le pedimos al Servicio Geológico información sobre el sismo que se presentó y a la Agencia Nacional de Hidrocarburos la información de integridad y seguimiento que le vienen haciendo al proyecto”, indicó González.
La funcionaria agregó que, adicionalmente, se evaluará la información relacionada con monitoreo de aguas, sedimentos, cobertura vegetal y fauna, para valorar la magnitud de la afectación y, con base en estos datos, poder definir el plan de restauración.