El conocimiento a fondo de una ciudad, la identificación de sus contenidos, la profundidad que se le pueda dar a todo un proceso histórico de desarrollo armónico urbano, y el planteamiento mediante una posición prospectiva de lo que debe ser su desarrollo futuro, son parámetros para hacer formulaciones sobre Medellín, una ciudad que devuelve su centro al peatón.

Medellín en todo su conjunto obedeció a un desarrollo histórico que va desde unos primeros asentamientos en las inmediaciones de los cruces naturales de sus dos principales corrientes de aguas, el río Medellín y la quebrada Santa Elena, hasta la superación de toda una serie de barreras físicas naturales, en su momento difíciles de salvar, para lograr ese crecimiento progresivo de ciudad a lo largo de las diferentes épocas.

Ahora, se enfrenta a nuevos retos, entre otros, a la densificación del área urbana, en donde por el costo de la tierra, y políticas no muy estudiadas, se están transformando y borrando del mapa urbano, barrios tradicionales como Laureles.

Por otro lado, tradicionalmente el centro de la ciudad, ha sido la zona interior de la misma, que contiene aquellas actividades que requieren un contacto inmediato con zonas de mercadeo, trabajo, sociales, religiosas, político-administrativas y turísticas

Aplicando la tendencia universal de encerrar los centros urbanos con anillos circulatorios, proyectos viales, Medellín logró identificarlo así, con el área comprendida al interior de la avenida Oriental, la calle 58, la avenida del Ferrocarril y la calle San Juan, con notoria y real tendencia de crecimiento hacia los cuatro polos cardinales.

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Hay que aceptar este fenómeno urbano, y aplicar acciones sobre los nuevos hechos que se van presentando, por su dinámica y creciente atracción, por la presencia de un gran flujo peatonal y su permanencia.

De allí, la necesidad de ir peatonalizando sus vías, devolviendo el centro a sus tradicionales usuarios: los peatones.

Con relación a la propuesta presentada hace varias décadas por la Cámara de Comercio de Medellín para el Bulevar de la Playa, manifestaba el exalcalde de Medellín Jorge Valencia Jaramillo: “La obra que hoy sale a la luz pública, fue concebida durante muchos años de reflexión, análisis e investigación de la realidad de la  ciudad de Medellín.

“Imagino siempre a José María Bravo en una labor tremenda, casi imposible: que los antioqueños volvamos a ser lo que antes fuimos. Restituir lo perdido; lo que caracterizó, lo que dio orgullo a nuestro pueblo. Una raza que quiso ser indómita – y lo fue – pero que ahora muerde el polvo agobiada por incontables dificultades. Tal circunstancia le parte el alma. Debería partírnosla en igual medida, a todos”.

El pasado nos interroga: ¿vale la pena reflexionar sobre si la circulación urbana no llegará a tener una conciencia diferente, estableciendo otra relación a la función necesidad de circulación del hombre? ¿No buscará además complementar al hombre en su diario transitar con motivaciones, inquietudes, tiempo,…que le permitan encontrar esa nueva dimensión?

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