Según el Procurador General de la Nación, Fernando Carrillo, el sistema de protección de los líderes ha demostrado su insuficiencia y ha cumplido su ciclo.
El Procurador General de la Nación, Fernando Carrillo Flórez, pidió replantear el esquema de protección de los líderes y defensores de derechos humanos, que a su juicio ya cumplió su ciclo y se debe pensar en una política pública con mecanismos de defensa colectiva y no individual.
“Un ciclo que fue el de la protección individual, la protección urbana, el de la protección reactiva. Estamos frente a nuevos fenómenos en donde tenemos que ser innovadores y pensar en las comunidades”.
En el foro “Retos y balance de la política de protección y derecho a la vida de líderes y lideresas sociales étnicos”, el jefe del Ministerio advirtió que “la muerte de un solo líder es de por sí el fracaso del Estado. Sigo convencido de que todos los esfuerzos han sido insuficientes”.
Carrillo Flórez solicitó una ruta de revisión de los mecanismos de protección individuales y colectivos para constituir una Mesa Nacional de Protección que pueda presentar al Gobierno Nacional una propuesta seria y razonable.
“Llamamos al Estado y al Gobierno Nacional a entender que los mecanismos de protección colectiva hay que construirlos con las comunidades y autoridades étnicas. Son ellas las que saben, no podemos seguir legislando a sus espaldas”.
Agregó que la Unidad Nacional de Protección no cuenta con los recursos humanos, técnicos y financieros para cumplir las demandas de la protección colectiva, y resaltó la importancia de diseñar una política que recupere lo bueno de la UNP, pero incluya las propuestas nacidas de los pueblos étnicos.
Frente al financiamiento de un nuevo modelo de protección, el Procurador advirtió que “si hubo plata para la guerra, debe haber plata para garantizar la vida de las comunidades”.
Asimismo, envió un mensaje urgente al Gobierno Nacional para que valide y fortalezca los mecanismos de autoprotección de las etnias que vienen funcionando como la guardia indígena, cimarrona, u otros mecanismos propios de la comunidad.
“Tenemos por delante una tarea interinstitucional de gran envergadura que exige imaginación y compromiso. Hay mucho que aprender de las comunidades, hay esperanza por sembrar en la Colombia olvidada”.
El jefe del Ministerio Público resaltó la obligación que existe de subrayar la necesidad del enfoque de género en la protección de las mujeres amenazadas y pidió menos escoltas hombres cuidando lideresas, “no más denuncias de acoso sexual en esos esquemas. Es inadmisible el racismo contra las víctimas”.
Finalmente, criticó la sobredosis de diagnósticos y el déficit de soluciones frente a los asesinatos de líderes sociales, al tiempo que lamentó que “a los líderes los maten a bala y luego la sociedad los elimine con olvido”.