Guillermo Gaviria Echeverri concibe la solución de un túnel por el boquerón del Toyo, a fin de no atravesar la tortuosa pendiente que afectaba los tiempos de recorrido y aumentaba el desgaste de los vehículos.
Desde su juventud temprana, Guillermo Gaviria Echeverri, ingeniero civil y de minas, comprendió la necesidad de conectar a Colombia con el mundo a través de proyectos de infraestructura eficientes, por su capacidad de servir a la mayor parte de habitantes y por la razonabilidad económica y operativa de su ejecución. Atendiendo tales criterios, se hizo experto en reconocer y proponer el aprovechamiento de las potencialidades de la “Mejor esquina de América”: la región Urabá-Darién.
Convertir en ideas la necesidad de insertar a Colombia en el mundo para crear oportunidades de desarrollo económico, y pasar de esas ideas a proyectos, fue en Guillermo Gaviria Echeverri un ejercicio visionario. Por este, y gracias al rigor y la profundidad de sus investigaciones y análisis, concibió, maduró, explicó y acompañó proyectos que transformaron problemas y angustias, en nuevas y mejores oportunidades para todos, en equidad. Algunos de esos proyectos ya madurados, como la conexión de la carretera panamericana por el Tapón del Darién, esperan el buen momento en que el centralismo y los fanatismos bajen el cerco que les han tendido. Otros, como el túnel Fernando Gómez Martínez y la conexión vial Guillermo Gaviria Correa, son realidades que han transformado la economía y a las comunidades. Muchos más, como el sistema portuario de Urabá, las autopistas al mar y el túnel en el Boquerón del Toyo, avanzan en el camino de contribuir eficazmente a la globalización del país.
En virtud de su visión, y siguiendo el camino de los pioneros del proyecto, a quienes siempre reconoció, Guillermo Gaviria Echeverri se hizo inigualable experto en la carretera al Mar. Así lo demuestran estudios realizados en 1957 (cuando apenas tenía 34 años), en los que analizó la carretera, aún una trocha incompleta y precaria, tramo a tramo, definiendo con gran claridad y profundidad los problemas y potencialidades de cada trayecto. En el estudio propuso construir un túnel entre el boquerón de San Cristóbal y Palmitas, a fin de resolver el tránsito por una de las pendientes más altas, complejas y riesgosas del trayecto; esta idea maduró en el túnel Fernando Gómez Martínez. En el mismo estudio, Gaviria Echeverri había detectado la necesidad de modificar el tramo Santa Fe de Antioquia-Boquerón del Toyo para resolver los problemas de pendiente, estrechez del tramo y alargamiento innecesario de la carretera; entonces se sumó a la idea de una variante por el sector de Cativo.
Es en investigaciones que datan de los años 70 y 80, momentos en que enfrentaba a voceros institucionales que proponían nuevas rutas para llegar a Urabá, afectando gravemente al Occidente del departamento, que Guillermo Gaviria Echeverri concibe la solución de un túnel por el boquerón del Toyo, a fin de no atravesar la tortuosa pendiente que afectaba los tiempos de recorrido y aumentaba el desgaste de los vehículos. Atravesar la cordillera Occidental entre los municipios de Cañasgordas y Giraldo, donde existen algunos derrumbes superficiales que asustan a ingenuos, fue una idea que Guillermo Gaviria Echeverri debió explicar incluso a avezados ingenieros, como recientemente lo reconoció el gobernador Luis Pérez Gutiérrez, uno de los primeros interlocutores de la idea que el director de EL MUNDO acompañó para que fuera anteproyecto, decisión tomada en 2002 por el gobierno del presidente Álvaro Uribe; que se hicieran los diseños que garantizaran su realización, como sucedió en 2006; que se definiera su correcta financiación, que está a cargo del Departamento de Antioquia y el Municipio de Medellín por decisiones de la Asamblea y el Concejo, adoptadas en 2009; y que se avanzara a su contratación e inicio de construcción, momento materializado el 31 de enero de 2018. Con una obra en 30% de ejecución, que tiene avances permanentes en su desarrollo, corresponderá al nuevo gobierno de Antioquia concluir y poner en servicio el Túnel Guillermo Gaviria Echeverri y acompañar al Gobierno Nacional a hacer lo propio con las conexiones viales que lo insertarán en las autopistas al mar 1 y 2.
Nombrar el Túnel en homenaje a su tenaz conceptualizador y hacerlo en los primeros momentos de su construcción es un paso con el que la Gobernación de Antioquia, en cabeza del mandatario Luis Pérez y del secretario de infraestructura Gilberto Quintero Zapata, propician que se haga pedagogía de los visionarios, aquellos antioqueños que pusieron el desarrollo integral del país como su meta prioritaria, que se atrevieron a soñar tanto como a realizar sus esperanzas, poniendo en ello rigor, pasión y disciplina. En EL MUNDO aceptamos y agradecemos este homenaje a nuestro director reconociendo la importancia de fijar la memoria de quienes han trabajado por hacer grande a Antioquia y al país.