La deuda neta acumulada alcanzará en 2017-18 un pico del 86,5% del PIB, para reducirse progresivamente hasta llegar al 79,3% en 2022-23.
El Gobierno conservador británico anunció este miércoles que apartará 3.000 millones de libras (3.300 millones de euros) en dos años como "contingencia" para afrontar el "brexit" y rebajó de un 2% a un 1,5% la previsión de crecimiento económico en 2017.
Al presentar en la Cámara de los Comunes su proyecto de presupuesto para el ejercicio fiscal 2018-19, el ministro de Economía, Philip Hammond, dijo que los 3.000 millones de libras se sumarán a otros 700 millones de libras (788 millones de euros) ya invertidos en el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), que culminará el 29 de marzo de 2019.
El canciller del Exchequer reconoció que lo que las empresas desean es que el Ejecutivo acuerde cuanto antes con Bruselas "un plan de implementación" que les permita prepararse para cuando el país deje la UE, pero señaló que el Gobierno de la primera ministra, Theresa May, se prepara para "cualquier desenlace".
Las negociaciones con los Veintisiete, dijo, están en una fase "crucial" y subrayó la voluntad del Ejecutivo de lograr un acuerdo comercial mutuamente beneficioso y mantener la cooperación en áreas como seguridad.
El ministro dijo que, con este presupuesto, los británicos estarán preparados para "abrazar el cambio, cumplir los desafíos que hay por delante y aprovechar las oportunidades" que surgirán cuando se abandone el bloque europeo.
Hammond reveló al mismo tiempo las últimas previsiones financieras de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR, en inglés), que rebajan al 1,5% el crecimiento en 2017, frente al 2% previsto el pasado marzo.
Según las estimaciones de la OBR, la economía británica crecerá un 1,4% en 2018, por debajo del 1,6% previsto en marzo, un 1,3% en 2019, otro 1,3% en 2020, un 1,5% en 2021 y un 1,6% en 2022.
El organismo supervisor prevé además que el déficit presupuestario, en relación con el Producto Interno Bruto (PIB), caerá de un 2,4% este año hasta un 1,9% el próximo ejercicio y se situará en un 1,3% del PIB en 2020-21.
El endeudamiento del Estado será de 49.900 millones de libras (56.000 millones de euros) al término del presente ejercicio, el 31 de marzo, menos de lo que se había estimado en el presupuesto preliminar de hace ocho meses.
Hammond argumentó que su proyecto de presupuesto, que se someterá a votación de los diputados, refleja la necesidad de "equilibrar" la contención del déficit con la de invertir, a fin de preparar al Reino Unido para "los retos" que se avecinan.
El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, criticó que se mantengan los recortes al sector público introducidos en 2010 y consideró que la propuesta presupuestaria "confirma el fracaso" de las medidas conservadoras y anticipa "más en el futuro".
Entre las novedades figura una partida de 44.000 millones de libras (unos 50.000 millones de euros) para garantizar préstamos y financiación para la construcción de viviendas, uno de los problemas más acuciantes del país.
El Gobierno invertirá 2.800 millones de libras (3.200 millones de euros) adicionales en el Servicio Nacional de Salud y 177 millones de libras (200 millones de euros) para promover la enseñanza de las matemáticas en la educación básica.
Además, destinará 20 millones de libras (22,5 millones de euros) a un proyecto para reducir a la mitad el número de indigentes que viven en la calle en 2022 y eliminar la indigencia para 2027.
Está previsto que la próxima primavera el ministro de Economía haga una actualización de las finanzas públicas, antes de que en noviembre de 2018 se presente el último presupuesto del Estado previo a la ejecución del "brexit".
El Reino Unido afronta el trayecto hacia la salida de la UE con una economía relativamente estable pero debilitada, con un desempleo de sólo el 4,3% pero con la inflación alta (3%), los sueldos bajos y un crecimiento moderado.