En Buenos Aires están previstos temas de agricultura, subvenciones a la pesca y proveedores de servicios, pero también el comercio electrónico, las inversiones, y las microempresas y pequeñas y medianas empresas.
La XI Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) fue inaugurada este domingo en Buenos Aires con la vista puesta en lograr acuerdos y en la defensa de un sistema multilateral de comercio con reglas claras en pro del bienestar social y frente a "la amenaza del proteccionismo".
Con la asistencia de ministros y altos representantes del rubro de los 164 países integrantes del organismo, el Centro de Convenciones porteño acogió una ceremonia de apertura en la que, además del anfitrión, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, acudieron sus pares de Brasil, Michel Temer; Paraguay, Horacio Cartes; y Uruguay, Tabaré Vázquez.
"Los invito a avanzar en los consensos necesarios para que las reglas del comercio mundial estén en sintonía con las realidades sociales del siglo XXI", expresó Macri, quien a pesar de lanzar un alegato al sistema multilateral de comercio, abogó por hacerlo más eficiente porque sus beneficios no han llegado a toda la población.
Las plenarias de la OMC, que desde 1995 se ocupa de las normas que rigen el comercio entre los Estados, tendrán lugar durante tres días en el Hotel Hilton del barrio porteño de Puerto Madero, y se abrirán oficialmente la mañana de este lunes.
En estas reuniones, principal órgano de adopción de decisiones de la OMC, los ministros examinan la labor que realiza y debaten sobre múltiples cuestiones. En Buenos Aires están previstos temas de agricultura, subvenciones a la pesca y proveedores de servicios, pero también el comercio electrónico, las inversiones, y las microempresas y pequeñas y medianas empresas.
Queda por saber si habrá acuerdos en alguno de los asuntos, aunque como recordó en el acto el director de la OMC, Roberto Azevedo, la cita se enfrenta a "algunas divergencias" en algunos temas y "muchas de ellas son muy grandes".
En este sentido, reconoció que hace años la organización sufrió una "crisis de credibilidad" por no haber logrado "ningún resultado", algo que cambió en las últimas Conferencias de Bali (2013) y Nairobi (2015).
Los pilares de la OMC, que por primera vez celebra sus sesiones en un país sudamericano, descansan sobre acuerdos negociados y firmados por la gran mayoría de los países y ratificados por sus respectivos parlamentos.
"El sistema ha contribuido a crear prosperidad en el mundo y a sacar a 1.000 millones de personas la pobreza en una generación", destacó Azevedo, quien recordó que ante la crisis financiera de 2008 el mundo ya no construyó "barreras", aunque "existía la tentación de hacerlo".
Añadió así que esta Conferencia, la primera con Donald Trump como presidente de Estados Unidos -cuya política en defensa del proteccionismo es conocida desde su campaña electoral- debe ser aprovechada para "fijar el rumbo".
"La amenaza del proteccionismo está omnipresente. Es hoy más importante que nunca que aprovechemos el progreso logrado para seguir fortaleciendo al sistema", enfatizó Azevedo, convencido de que cuanto más apertura más son las posibilidades de éxito.
Por su parte, la presidenta de la XI Conferencia, la argentina Susana Malcorra, afirmó a la prensa que los miembros de la OMC deben "revitalizar" su compromiso por un comercio "basado en reglas".
"Una cosa son el pragmatismo y la innovación. Otra son la imprevisibilidad y la irresponsabilidad", añadió por su parte el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, que destacó que el sistema multilateral es un "instrumento fundamental" para la gobernabilidad global en esta materia y una forma de fortalecer las relaciones de la comunidad internacional.
Por eso no puede haber, continuó, "comercio justo, crecimiento económico y desarrollo para todos" si las reglas comunes "no son tenidas en cuenta".
"Lo que significan estas reuniones, a parte del intercambio de ideas y experiencias siempre útiles, es que sirvan para avanzar en medidas concretas que produzcan resultados tangibles en la vida de las personas", expresó la mandataria chilena, Michelle Bachelet, en un vídeo.
En la misma línea, el paraguayo Horacio Cartes remarcó que la Conferencia permitirá reafirmar el compromiso por el fortalecimiento del sistema para beneficio de un comercio "legal y transparente" que contribuya al desarrollo de los pueblos, mientras que el brasileño Michel Temer apostó por el fortalecimiento del multilateralismo para "facilitar y ampliar el comercio" en pro del bienestar.
La apertura de la cita llegó también con la rúbrica, por parte de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Guyana, México, Paraguay, Perú, Surinam y Uruguay de la "Declaración de Buenos Aires", con la que ratifican la "importancia de preservar y defender el sistema multilateral del comercio".
La Conferencia, para la que se desplegó un fortísimo dispositivo de seguridad que incluye cortes totales de tránsito en zonas siempre concurridas, no ha estado exenta de polémica, después de que en los últimos días diversos organismos denunciaran que el Gobierno argentino había prohibido entrar al país a varios activistas.
Malcorra aseguró que el control de acceso de las ONGs a Argentina para participar de las actividades paralelas a la Conferencia fue "totalmente transparente" y destacó el gran número de activistas acreditados.
Según explicó, de las 60 peticiones denegadas en un principio, se aprobaron cerca de una veintena y excusó la decisión de restringir el acceso a algunos por "condiciones de seguridad".