La declaración se da tras el anuncio de la nueva estrategia de seguridad de Estados Unidos, documento en el que se hace referencia a los gobiernos de Rusia y China como competidores estratégicos.
Rusia criticó la "naturaleza imperialista" de la nueva estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos, que considera a este país y a China como rivales.
"Con una primera lectura rápida, especialmente aquellas partes de la estrategia que de algún modo se refieren a nuestro país, desde luego se ve el carácter imperialista del documento", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
También señaló que esta estrategia no renuncia al "mundo unipolar" y pone de manifiesto su abierto rechazo a un mundo multipolar.
"Evidentemente, no podemos estar de acuerdo con que a nuestro país se le considere una amenaza para la seguridad de EE. UU.", recalcó el portavoz.
Agregó que la nueva estrategia de seguridad nacional de EE. UU. es un "documento extenso, que requiere ser estudiado minuciosamente, lo que se hará en todas las instancias correspondientes".
"Las formulaciones son bastante impresionantes, pero -vuelvo a repetir- aún hay que digerirlas", dijo Peskov.
Al mismo tiempo, indicó que en el documento se observan "pequeños aspectos positivos", en referencia a la disposición de EE. UU. a cooperar con Rusia donde esta cooperación sirva a los intereses estadounidenses.
"Esto se corresponde plenamente con nuestro enfoque, expuesto por el presidente Vladímir Putin, explicó el portavoz el Kremlin.
Al presentar este lunes su nueva estrategia de seguridad nacional, el presidente de EE. UU. Donald Trump, aseguró que su país se enfrenta a "rivales poderosos" como Rusia y China, con quienes pretende buscar "colaboración", pero siempre en favor de los intereses de Washington.
Para el Gobierno de Trump, Estados Unidos se enfrenta a unos "poderes revisionistas" que intentan poner al mundo en conflicto con los valores estadounidenses, entre los que identifica China y su papel en el mar del Sur de China; y Rusia, en los casos Ucrania y Georgia.
En cuanto a la capacidad influyente de Pekín, Moscú y otros actores internacionales, Trump aseguró que Estados Unidos "desarrollará nuevas formas de enfrentar a aquellos que usan los nuevos dominios, como el ciberespacio y las redes sociales, para atacar" al país y a su sociedad.