Debido a fallas en los archivos que contenían las propuestas de los postulantes y a la omisión del nombramiento de nuevos jurados, ante algunos casos de impedimento, el proceso de selección de la Convocatoria de Estímulos para el arte y la cultura 2017, de la secretaría de Cultura de Medellín, se vio envuelto en una polémica que lo llevó a repetir el proceso de evaluación en cerca de diez modalidades del concurso.

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La secretaría aseguró en comunicación con EL MUNDO que “es muy importante aclarar que, de esta línea, que cuenta con 71 modalidades de becas, sólo diez deben ser revisadas nuevamente, gracias a las alertas generadas por algunos de los participantes”.

No obstante, algunos de los postulantes de la convocatoria no se mostraron satisfechos con la reevaluación propuesta para solucionar el error, y aducen “irregularidades” en un proceso que levanta “muchas suspicacias sobre su ejecución”. Uno de ellos es Edwin Monsalve, participante por la modalidad de Artista con mediana trayectoria, quien denuncia que el hecho de que ya se hubiesen publicado los puntajes de dos de los tres jurados, viciaría el proceso de calificación del tercer jurado. “Llama la atención la forma en que la secretaría decide solucionar esa primera falla, mediante el cálculo promediado de los otros dos jurados, solución que no se encuentra estipulada para este caso en ninguna parte de la convocatoria y que además atenta con el espíritu y naturaleza de un jurado impar”, denuncia Monsalve al agregar que, dentro de los tropiezos que tuvo la convocatoria, hay episodios tan absurdos como que uno de los jurados estuviera inscrito como invitado en una propuesta que él mismo calificaría.

En la resolución 100, del 26 de mayo, la alcaldía explica el hecho: “El jurado Edson Augusto Velandia Corredor evalúo la totalidad de las propuestas en esta línea estando incurso en una causal de incompatibilidad ya que es artista invitado en una de las propuestas presentadas”, se lee en el documento.

Por su parte, la secretaria de Cultura encargada, Deisy Johana Piedrahita, admitió que, efectivamente, hubo un error en la etapa de calificación y que la solución que se aplicará será la de recalificar sólo las propuestas afectadas. “No podemos repetir todo un proceso de evaluación, primero porque sería desconocer el trabajo de los otros jurados, que hicieron su labor, y por otro lado, porque eso implicaría un dispendioso proceso administrativo”, dijo Piedrahíta, quien atribuyó las fallas administrativas a falta de personal para atender este volumen de información.

Pablo Mora, otro de los participantes afectados en la convocatoria, explica que, como artista, queda con un sabor amargo por la falta de transparencia. “Está claro, en la respuesta que nos dieron, que la alcaldía quiere hacer el proceso, así sea a las patadas. Eso explica una acción tan deliberada como imponer una nota sin ser jurado, y la falta de rigor al momento de remitir los archivos a los jurados, que sí debían estar bien, porque de lo contrario habría sido descalificada la propuesta”, relató Mora, quién es enfático al aclarar que la inconformidad que manifiestan los participantes no es por el puntaje o las deliberaciones de los jurados, sino por los arbitrarios e improvisados procesos administrativos de la convocatoria.

En virtud de ello, María Wills, jurado de la beca de mediana trayectoria, explicó que el debate fue claro y se hizo la respectiva deliberación. “Yo he sido jurado en otras convocatorias públicas y el proceso en esta convocatoria ha sido el mismo. Se habló en cada una de las propuestas y se profundizó en las que considerábamos debían tener el apoyo, se volvió a evaluar y se revisó todo nuevamente”, explicó la jurado al asegurar plena transparencia en los procesos de evaluación.   

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En comparación con otras versiones de las convocatorias de estímulos, Iván Zapata, director del Teatro Popular de Medellín, aseguró que en anteriores ediciones en las que participó y ganó, nunca se presentaron este tipo de problemas. “Ahí hay una situación compleja, porque en caso de que la reevaluación arroje nuevos puntajes sobre las calificaciones ya publicadas de los concursantes, va a quedar una sensación de turbiedad en la escogencia. No creo que sea un problema de transparencia, yo diría que es una dificultad logística, pero eso no le quita la gravedad al asunto, fue completamente improcedente”, admitió el gestor cultural sobre la convocatoria que destinaba para la línea de estímulos o becas un presupuesto de $1.740.000.000 que atendería una participación de 1.067 propuestas recibidas, de las cuales 911 fueron estudiadas.