Tal y como en los años 90, cuando las organizaciones y las comunidades en los territorios de la Nororiental hicieron una conversación abierta en medio de toda la violencia de Medellín y  al mismo tiempo la Consejería Presidencial entró como espacio gubernamental para activar la conversación ciudadana, la ciudad necesitaba de un espacio para debatir los temas que hoy la afectan,  

Que en la planeación de una mejor Medellín hace falta la voz de la ciudadanía, la participación activa de la misma y la concertación entre las corporaciones, la academia y la comunidad, es una voz generalizada de los participantes del seminario “Medellín Pa’ Dónde Vamos”, realizado este sábado, que planea dejar retos para mayo de 2018, cuando se proyecta tener una segunda versión.

La Alianza Nororiental, Corporación Región, el Centro de Estudios Urbanos -Urbam- y el Centro de Análisis Político de la Universidad Eafit, el Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia, la Universidad Nacional, la Consejería Ciudadana, el Laboratorio de Cultura Ciudadana; entre otros, se involucraron en la construcción de un documento que busca contribuir “con el análisis técnico, académico y el diálogo ciudadano a la comprensión de las problemáticas y los retos de la ciudad que permitan construir una ruta para la incidencia en la agenda pública”, indica el texto conjunto.

Participación social, Gobierno y gobernanza pública, Seguridad y convivencia, Paz, memoria y víctimas, Ambiente e inclusión, Cultura ciudadana y ciudadanía cultural, Territorio y ciudad fueron los sietes ejes temáticos que se discutieron en conversaciones abiertas con la ciudadanía antes del seminario, del que  surgió un documento técnico de incidencia pública, respondiendo qué es lo que le hace falta a Medellín para mejorar en cada una de las temáticas. 

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Los sietes conversatorios y el seminario también estuvo abierto a la Administración Municipal, para revisar las percepciones que aportaron los ciudadanos, los problemas que se identificaron y los retos que tiene la ciudad en ese tema. Tomando como partida la confluencia de ideas que hubo alrededor de cada eje, EL MUNDO consultó a cada una de las entidades a cargo de dinamizar el diálogo, elaborar el documento base y relatar las apreciaciones de los participantes, para ahondar en los retos que tienen Medellín para ser una ciudad más participativa e inclusiva.

Más que participación, un convite de ideas 

La Alianza por la participación en la ciudad fue la encargada de dirigir este eje, en el que se planteó el concepto del convite, recuperando esta palabra que ha estado siempre en la construcción de los territorios en Medellín, al ser una práctica de participación en la construcción de la ciudad, cuando vecinas y vecinos han ido configurando el desarrollo local con sus aportes de ideas o unión para apalancar una causa. Así lo explicó Jorge Blandón, integrante de la Corporación Cultural Nuestra Gente.

Desde este eje se propuso abordar la participación desde una perspectiva social y comunitaria, por lo que uno de los principales retos fue “el diálogo que debemos establecer entre la instancia pública, que debe abrir más espacios a la participación, democratizarla. Ese tipo de propuestas tienen que seguir consolidándose para que hombres y mujeres de la ciudad que no participan activamente  lo comiencen a hacer”, detalló Blandón.

Esto es lo que le ha propuesto la Alianza para la participación a la Secretaría que lleva el mismo nombre, pues se hace fundamental fortalecer “la palabra, el espacio de visibilización, protagonismo, incidencia y relacionamiento que se precisa en la ciudad, desde la infancia hasta la adultez mayor”, subrayó Blandón, al tiempo que destacó el rol de las organizaciones sociales de la ciudad que vienen llevando a cabo procesos de base en esta temática.

Corporación Convivamos, Fundación Sumapaz, Corporación Mi Comuna, Corporación Cultural Nuestra Gente, Corporación Picacho con Futuro, Barrio Comparsa, Canto Arena, Corporación Canchimalos, Memorias en diálogo, ACJ, Casa Arte, Corporación Altavista, Cultura Viva Comunitaria, y Movimiento de Pobladores, son los integrantes de esta alianza en la ciudad.

Gobierno y Gobernanza

La interacción entre los diferentes actores del territorio para la construcción de la ciudad a través del diálogo fue el objetivo se planteó el Centro de Estudios Políticos de Eafit, encargada del eje temático Gobierno y Gobernanza de Medellín, ¿pa’ dónde vamos? Partiendo de la pregunta de quién toma las decisiones en la ciudad se planteó como fundamental el reconocimiento de las  problemáticas, retos y desafíos, así como oportunidades, fortalezas e iniciativas para afrontar el panorama actual de Medellín sobre este tema.

Gobernanza para la gestión pública; gobierno metropolitano; territorialización de la institucionalidad y seguridad, convivencia y legalidad fueron los cuatro subtemas bajo los cuales se inició el diálogo con la ciudadanía, las otras corporaciones y las universidades que participaron del encuentro. 

El Centro de Estudios Políticos de Eafit explicó a EL MUNDO que los principales retos se centran en la articulación entre las instituciones y las organizaciones sociales y ciudadanas; el invocluracramiento y participación de la ciudadanía en la construcción de políticas públicas, si Medellín está teniendo un enfoque metropolitano en su planeación y la construcción de confianza en las instituciones desde los territorios. 

La convivencia es tan importante como la seguridad

Docentes, politólogos, representantes de corporaciones y organizaciones sociales concluyeron en el encuentro temático de este eje, dinamizado por el Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia, que la seguridad debe estar acompañada de la oferta institucional y de un enfoque de convivencia más allá de ser la “segunda parte del nombre una secretaría”. Redefinir este concepto y borrar la percepción de que cámaras, tecnología y policías equivale a seguridad, son otros retos.  Diana Paola Rojas, profesora investigadora del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia, indicó que a estos encuentros fueron invitadas secretarías y subsecretarías y que algunos actores de la institucionalidad asistieron. 

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No obstante y más allá de lograr que las ideas recopiladas por la ciudadanía sean tenidas en cuenta por la Administración Local, Rojas explicó que “la idea es poner sobre la mesa los temas. Este seminario se espera que sea mucho más grande en 2018, generar provocaciones, establecer documentos y rutas de trabajo e identificar actores claves”. 

El eje de seguridad, uno de los tópicos que más acciones reclaman los medellinenses, también  fue discutido en una mesa que se concertó a través del movimiento No matarás, en donde con presencia del secretario Andrés Tobón, se discutió el aumento de homicidios y las necesidades y retos existentes.  En ese sentido, “la idea es articular el trabajo de Medellín ¿pa’ dónde vamos? desde ese movimiento, que se articulen diferentes actores de la ciudad”, mencionó Rojas.  

Paz, memorias y víctimas

“Suscitar una reflexión en torno a la relación víctimas y memorias en la perspectiva de los retos de la construcción de paz en la ciudad”, fue el objetivo planteado por la Corporación Región para el eje temático Paz, memorias y víctimas. 

Construir consensos a partir de un diálogo intersectorial, identificando los retos que tiene la capital antioqueña en materia de paz, en específico en cuanto a la atención y la reparación de las víctimas y las políticas de memoria; fue otra parte de ese postulado, reclamado por ciudadanos que han estudiado a fondo la problemática.

Sin duda, la atención y tratamiento a las víctimas que ha dejado el conflicto con las Farc y que hoy se encuentran en Medellín, es una de las problemáticas que se discutieron bajo este ejercicio de diálogo, ya que según Marta Villa, directora de la Corporación Región, es un asunto en que se ven involucrados muchos actores, más allá de los grupos, fundaciones u organizaciones que congregan a quienes padecieron la guerra, el desplazamiento forzado y la muerte o desaparición de sus seres queridos.  

Por otra parte, el modelo de gestión pública para la reparación y la atención de las víctimas, la percepción que estas tienen sobre las necesidades de en la construcción de paz y las políticas de memoria que se han impulsado desde el gobierno local, fueron algunos de los tópicos que se cuestionaron en esta temática. 

Una visión inclusiva del ambiente

El ambiente de Medellín fue uno de los temas que estuvo más presente en la agenda pública en marzo de este año, cuando se declaró la contingencia ambiental originada por la mala calidad del aire que se registró algunos días en la ciudad. Ahora, como uno de los ejes de este seminario y encuentro de conversación ciudadana, el reto sigue siendo involucrar a la comunidad en la solución de la problemática. 

“Las comunidades tienen diferentes acercamientos con el problema y el riesgo (ambiental), pero han estado cada vez más excluidas de la planificación de la ciudad y de la conversación de lo que queremos en temas como la movilidad y el aire”, explicó Carlos Cadena Gaitán, coordinador Académico de Urbam -Centro de Estudios Urbanos y Ambientales, grupo encargado de dirigir este eje de Medellín, ¿Pa’ dónde vamos?

Por tanto uno de los mayores retos y propósitos de este grupo y los asistentes al conversatorio fue vincular el concepto de inclusión con el de ambiente, puesto que no se tiene en cuenta a la ciudadanía en las decisiones al respecto, pese a ser la más afectada con problemas de este tipo. 
La primera acción fue, entonces, identificar las organizaciones, grupos y personas que trabajan en pro del medio ambiente desde diferentes aristas, para que participaran de este proceso.

 “No es justo ni válido creer que un grupo reducido de personas pueda identificar cuáles son los retos y sugerir cómo solucionarlos. Estamos proponiendo pasar de ideas muy jerárquicas a través de las cuales se cree que se pueden tomar decisiones para el futuro de las comunidades, a proponer mayor proximidad entre Gobierno, comunidades y sectores complementarios”, determinó Cadena.
 

En búsqueda de la cultura ciudadana

Para Jorge Melguizo, exsecretario de Cultura de Medellín, el eje de la Cultura ciudadana y la ciudadanía cultural, gira en torno a determinar “¿Qué cambios tenemos que hacer para no seguirnos matando en esta ciudad? ¿qué tenemos que hacer para construir una cultura de convivencia?, en un momento en el que se prestan más las cosas por el posconflicto”. 

Lo que falta y en concordancia con los participantes del eje de seguridad y convivencia, tiene que ver con la articulación entre la inseguridad que se vive en Medellín y los proyectos que puedan dan solución a esta problemática, en los cuales debería estar involucrada la cultura ciudadana.  “Lo opuesto a la inseguridad no es seguridad, sino convivencia. Y la convivencia se construye con proyectos sociales, educativos y culturales”, afirmó Melguizo. 

En ese sentido, la propuesta que la ciudad debería diseñar en este momento es su próximo Plan de Desarrollo Cultural, como herramienta de transformación social, en el que se incluiría “un proyecto cultural  que se va a hacer en el aprecio por la propia vida  y en el aprender a vivir con el otro”, anunció Melguizo, al tiempo que replicó que el presupuesto de la cultura no debe ser reducido y por el contrario, debe apoyar cada vez más iniciativas barriales. 

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El diálogo ciudadano en gran escala es una de las cosas que necesita esta urbe, según Melguizo, pues permitiría determinar, “cuál es la sociedad de hoy, se debe mirar con un caleidoscopio para tener una visión mucho más amplia. Las cifras de hoy en medellín dicen que no las hemos sabido interpretar, hay unos errores colectivos que tenemos que convertir en desafíos colectivos”, reiteró.  

La ciudad constituye territorio

La Consejería Ciudadana para Medellín, el Centro de Investigación e Innovación Social - CiiS-Universidad Nacional de Colombia y la Corporación Región, fueron los encargados de construir el eje de Ciudad y territorio. Óscar Almario, director del Centro de Investigación e Innovación Social de la Universidad Nacional, definió el propósito es este eje como la manera de “identificar que en la ciudad se han venido acumulando una serie de factores que obligan a que los ciudadanos, las instituciones y los distintos actores que la conforman podamos discutir acerca de las perspectivas de futuro de ella, entendida como una microsociedad”.

 
El concepto de territorio es crucial en este caso, según él, porque “casi siempre tenemos la visión de que el territorio es externo a las ciudades. No, una ciudad es un territorio porque es habitado por múltiples actores que tienen intereses diversos”, indicó.

El modelo de ciudad, la gestión del suelo y la agenda pública  fueron algunos de los tópicos que fueron tratados bajo esta temática, que también requiere un gran diálogo en el que la ciudadanía aporte para el próximo año la proyección a futuro de Medellín. “La ciudad tiene elementos positivos que nos permiten  vivir en ella, pero también hay otros muy inquietantes en este momento, y eso es lo que está promoviendo toda esta idea de Medellín ¿Pa dónde vamos?”, sentenció Almario.