¿Cuál es la visión de ciudad que el alcalde la propondrá a la ciudadanía?
El anuncio por parte del alcalde de que las universidades de Antioquia y Nacional se unen para realizar conjuntamente el Plan de Desarrollo de Medellín es una gran noticia en el momento en que un desastroso POT ha ido permitiendo que sobre la cualificación necesaria de los distintos territorios de la ciudad, sobre el impase semántico creado por la aparición de nuevas formas de apropiación del espacio, asociado éstas no precisamente a las comunidades sino a los distintos grupos delincuenciales, de manera que el espacio urbano ha permanecido en una crispación social creciente permitiendo el levantamiento de nuevas murallas erigidas por las distintas economías impuestas por estas estructuras delincuenciales . El modelo impuesto por estas economías, por ejemplo, de conjuntos de grandes torres de vivienda en las periferias ha servido para que desaparezcan la vida comunitaria, el espacio público, el peatón y se rompan definitivamente las redes de comunicación. El llamado capital subterráneo, los nuevos depredadores urbanos han ido dejando su impronta sobre territorios dominados hoy, lo vuelvo a repetir, en un 60% por la construcción informal la cual es concomitante con la baja calidad de vida, con la imposibilidad de salir de la exclusión, retos a la capacidad gubernamental de lograr incorporar como ciudadanos a miles de excluidos, de esclavizados y sobre todo acabar con ese falso argumento de que la pobreza supone siempre violencia. ¿Bajo qué conceptos se distribuirá entonces el presupuesto de la ciudad? ¿Nuevos elefantes blancos o la afirmación de aquella ciudadanía y de aquella ciudad que ha sido capaz de resistir estas distintas formas de atropello? ¿Deben ser excluidos los barrios humildes de la presencia de la belleza de arboledas y jardines, del derecho al reposo de sus gentes? ¿Cómo se logrará integrar a los diversos sistemas de transporte territorios como el de Castilla con más de 70 barrios carentes de vías peatonales integradoras, de un adecuado sistema vial que lo saque del aislamiento? Hablemos entonces de construcción de democracia.
Un Plan de Desarrollo es, como potestad del alcalde, una directriz de gobierno que ya desde la campaña de elección nos hubiera servido para conocer su visión de lo que implica un proyecto de ciudad, caso de Medellín que gracias a factores como la llegada permanente de desplazados de otras regiones ha ido aumentando el perímetro del tugurio, de los autogobiernos. También una ciudad como escenario de un escandaloso desplazamiento urbano. Convertir en ideología de género conceptos como mujer, niño, pobre, ideologizar la cultura supondría un error ya que, en lugar de reconocer el derecho a las diferencias dentro de una vida en común, la pluralidad democrática, se estaría cayendo en lo multicultural concepto que supone la atomización de los grupos sociales en sus contenidos de cultura. Con la posibilidad tal como lo vimos en Petro, del peligro de lanzarse al populismo, de que se siga persiguiendo a la “ciudad de los ricos” tal como predica una infame demagogia. Hablo desde la experiencia de la Academia donde durante años este debate se dio con la intensidad necesaria y bajo metodologías sometidas a las variables que las realidades in situ descubren, la ineficacia de cierto tipo de encuestas y de foros , el error de partir a priori de conceptos inamovibles , la necesidad de contar con los intangibles, las músicas, mediante una lectura de la economía que se oponga a reducir un Plan de Desarrollo a miles de folios con frías estadísticas, consignas políticas lejanas al pulso de la vida ciudadana. ¿Cuál es la visión de ciudad que el alcalde la propondrá a la ciudadanía?