El defensor brasileño Alan Ruschel, uno de los supervivientes del accidente aéreo en el que murieron 71 personas en noviembre del año pasado cerca del municipio de La Unión, volvió a disputar el pasado miércoles un partido de fútbol, 239 días después de la tragedia en la que fallecieron la mayoría de jugadores del club Chapecoense.
Ruschel disputó los 40 minutos que duró la segunda parte de un amistoso entre el Chapecoense y el Ypiranga de Río Grande do Sul, que terminó con empate a un gol.
“Me dio escalofríos en la barriga, pero estoy listo para volver” a jugar, dijo el futbolista a la prensa tras el encuentro.
Ruschel acompañó la primera parte sentado en el banquillo junto a otro de los tres futbolistas del Chapecoense que sobrevivió al accidente, el portero Jakson Follmann, quien forma parte del cuerpo técnico.

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Follman perdió una pierna en el accidente. El otro superviviente, Hélio Neto, ya entrena con el grupo, pero tampoco tiene previsión de volver a jugar.
Precisamente el pasado miércoles, Neto afirmó en un programa de televisión que no volverá a jugar antes de 2018.
“Vuelvo el próximo año. Estoy igual que un carro viejo, hay problemas en todo. Me operé la vesícula y ahora voy a tener que hacerme una operación en la rodilla”, explicó.